El sonido de la campana marcó el inicio de otro día escolar.
Lo miraba desde la última silla. Al lado estaba mi mejor amiga que estaba hablándome y yo me dedicaba a ignorarla.
Volteó, me miró y Sonrió.
Desvíe mi vista al instante sintiendo mis mejillas arder.
-Mirajane ¿te sonrojaste?-me preguntó mi mejor amiga extrañada
-no.
Sonrío, la golpeé jugando y sonrío aún más.
