Ya habían pasado dos días e íbamos con Blake camino a casa, nos prometió que jamás volvería a intentar suicidarse y con eso, quedamos satisfechas, sabemos que si Blake promete algo, lo cumple.
-Pronto será el cumpleaños de alguien.- dijo Cloe canturreando y mirándome de reojo.
Si, en dos semanas sería mi cumpleaños número diecinueve, no estoy emocionada, es solo un cumpleaños.
-No quiero nada.- dije.
-Oh, eres una aburrida.- dijo Cloe.
-De verdad no quiero nada.- repetí.
-Está bien.- dijo la pelirroja un poco decepcionada.
Llegamos a casa, las chicas fueron a sus habitaciones y yo decidí salir a dar un paseo.
Fuí al centro de la ciudad, donde están las tiendas. Ya empezaba a hacer frío, así que compre ropa para la ocasión.
Me dió hambre y me dirijí hacia donde estaban los lugares de comida rápida. Miraba todo lo que vendían, no sabía que comer, todo se veía delicioso, hasta que choco con algo... mejor dicho alguien. Bruno.
-Emily, no esperaba verte aquí.- dijo Bruno
-Es el centro, nada fuera de lo normal.- le contesto distante.
-Lo siento, me expresé mal, quería decir que es raro verte sin las chicas, siempre están juntas.
-A veces debo tener tiempo para mi sola, no puedo estar todos los días con ellas.- dije dedicándole una sonrisa.
Hubo un silencio incómodo no tenía nada que hablar con Bruno, el me miraba fijamente, no sabía que hacer, hasta que él rompió el hielo.
-Te invito a comer.- dijo sonriendo.
-Emmh...claro.- dije nerviosa.
Empecé a dirijirme a los lugares de comida rápida, pero paré en seco cuando Bruno me jaló del brazo.
-Emily, ¿de verdad comes aquí?, toda esta comida está llena de grasa.- dijo mirando el entorno con asco.
-Si...me gusta comer aquí.
-Oh no querida, conmigo no vas a comer estas asquerosidades, vamos a un restaurant que conozco.
Dicho eso me llevó casi volando a su auto, el viaje fue bastante incómodo, no hablamos nada.
Llegamos a un lugar que parecía de lujo, el bajó del auto y me abrió la puerta.
El lugar era muy elegante, mucho para mí, pero que iba a hacer, él me invitó. Nos sentamos quedando frente a frente y lamentablemente se formó el silencio incómodo que tanto odiaba.
-Y... ¿que van a pedir?.- preguntó el mesero que apareció de repente.
Emmh...- digo mirando la carta que estaba sobre la mesa.- lo más barato.
-¿Como que lo más barato?, Emily, yo te estoy invitando, pide lo que sea.
-Bien, me gustaría pedir salmón a la plancha.- dije mirando al mesero.
-¿Y el señor?- dijo mirando a Bruno.
-Lo mismo.
El camarero se fué y Bruno empezó a hablar.
-¿Que ha sido de tu vida, Emily?, ¿algún novio?
-No, no tengo novio.- digo.- ¿y tu, como vas con Debra?
-Emmh, no muy bien, es un poco controladora, sabes.
-¿Porqué?
-Siempre quiere saber donde estoy, con quién estoy, que hago.- dijo Bruno alterado.
-Las mujeres somos así.- dije soltándo una pequeña risita.
-Tu no eras así.
-Bruno, teníamos catorce años, éramos unos niños.
-Tienes razón.- dijo.
Pasamos toda la tarde entre risas, de a poco nos íbamos agarrando más confianza, pero llegó la hora de irse.
-¿Quieres que te vaya a dejar?.- dijo Bruno.
-Si no es molestia...- dije tímida.
-Para nada, sube.- dijo abriendo la puerta del auto.
Le dí la dirección y llegamos, el auto estaba parado en frente a mi casa.
-Gracias Bruno, la pasé muy bien.- dije abriendo la puerta para bajarme.
-Espera.- dijo agarrándome del brazo.- dame tu número, así nos podemos seguir juntando.
-Claro.- le dí mi número y estaba por salir, pero Bruno me agarró el brazo de nuevo, esta vez estaba muy cerca de su cara, él se iba acercando cada vez más, para darme un beso en la comisura de mis labios.
-Adiós.- dijo sonriendo.
-Adiós.- dije para bajar de auto.
Entré a casa con una sonrisa en la cara, pero la borro inmediatamente, cuando veo a Andrea, Blake y Cloe, con cara de pervertidas.
-¿donde estabas?.- preguntó Andrea sonriendo pícaramente.
-Estaba en el centro comercial, ¿porqué?- dije nerviosa, sacándome el bolso y dejándolo en el sillón.
-Si, pero ¿con quién?.- habló Blake.
Era tarde, estas chicas eran astutas, me habían descubierto, debía confesar.
-Con Bruno.- dije tragando sonoramente.
-?!?!Con Bruno?!?!- exclamó Blake.
-Si, con Bruno, me invitó a comer, como amigos.- digo simulando desinterés.
-Está bien, nada más recuerda que tiene novia y esa novia es mi peor enemiga.- dijo Cloe.
-Claro, pero dije que salimos como compañeros, amigos, socios, nada más.- dije subiendo a mi habitación.
Al llegar me tiré en la cama, me estaba quedando dormida, cuando siento que suena mi celular.
____________________________________Desconocido:
"Hola Emily, soy Bruno, quería decirte que la pasé muy bien contigo hoy, podemos volver a juntarnos la próxima semana, si quieres.
Al ver que era de Bruno, sonreí inconcientemente y lo agregué, para enviarle un mensaje de vuelta.
Yo:
"Claro que podemos volver a juntarnos la próxima semana, pero esta vez yo pago, también la pasé muy bien contigo hoy, Bruno.
Saludos, Emily
____________________________________
Ahora sí me iba a quedar dormida, pero recordé algo que me inquietó bastante.
"Flashback"
-No podemos decirle a Emily, tu sabes que no reacciona bien.- decía Andrea.
-Lo sé y Bruno también sabe, por eso debemos mantenerlo en secreto si queremos que funcione.- agregó Cloe.
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Era bastante raro lo de Bruno, iba a averiguar que estaban tramando, pero mi investigación empezará mañana, hoy quiero dormir. Y al fin caí en un sueño profundo.
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Las Raras
Teen FictionCasi todos los grupos de amigos en el instituto están divididos por populares, nerds, emos, hipsters. Ni siquiera se hablan, construyen barreras entre ellos, pero, ¿Qué pasaría si mi grupo de amigas no es como los otros? Así es, mi grupo de amigas...