La hija de un Dios

Capítulo 1

Mi nombre es Akira Amane y tengo apenas 8 años de edad. Mi pelo es castaño y mi piel blanca, mis ojos son de color rojo, dicen los doctores que se trata de un error genético pero sinceramente no creo que algo tan bello pueda ser llamado un error.

En este momento estoy viviendo con mi madre; una gran actriz de cine y una estupenda modelo conocida por todo Japón. Mi madre me ha llevado varias veces al trabajo pero el Sr. Matsuda siempre se enoja porque dice que no es bueno para mí y menos a esta edad. Lo entiendo pero es muy divertido y fácil.

En casa solo somos mi madre y yo, mi mamá dice que mi padre murió hace algún tiempo en un intento de salvar al mundo, me hace feliz saber que era un buen hombre, mi madre dice que igual era inteligente y bueno en la escuela como yo. Me hubiese encantado conocerlo.

Cambiando de tema, desde hace unos días he descubierto varias cámaras en nuestra casa, lo cual me preocupa un poco. Creo que tendré que decirle a mamá.

--Se reporta que han habido varias series de asesinatos en diversas carceles de Japón...-- era la televisión.

¿Asesinatos?

--Parece que todos murieron de un repentino ataque al corazón. Muchas personas llaman a esto "El regreso de Kira". ¿Será cierto que Kira a vuelto?...

La televisión se apago de repente sin dejarme escuchar nada más.

¿Kira? Se parece un poco a mi nombre...

Observe discretamente que una de las cámaras de la sala se movía en dirección a donde estaba. Era como si quisieran ver mi rostro. Momentos después mi madre salió con una toalla colgada del hombro de su habitación.

--Mamá

--¿Si cariño?

--¿Quién es Kira?

Se veía sorprendida. Pero logró calmarse a sí misma.

--Es alguien que se desvió del camino.

--¿Porque?

--Es solo que apareció en la tele. Parece que ya ha matado a mucha gente.

--¡No puede ser!-- se dijo a si misma.

--Mamá y otra cosa más... Alguien nos está observando y no me gusta-- dije con un tono inocente.

--Debes estar bromeando, ¿no?-- negué con la cabeza.

--Observé a una de las cámaras escondidas en el techo fijamente. ¡Ahí esta una!-- dije firme --Es de mala educación el estar vigilándonos de esa manera.

--Oye Akira. No sabemos quién sea, mejor baja la voz-- me tomó de los hombros.

--No, está bien. Si nos querían hacer algo, ya lo hubieran hecho, las cámaras son de la fuerza especial.

Sonará egoísta pero siempre tengo la razón, nadie me lo puede negar.

P.O.V. Matsuda

No puedo creer que las haya visto todas Akira, te pareces a tu padre.

En este momento les estoy observando desde el cuartel de la fuerza especial.

Me pregunto cómo sabe que somos nosotros.

--¿Cómo lo sabes?-- preguntó Misa

--No nos han hecho daño-- miró hacia la cámara de una de las esquinas del techo-- Señor Matsuda...pervertido.

Un momento...¿como me ha llamado?

Misa le entregó un pequeño papel hecho bolita. Akira lo abrió y empezó a reír para enseñarlo a la cámara.

"Idiota pervertido"

Estas chicas si que me sacan de quicio. Se suponía que Misa no lo sabía.

--Pensé que ya habíamos terminado con esto-- dijo enojada Misa y empezó a gritar por todas partes.

Akira se acercó a un rincón de la habitación, donde estaba oscuro, veía algo ahí.

--Mamá...

--Espera Akira, ¿no ves que estoy hablando con él?

--Hay algo ahí-- señaló con el dedo.

Misa se calmó. Y dirigió la vista a donde señalaba. Todas las cosas alrededor de ellas empezaron a caer de manera agresiva sin razón.

--Mamá ¿qué pasa?-- preguntó Akira asustada abrazando a Misa.

Tomé el teléfono rápidamente y marque a su casa, pero a través de la cámara vi como desenchufaban el cable.

Debe ser uno de ellos. Un shinigami.

--¡¡Aizawa!! ¡¡Manda una unidad a la casa de Misa Amane!!-- grite y sin dudarlo el fue a dar la orden.

P.O.V. Akira

Mi madre me tomó de la muñeca y salimos de la casa corriendo, con la vista ubicó el carro y me subió primero. Estando dentro algo nos empujó con mucha fuerza que casi voltea el carro.

--Akira, ponte el cinturón-- dijo jadeante, yo obedecí.

Piso el acelerador y salimos de la calle, en un principió el carro se zangoloteaba como antes, después de un tiempo cesaron.

Yo seguiré en shock, no podía reaccionar bien y en cuanto me si cuenta ya estábamos en la carretera, al parecer ya se había calmado todo al menos eso creía.

--Akira, yo te amo-- dijo llorando.

--¡Mamá!

Pude ver una sombra de un auto estrellandose en lado de ella y yo...recuerdo unas cosas, como las luces que me cegaron, el sonido del cristal rompiendose, el rechinado que hicieron las llantas contra el piso de la carretera; en ese momento no sabía si iba sobrevivir, estaba segura de que mi madre no lo haría, rogué para no tener la razón...después de todo no me gusta tener la razón, espero que no la tenga...al menos por esta vez.