La practica se le hizo eterna al portero quien (gracias a su rutina frecuente de admirar al peliazul) había salido mucho más maltrecho de lo normal.
De pronto una voz muy conocida interrumpió sus pensamientos.
-¿Endo te encuentras bien? - preguntó preocupado Kazemaru.
Endo lo miró como si fuera de otro planeta. No es que no hablara con kaze ni nada de eso,solo que con el cambio en los sentimientos del castaño su cerebro se descolocaba al oír esa voz que se colaba en sus sueños.
Reaccionó después de unos segundos regalándole una sonrisa (y un sonrojo involuntario) al chico.
-Si kaze estoy bien,solo fueron unos raspones.- respondió el alegre portero.
-¿Estas seguro? Tienes la cara roja...- colocó su mano en el rostro del castaño para medir su temperatura ocasionando que este se colorase mas.
-Em...Kaze estoy bien...- dijó el arquero tratando de no morir por los nervios al sentir aquella suave palma.
-Mm esta bien...solo que me preocupo por ti- respondió el peliazul desviando la mirada.
Endo abrió los ojos asombrado. O su mente le estaba engañando o su querido amor platónico le había dicho que se preocupaba por el.
-Mira tus heridas...- kazemaru tomó su muñeca, guiándolo hasta el cuarto del club y haciendo que se sentase en una de las sillas -; Espera.
El de bandana pudo ver como su contrario sacaba un algodón y lo remojaba en alcohol, colocándolo sobre sus raspones para desinfectarlos.
-Perdona si te duele.- musitó el chico de ojos almendra y cabellos azulados.
-No importa.- susurró a su vez el portero.
¿Dolerle? Si para él era un sueño hecho realidad. Demasiado bueno para ser cierto.
Bueno,si era un sueño por lo menos aprovecharía para ensayar su declaración.
Endo tomo la mano de kaze llamando su atención y ocasionando que lo mirara a los ojos. Se produjo un silencio sepulcral hasta que el portero decidió hablar.
-Kazemaru...
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Para Ti ( Endkaze )
AléatoireEndo esta locamente enamorado de cierto chico especial pero no sabe si es correspondido,aun así tratara de conquistarlo.