El viaje de Naomi

3. Salto de fe

Pasaron 7 años viviendo junto a Waizu, entrenando su mente y su cuerpo, a menudo iban a un pueblo cercano por provisiones y a matar el tiempo. Al volver de una visita al poblado se encontraron con una escena que nunca se esperarían. Waizu se encontraba tendido boca abajo sobre el suelo y al lado una taza de té derramado.

-Sr. Zu ¿qué le pasa?- corrió rápidamente Mei a levantarlo.

-Creo que ya llego mi momento- dijo tras toser con bastante frecuencia.

-Para serles honesto desde hace mucho que no me siento bien, mi vida terminará hoy pero la suya continuará... no quiero que terminen sus días aquí- dijo entre la tos que le daba constantemente, entre los tres lo cargaron y lo llevaron a su cama.

-Naomi, nunca abandones la katana, ni a Jin y Mei.... Jamás- Waizu bajo la mirada – Cambiaran este mundo lleno de egoísmo y codicia-.

La muerte venía por aquella alma que bastante lo hizo esperar, ya estaba en edad avanzada con una vida llena de cambios horribles y bellos momentos que se llevara con él. Poco a poco Waizu cerró los ojos y por primera en mucho no sé escucho absolutamente nada, el silencio que ni las aves se atrevieron a romper, se despedían del alma de aquel hombre que muchos años se arrepintió de lo que hizo bajo órdenes de otros, por conocer al padre de Naomi quien lo salvo y que además lo escondió de su propio reino y le dio una oportunidad para seguir viviendo.

La tristeza de estos jóvenes que terminaron de criarse con él era evidente, lo enterraron junto a una vista hermosa del valle, dejaron flores en su tumba en la cual las aves se apoyaban sin miedo. Volvieron a su hogar con un vacío en sus corazones, se fueron en silencio a tratar de conciliar el sueño esa triste noche.

Mei se levantó temprano por provisiones al pueblo, en la calle principal observa a la distancia soldados de Forzar forcejeando con unos comerciantes, trato de evitar los problemas y continuo con su camino, se detiene a observar las afueras de una tienda y sin querer escucha a dos pueblerinos conversar, "Forzar esta atacando más poblados de Templar, al parecer están en busca de algo" "dicen que han acabado con muchas villas" y sin siquiera pensarlo Mei apretó su mano con fuerza recordando por lo que tuvo que vivir, volvió a casa bastante preocupada.

-Forzar continua atacando villas en Templar- dijo Mei tras haberse reunido con los demás en casa.

-¿Qué hacemos?- preguntó Jin mirando a Naomi.

-Debemos luchar, debemos evitar más muertes de inocentes, por nuestras familias y por las que vendrán debemos partir a la capital del reino... por Sr. Zu, hay que hacerles pagar por todo el daño que han causado- dijo Naomi mirando a Jin y Mei, los cuales afirmaron con la cabeza.

-Siempre juntos- dijo Jin, Naomi acerca su katana, la desenvaina y corta levemente la palma de su mano, la de Jin y la de Mei.

-Lo que se une hoy, no será separado mañana- dijo Naomi con decisión en su mirada y estira su mano sobre la katana y los hermanos apoyan las suyas sobre la de ella sellando en ese instante un pacto de sangre que juraron no romper.

Decididos a partir recogieron sus cosas y para liberar todo el sufrimiento, la amargura, las historias que terminaron y en honor a Waizu prendieron fuego a la casa marcando un antes y un después en sus vidas, crecieron, dejaron de ser niños, llevándose a todos sus seres queridos en su corazón decidieron dejar atrás el pasado ya que no tenían a donde volver, decidieron dar ese salto de fe sin esperar nada del futuro.

Pasaron por diversos campos hasta que cayó la noche, lograron llegar a un pueblo y pidieron una habitación para dormir ya que al día siguiente los esperaba todavía un largo viaje. A medida que se acercaban a la capital los poblados eran cada vez más grandes con muchas más personas en las calles. En el camino de una ciudad a otra se toparon con un grupo de soldados de Forzar, a medida que se iban acercando a ellos los soldados se inquietaban más.

-Pero que bellezas- dijo un soldado con cara de perversión, y se pusieron al frente de los jóvenes, uno tomo la mano de Mei y la acerco hacia si, en cuanto lo hizo Jin lo golpea provocando que el soldado caiga al suelo.

-¡Corran!- les dijo Jin, corrieron tan rápido como pudieron en dirección a un bosque que estaba a unos metros del camino. Corrieron hasta encontrarse con un joven mercader que estaba acampando en el bosque y que al parecer hace pocos minutos se había despertado.

Salió de su carpa a estirar los brazos cuando el grupo de jóvenes paso a un costado de él, "señor por favor escóndanos" dijo Mei mirando al mercader bastante asustada, a lo que el mercader les responde con una seña con su mano indicándoles que entraran a la carpa, entran rápidamente y a los segundos llegan al lugar los soldados.

-Haz visto pasar 3 templarios- le preguntó uno de los soldados al mercader.

-Se fueron en esa dirección- levantando el brazo les señalo cualquier dirección, los soldados siguieron la indicación y continuaron su carrera en busca de los jóvenes. Pasados unos segundos los jóvenes salieron de la carpa del mercader y le agradecieron la ayuda que les presto.

-¿Se dirigen a la capital?- y sin esperar respuesta continuó -Con razón no saben que muchos caminos están siendo controlados por soldados de Forzar-.

-Pensamos inscribirnos en la armada y luchar por Templar- respondió Naomi con algo de intriga en aquel mercader.

-¿Puedo saber tu nombre?- preguntó Naomi.

-Mi nombre es Ichiba, mercader que ha recorrido los 6 reinos con las más grandes riquezas y que se encuentra de vuelta a su dulce hogar - dijo tomando una postura épica digna de un gran gobernador. Mei no pudo evitar soltar una pequeña risa la cual intento pasar desapercibida tapándose la cara con la mano.

-Además se dirigen al mismo lugar que yo, vamos juntos, hay muchos caminos controlados por soldados y tengo un buen camino para llegar a la capital- dijo mientras guardaba su carpa, sus provisiones y cargaba a su caballo –además si hubiera querido ya los habría entregado- les dijo mirándolos con entusiasmo.

-Sepueden quedar en las habitaciones de mi familia, se las dejo algo más baratas-termino diciendo soltando unas carcajadas. Los 3 jóvenes se miraron con dudapero decidieron emprender el viaje que les quedaba a la capital junto almercader, ya que tenía razón, tuvo la oportunidad de entregarlos pero no lohizo.