Capítulo seis

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Estándo emocionada y conmocionada por mi descubrimiento, besé a Miguel con todo el amor del mundo, fue el beso más maravilloso que he sentido en mi vida, sentía mariposas en mi estómago, le acariciaba el torso y tenía unos músculos que no podían ser humanos, no he visto esos músculos en mi vida, algo que no me extraña viniendo de un arcángel y encima el jefe de los arcángeles, el príncipe del cielo.
Me apoyé en sus pectorales fuertes y poderosos, él está encantado, le beso más y más, parecía que iba a llegar a algo más que besos, siento que me derrito con sólo su roce, le digo que le amo, él me dice que también, me voy excitando todavía más, quiero que me haga suya, es mi hombre, mi otra mitad, mi alma gemela.

Nos separamos para coger aire, y aproveché para que me aclarara un par de dudas.
- ¿Por qué Lucifer te odia tanto? ~ logré decir aunque su belleza viril me atontara.
- Porque le derroté y le vencí ante su ejército de ángeles en la gran batalla del Cielo.
Yo junto a mi ejército de ángeles, le vencimos a él y a sus ángeles rebeldes, él pretendía ser igual o superior a Dios y un tercio de los ángeles le siguió en su traición.
Se pretendían rebelar y alterar el orden en todo el universo y acabar con Dios.
Ante su arrogante e inaceptable grito de ¿Quién como yo? Yo le respondí ¿Quién como Dios? ~ dijo con la mandíbula apretada y los puños cerrados y apretados, sentía furia, ira santa más bien.

- Lucifer dijo que me haría suya, delante de ti mientras agonizas.
- Sí ~ en su rostro se podía ver una ira santa implacable. Él se quiere vengar de mí, haciendote suya y encima delante mía.
Ya que quiere hacerme sentir la ira que le hice sentir a él venciéndole y hacerme daño haciendo suya a mi amada ~ me sonrojé al ver que se refería a mí como su amada y miré para abajo.
Y él es......mi hermano, mi hermano pequeño.

_ Me quedé con los ojos como platos, Lucifer era ¿su hermano? No tenía sentido.
- ¿Y por qué tenéis esa rivalidad?
- Ya la teníamos desde antes de que nos traicionara, él decía que yo era el favorito de nuestro padre, que yo quería ser mejor que él, que me creía superior, que ya estaba harto de que mi grandeza le eclipsara. Yo no pienso ni me creo mejor que nadie pero él se pensaba que sí.
- Te tenía envidia ~ dije convencida.
_ Hizo caso omiso a mi comentario, como si le pareciese soberbio pensar que alguien le envidiaba.
- Él siempre me ha odiado, aunque en un principio éramos medianamente amigos, ya fue la gota que colma el vaso, cuando se te acercó pidiéndote tabaco y luego subió a las puertas del Cielo a hablar conmigo y me dijo que eres muy bella y que ha estado a unos milímetros de tus labios, que te va a arrebatar de mis brazos y que lo hará contigo mientras yo muero; sobre mi cadáver, me hizo sentir tanta ira, que le pegue puñetazos y puñetazos hasta dejarle con los ojos morados y la boca sangrando y él se seguía poniendo chulo y hacía como que se reía.
- Pues que asco de ser
- Sí ~ dijo mientras me besaba en los labios en un beso maravilloso, nuestros labios se quedaban como unidos, era todo tan maravilloso.

Mira por dónde, dos hombres rivalizan por mí, y no dos hombres normales, no no no sino dos arcángeles, uno caído y uno fiel.......

MI ÁNGEL Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora