Emma

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Emma era una adolescente de apenas diecisiete años que recién termino la secundaria. Era una chica de estatura baja, sin serlo en exceso, con el cabello castaño por debajo de los hombros, contextura delgada, unos ojos achinados y marrones, algunas perforaciones en la cara y tatuajes en los brazos y pierna. Emma era aquella persona que te cuenta como esta día a día y piensas "¿Por qué sufre tanto?"

Emma era mi amiga, una a la cual aprecio mucho. La conocí a principios del año pasado por la red social Instagram, quien era mi pareja en ese entonces me había hablado de lo interesante que le parecía ella y su forma de ser. En un punto a mi también me empezó a parecer interesante: su gran cantidad de piercing, su forma de vestir, la música que escuchaba, su manera que explayaba su punto de vista eran algo, para mi, geniales.

A las pocas semanas, Axel, mi ex, me dijo que se había empezado a hablar con ella y que le parecía una chica increíble. Yo estaba contento por el, había conseguido lo que quería que era hablar con ella, en cambio yo, que también tenia las mismas intenciones, no logre nada por mi vergüenza. Él me contaba todo lo que hablaban, o en su mayoría, y poco a poco algo dentro de mi empezó a agrandarse, los celos. No se si estaba celoso por ella y la atención que le daba Axel o por la relación que estaban formando.

Luego de meses, con un lapso en el cual no estuvimos juntos, Emma y yo empezamos a respondernos tweets, hasta el punto que le mande un mensaje privado, justo el mismo día que Axel me había vuelto a hablar. Ese dia, no lo voy a olvidar nunca, si, suena asquerosamente patético, pero fue un día muy emocionante para mi. Hablamos poco ese día pues ella se habia quedado sin batería y no encontraba el cargador mientras que yo tenia que levantarme temprano porque al dia siguiente tenia clases.

Los días pasaban y Emma y yo hablábamos constantemente, sobre nuestro dia a dia y nos empezábamos a conocer mas y mas. Hasta que nos vimos en persona, en la casa de Axel. Ese dia me pase bastante con el alcohol y termine haciendo el ridículo. Pero recuerdo haber ido a un kiosco a comprar con ella, me habia regalado un alfajor, el cual nunca me comi por culpa de la amiga de Axel que también estaba ahí. Recuerdo haber cruzado la calle corriendo mientras venían autos de ambas direcciones, y a Emma gritarme que no corriera, cuando ella cruzo, me dijo que la habia asustado y que por el bien de nosotros no iba a decirle nada a nadie.

Ahí nuestra relación se fortaleció mas. Nos seguimos viendo y hablando, recordando aquel dia y aquellos papelones mios. Mientras mas hablábamos me daba cuenta de como era ella en realidad, Emma no era la chica fuerte y ruda que creia que era, era alguien débil y propensa al llanto. Por alguna extraña razon sentí que no debía dejarla sola, nunca.

Otro hecho que recuerdo fue el gran apoyo que me dio cuando termine por segunda vez con Axel, lo mal que me sentía y como ella me dio consejos para sentirme mejor. Habia sido muy duro para mi eso, separarme de él era algo que no queria hacer nunca, pero, era un mal necesario. Emma me entendía, ella habia pasado por una situación similar, por una relación toxica, donde los dos se están dañando pero no hacen nada para arreglarlo.

Ese dia tuve miedo de que nuestra amistad terminara, ella era muy amiga de Axel y me habia preparado para las palabras "No es por nada pero soy amiga de él, no puedo seguir hablando con vos", ya me habia preparado para perder a mi novio y a mi amiga, dos por uno. Pero no paso, ella se quedo conmigo.

La empece a conocer mas, me empece a preocupar cada vez que estaba mal, ella me contaba como se sentía y yo poco a poco empezaba a armar un árbol de personalidad.

Emma era una chica triste, deprimida, con problemas alimenticios, ataques de pánico, vida complicada. Y eso hacia que la quisiera mas y mas, ella era como yo, ella entendía como me sentía. Muchas veces coincidíamos con los sentimientos que teníamos, aquellas depresiones que duraban días por un motivo difícil de descifrar, o como nos sentíamos tristes solo porque nuestra mente decia "Me parece que estas bien, vamos a acomodarte", o como nos da pánico solo pensar en aumentar de peso.

Emma era una chica a la cual tenias miedo de agarrar porque tenias miedo de que se rompa por lo frágil que era, tenia ganas de abrazarla para que me pase todos sus malestares a mi, no me importaba sufrir, solo queria que ella no sufra mas, no llore mas.

Emma y yo compartíamos muchos gustos y aspiraciones, entre ellas, las ganas de morir. Los dos teníamos ganas de acabar con nuestras vidas, de dejar de sentirnos mal, pero a la vez parecía que nos buscábamos el dolor y el sufrimiento ¿Eramos masoquistas? ¿Nos habíamos acostumbrado a sentirnos asi? Por mas que nos dijeran algo bueno nosotros íbamos a estar mal por otra cosa, nadie nos entendía, solo el uno al otro.

Emma la estaba pasando mal últimamente, su relación con su novia se estaba volviendo mas tensa y la destruía, pero no ella sentía que no era el momento para dejarla ir. No la juzgaba por eso, trataba de entenderla, aunque no podia. Tampoco le iba a reprochar lo mal que le hacia aquella relación, yo sabia que ella iba a darle un fin cuando sinitiera que era necesario y nada iba a cambiar eso. Admiraba eso. Su relación con su madre era muy conflictiva, con su padre casi ni existía y con sus hermanos era normal.

Habia sentido que Emma entendería aquellas cosas por las cuales pasaba, las cuales no le contaba a nadie por miedo a que me juzguen o hieran. Sabia que Emma no me lastimaría, no me diría cosas para destruir el poco autoestima que tenia, y eso me agradaba mucho.

Yo, por mi lado, queria que su vida mejorara mucho mas, que dejara de sentirse mal, que empezara a ver el mundo con otros ojos, con entusiasmo, dejando atrás la depresión y triste que poco a poco la iba consumiendo. Queria que salga, sea conmigo, con Axel, con su novia, con quien sea, solo queria que despejara su mente con algo. Sabia que no podia estar siempre para ella, que en algún punto del dia, cuando estuviera sola en plena noche, la angustia iria, golpearía su puerta y destrozaría su buen humor, o ni siquiera tenia que ser bueno, mas bien neutral. Y no me llamaría, no me diría "estoy mal, necesito compañía" porque seguramente querria estar sola o no pretendía ser una molestia. Pero no lo era, nunca lo habia sido.

Emma, si llegas a leer esto, te quiero demasiado como para que acepte que estes triste, hundida en un pozo profundo, pero también se lo que estar ahí adentro, entendería que me dijeras que querías estar sola. Y el dia que me digas "quiero estar bien, quiero dejar de pensar cosas negativas" ayudaría aunque sea un poco para hacer eso posible.

Sin nada mas que decirte, me despido.

06/01/16



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