3. Rosas

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La aurora hacia que pequeños hallazgos de luz tenue entraran por una de las separaciones de tablas en el pequeño granero, haciéndolo parecer rosado, y chocando levemente en el delicado rostro de Louis.

Harry se despertó justo antes de la salida del sol, al abrir sus ojitos se deleito con el pecho de Louis en su rostro, ambos se abrazaban como si fuese la ultima vez que que se irían a ver. Al alzar un poco su mirada se encontró con el rostro de Louis, dormía y lo hacia tan plácidamente que el pequeño de caballos rizados ni pensó en moverse. Sus labios estaban entreabiertos, su cabello en forma de honguito estaba alborotado y hecho un caos, haciéndolo parecer más tierno de lo que ya era. Sus manitos envolvían la cintura del rizado y lo aferraban a su cuerpo con delicadeza pero a la ver prepotencia.

Harry, lentamente se fue removiendo de los bracitos del castaño hasta bajarse por completo de la cama sin siquiera despertar a Louis.

Se restregó sus grandes ojos verde esmeralda con las mangas de su suéter rosado y miro a su alrededor en busca de algo que hacer.

Se llevó una gran sorpresa al encontrar en un rincón del lugar un florero lleno de rosas marchitas. Le dio algo de tristeza verlas sin embargo un foco pareció prenderse en su cabecita.

Corrió hasta él y lo cogió para luego darle un ultimo vistazo a Louis quien abrazaba la paja como si fuese el rizado. Salio del granero con la intención de no emitir ni el más mínimo melifluo para luego presenciar el clima.

El sol se divisaba con escasez atrás de las montañas, iluminando el cielo con colores rosas. Lo cual fascinó al rizado.

Corrió hasta unos arbustos donde a su parecer se hallaban las más lindas rosas de todo el lugar y comenzó por sacar las más bonitas e ir colocándolas una por una en aquel florero de porcelana lleno de polvo.

Tarareo una de sus canciones favoritas mientras daba por terminado su trabajo. Sin embargo una peculiar voz le hablo a sus espaldas.

—Esta es para ti, Hazz— dijo Louis a sus espaldas mientras se hacia presente en el campo visual del ojiverde.

Depositó una rosa blanca en sus alborotados rizos color chocolate para luego sonreír mostrando su fila de dientes de leche.

—Es hermosa— menciono el rizado con las mejillas calurosas.
Cogió la más lindas de las rosas del florero y se la entregó a Louis con timidez.

Louis la sostuvo entre sus deditos con algo de vergüenza para luego colocar el tallo de esta entre sus dientes.

Ambos rieron para posteriormente caminar de vuelta al granero tomados de la mano.

Harry coloco el florero ahora lleno de rosas frescas y renovadas en el centro del granero para luego sonreír con orgullo debido a darle algo de vida al lugar.

—Se ve muy bonito, deberíamos venir más seguido a cambiar las rosas— mencionó Louis admirando el trabajo del chico de sedosos cabellos rizados color chocolate.

—Si, vendré a cambiar las rosas todas las semanas, para recordarte cuando no estés aquí— Mencionó Harry tímidamente jugando con sus deditos inquietamente.

Louis sonrió de oreja a oreja y luego coloco su brazo sobre los hombros de Harry como para indicarle que el estaba ahí en esos momentos para él.

—Hazz, deberíamos volver, mi familia debe estar preocupada por mi, y de seguro la tuya por ti también— dijo Louis con angustia por tener que separarse del rizado.

—Si, vamos— dijo Harry sosteniendo entre sus pequeñas manitos la suave y delicada manito de Louis para sentirse protegido.

Salieron del granero dejándolo cerrado y guardando el recuerdo de la hermosa experiencia que vivieron allí.

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⏰ Última actualización: Jan 10, 2016 ⏰

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My Firefly (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora