Lo primero que hice al despertar fue mirar a mi lado, estaba sola, suspire con alivio.
Un repentino dolor se hizo presente desde mis piernas hasta mi cuello, si, tal vez un poco exagerado pero así dolia.
Sentía ganas de llorar, por lo ocurrido anoche, saque la frazada y me cubrí con la sabana y me levante. Y ahí en él centro de la cama vi la mancha, trague duro y me metí al baño dejando la sabana en él mismo tachó donde anoche había dejado él vestido, que ya no estaba.
Abrí la ducha y deje que se templara, cuando estuvo a mi gusto me metí en un intento de relajarme, me sentido en él piso de la bañera y me hice una bolita dejando que él agua se llevara él estrés, por así decirlo. Me sentía sucia de alguna manera.
Cuando salí de la ducha me envolví en una toalla y tome unas prendas del armario, un pantalón tiro alto y una básica, poco convencida con la ropa me senté en la orilla de la cama, me debatía entre salir y hacer de cuenta que estoy feliz, salir y no decir nada, o quedarme en la habitación hasta dormirme,otra vez.
Como ninguna era recomendable, solo opte por bajar a comer algo.
Cuando baje me dirigí a la cocina, allí había 2 señoras que al notar mi presencia se acercaron a saludarme con un 'señora' y me sonrieron con dulzura, no pude evitar recordar a mi nana, una triste y débil sonrisa se deslizó por mis labios.
Me llenaron de preguntas, como quería mi desayuno, mis preferencias, se disculparon por no ir a la habitación a ofrecerme algo. Me hizo sonreír verlas así. Sus nombres Rosa y Marta [Que nombres Vieja]
- Primero que nada, no tienen por que disculparse - ambas me sonrieron y asintieron. - Yo como de todo, así que por eso no se hagan problema, si? - ambas rieron.
- El señor pidió la mejor atención, para usted - rodé lo ojos.
- Hablando de eso... Donde esta?
- Siempre sale bien temprano y vuelve para la comida - dijo Rosa, mientras preparaba algo.
Unos minutos mas tarde, con preguntas básicas y sencillas, me sirvieron el desayuno.
Las señoras desaparecieron de mi vista uno minutos después, una vez que termine el desayuno lave lo sucio y decidi salir a recorrer la casa.
Una casa realmente hermosa, y como ya era costumbre salí, también estabamos en un campo. Baje las escaleras y me senté, gente iba y venia, hombres en realidad.
El aburrimiento me consumía, que hice para merecer estar aquí?
Todo pasa.
La voz en mi cabeza me hablaba, encima Loca.
Me concentre, mas bien me perdió, mirando hacia arriba, era lo mas entretenido que podía hacer en estos momentos.
- ¿Que haces? - pregunto una vos, que supongo se dirigía ami.
- ¿Mmmh?
- ¿Que haces? - el mismo tono de voz, Fernando. Baje mi vista hacia a el, se encontraba mirándole fijamente, ¿su cara de orto sera habitual? Parece enojado, o no se.
- Miro... Los pájaros - me encogí de hombros. Junto sus cejas y miro arriba.
- ¿Que pájaros?
Bueeeee ignoralo.
- Estoy aburrida, solo eso - fije desviando mi vista a mis uñas, su mirada tan fija me empezaba a incomodar.
Solo se quedo ahí, mirándome. Lleve mis ojos a los suyos. Sentí el calor instalado en los mejillas, agh, estúpido Fernando.
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Mi Vida A Su Lado. (Fernando Gago Y Vos)
RomanceTan solo tengo 17 años, el es un perfecto extraño, su nombre es Fernando Gago y tiene 29 años. ¿Que mas se de el? Nada. Lo conocí el día en que me case, el día que me obligaron a casarme. Mi vida a su lado...desde el 'acepto' es todo un misterio por...