MI ÁNGEL Y YO

Capítulo cinco Cosas extrañas

_ Al día siguiente, Juan y yo queríamos despejarnos y (como él tenía edad para conducir) fuimos en conche a un campo bonito a ver si con el verde y el aire fresco nos despejábamos, paramos en una gasolinera, Juan se quedó en el coche y yo fui a comprar algo de chocolate, en esto un chico estaba pagando, se da la vuelta y salté del susto al ver que tenía cuernos incrustados en la frente, con la carne sobresaliendo alrededor de los cuernos y mirándome fijamente pero muy fijamente y sonrío al ver que me asusté mientras las puertas mecánicas de la gasolinera se abrían y cerraban porque él estaba cerca, me miraba con una mezcla de maldad, interés y deseo, como si me conociera de toda la vida y le llamara mucho la atención, se metió en el coche y se quedó parado mirandome fijamente con esa misma cara, me subí corriendo al coche, seguimos en marcha y ese tío venía detrás, hasta que Juan le dio el esquinazo, llegamos a nuestro destino muy confusos, mientrás andábamos  los dos vimos muy claramente a un hombre todo de negro detrás nuestra, y al mirar no estaba. Era Lucifer o Azrael. El verde campo y el olor a aire puro nos relajaban, nos dispusimos a volver a casa.
Cuando yo volvía a la mía, me encuentro con el hombre más guapo que había visto en mi vida y sentía que estaba muy protegida a su lado, igual que sentía al hombre de mis sueños, y me dijo:
- Ten cuidado, pequeña, no quiero que te pase nada
- ¿Por qué he de tener cuidado?
- Porque te persiguen, te persiguen porque eres muy especial, muy poderosa y muy bella. Y yo no soportaría que te pasará nada.
- ¡Gracias!, ¿Cómo te llamas?
- Miguel
- ¡¿Eres Miguel?! _es el chico del que hablaba Lucifer con tanto odio ~ pensé
- Sí
- Yo Malena
_ Ni se inmuto, parecía que ya sabía mi nombre.
- Malena, quiero acompañarte a casa, no quiero que vayas sola.
- Vale _ sentía que podía confiar en el, me era conocido aunque cualquier persona me dijera que estoy loca que no le conozco, que puede ser malo, yo sabía que no.
Durante el camino no hablábamos de nada, aunque nos mirábamos todo el rato, él era rubio con el pelo medianamente largo, ojos azules como el cielo y piel blanca, facciones viriles muy marcadas (mandíbula fuerte), labios sensuales y transmitían una sensación de rudeza, su voz grave y transmitia fuera y masculinidad, barba de unos dias y unos músculos de dios griego y con pelo en pecho, manos grandes y fuerte de guerrero, muy alto, con porte majestuoso y gallardo, vestía una camisa blanca tan resplandeciente que me llamaba la atención, nunca había visto una camisa blanca tan resplandeciente, parecía que tenía luz propia. Llegamos al portal y él me dijo que me quería acompañar hasta la puerta de mi casa y yo accedí.
Ya en la puerta...
- Gracias, Miguel por acompañarme.
- Nada, es mi deber y mi deseo protegerte.
- ¿Tu deber y tu deseo? ¿Por qué?
- Porque siento que debo hacerlo
- Vale ~ dije no muy convencida de su respuesta, sabía que no era esa.
¿Por qué me persiguen?
- Por tu poder, tu energía, tu naturaleza, tu belleza, por muchas cosas, ya las irás descubriendo.
_ Él ya se iba y le dije:
- Adiós, Miguel.
- Hasta pronto, Malena, nos volveremos a ver.
- Hasta pronto.

_ Me parecía raro que dijera que nos vamos a volver a ver, aunque estaba encantada de que así fuera

Luego al irme a dormir, a medida que me iba quedando dormida sentía que estaba en un estado especial, y que ese hombre estaba a mi lado, me cogía por la cintura y yo sentía que estaba en la gloria otra vez, me acariciaba la mejilla y acercaba mi boca a la suya para darme el beso más maravilloso de mi vida, fue largo, luego sentía que estaba entre sus brazos de nuevo.
Le pregunte:
- ¿Me amas?
- Sí

_ Esa voz era la misma que la que tenía Miguel.
- ¿Quién eres?
- Miguel, Miguel el Arcángel, el arcángel san Miguel
- ¿Queeeé? ~ pregunté con felicidad

_ Le vi el rostro y era el mismo que el del Miguel que me acompaño a mi casa

¡¡ESO QUERÍA DECIR QUE ESTABA CON SAN MIGUEL ARCÁNGEL!!
¡¡NO PUEDO SER MÁS FELIZ!!
¡¡EL HOMBRE DE MI VIDA ES UN ARCÁNGEL Y NO UNO CUALQUIERA!!