2.Sr Zu

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-No podemos volver, quemaran todo- dijo Naomi mientras se alejaban del lugar que los vio crecer.

-¿A dónde iremos?- preguntó Jin bastante triste y preocupado por su padre, ya que entre tanta agitación había desaparecido.

-Mi padre me dijo que fuera con el sabio, que ahí estaríamos a salvo, vamos- los animó a que avanzaran por el camino.

El sabio vive pasando la montaña desviándose del camino principal, Naomi sabía como llegar ya que con su padre solían hacer caminatas por los alrededores del pueblo y a la lejanía podían observar la casa del sabio del que le había hablado su padre aunque Naomi nunca lo haya visto, solo observo aquella casa a la distancia, su padre era el que sabía quién vivía ahí y le denominaba "sabio".

Desviándose del camino principal el trayecto se hace más difícil, entre los abundantes árboles en el bosque y la inclinación de la montaña lo hace bastante complicado. Tras algunas horas de caminata llegaron a las afueras de la casa de aquel hombre. Una cantidad considerable de pájaros se encontraban posados sobre la techumbre, un pequeño riachuelo seguía su camino a unos pasos de la casa junto a unos árboles que se movían suavemente por la acción del viento. Se acercan y tocan la puerta, esperaron un poco y como nadie respondió decidieron abrir la puerta y entrar. Al fondo de aquel salón se encontraba un hombre meditando, el que parecía que llevaba horas en la misma postura.

Su enorme sombrero tapaba su rostro pero se sentía en el ambiente el gran control que tenia de todo lo que estaba pasando a su alrededor, al lado tenía una espada de madera que al parecer mantenía ahí sin haberle dado uso recientemente.

-Mi padre me envió hasta aquí- dijo Naomi con muchas dudas de que el la ayudaría.

-Significa que tu padre está muerto....-dijo aquel hombre misterioso sin siquiera mover un músculo manteniendo la postura en la que se encontraba.

-Quiero hacer que paguen por lo que le hicieron- dijo Naomi con mucha tristeza sin evitar soltar una lagrima, Jin y Mei bajaron la mirada intentando evitar el llanto, en ese momento el hombre se levanta y se saca el sombrero dejándolo a un lado.

-Le hice una promesa a tu padre, y la cumpliré, te daré mis conocimientos para que tú tomes la decisión de qué hacer con ellos, de tus amigos no te preocupes, se pueden quedar también.

-¿Lo conoció?- Dijo Naomi mirándolo con esperanza en sus ojos.

-La situación no fue la mejor pero tuve el honor de haber conocido a tu padre, fue un gran hombre, no tengo dudas de que inculcó lo mejor de él en ti, me dijo que si algo le pasaba enviaría a su hija ante mí- tras terminar esta frase el hombre hace una seña para que lo sigan, llegaron hasta una habitación y el hombre les sirve té a cada uno.

-Soldados de Forzar atacaron el pueblo, mataron a todos y se llevaron a mi padre- dijo Jin con resignación en su mirada.

El hombre estira su mano y la apoya en el hombro de Jin el cual comienza a llorar desconsoladamente, es evidente que la tristeza agobia los corazones de estos niños, pero el hecho de poder salir con vida de aquel fatal suceso les da una oportunidad de volver a nacer, de seguir luchando y crecer, evidentemente por un alto precio a cambio.

-Mi nombre es Waizu, pero me pueden decir Sr.Zu, si han perdido a su familia esta será su nueva familia- señaló con luz de esperanza en su mirada y tratando de desviar sus mentes del trauma por el que tuvieron que pasar.

Tras haber terminado su té el hombre sale de la casa junto a ellos y comienza a enseñarles a Jin y Mei la meditación por lo que al rato todos se encontraban meditando a las afuera del hogar, escuchando solo el ruido del viento y el cantar de los pájaros.

Pasaron algunos meses en la casa de Waizu viviendo juntos, entrenando mente y cuerpo, solían hacer carreras en medio del bosque de las cuales Jin siempre salía victorioso, los tres se encontraban en armonía con el bosque, aprendieron a seguir huellas, los mejores lugares para cazar y pescar. En estos meses la relación de este grupo se hizo cada vez más fuerte, ya solo por instinto sabían que hacer en diferentes situaciones sobre todo cuando iban de caza, Mei era la estratega, tiene prácticamente la misma edad que Jin y Naomi, solo nació unos meses después que estos pero su inocencia era mucho mayoral igual que si inteligencia.

Estando en casa solo los tres mientras Waizu fue de casería, Naomi porque estaba aburrida entró en las habitaciones buscando algo que hacer, entra en la habitación de Waizu y tras mirar entre sus cosas encuentra un emblema del reino de Templar, el reino en el cual se encuentran, también encuentra una carta la cual dice:

"Estas son las últimas palabras que puedo dedicarte ya que tanto tu vida como la mía corren peligro, fiel amigo el universo conspiro para formar nuestra amistad aquel día en que llegaste al templo herido y siendo perseguido por soldados del reino al cual pertenezco y por el hecho de que tu no lo seas fuiste buscado, sé las cosas que tuviste que hacer en tu pasado pero no te condeno por eso, sé que de alguna manera podrás devolverme el favor que sin interés he hecho, si muero solo te pido que cuides de mi hija ya que ella es la esperanza del reino y quizás del mundo, tu cambio de vida solo traerá cosas buenas para tu ser interior y para así también evitar poner en riesgo tu propia existencia, por eso respeto tu decisión de alejarte de todo y no volver a formar parte de Forzar ni de ningún ejercito del reino que sea, no volveré a buscarte para evitar ponerte en riesgo, solo espero que tengas una vida prospera y feliz. Se despide tu fiel amigo L. Yamada"

"Una carta de mi padre" pensó Naomi soltando unas lágrimas que se limpió inmediatamente con la manga. Esto motivo a Naomi a hacer justicia sobre la masacre que aquel malvado ejercito realizo en un poblado pacifico que no merecía aquel final.

A las horas después la noche abrazó la región en la oscuridad y mientras todos dormían Naomi se levanta y sale al pasillo exterior de la casa y se sienta a mirar las estrellas como lo solía hacer con su padre. Pasados unos minutos llega Jin y se sienta a su lado.

-Naomi, quiero que sepas que te quiero y estaré siempre a tu lado para ayudarte como lo hiciste tu esa horrible noche, mi hermana y yo te debemos la vida además la verdadera amistad resplandecerá por siempre- terminó la frase sin dejar de mirar ningún instante las estrellas.

Naomi solo lo miró con ternura y soltó una tímida sonrisa ya que sabía y confiaba plenamente que las palabras de Jin nacieron de su corazón.






El viaje de NaomiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora