Así, de entrada

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Viernes, 12 de marzo del 2014.

No paraba de quedarme embobado mirando a Saray desde hace 5 años, desde que la conocí. Estábamos en sexto de primaria cuando me cambiaron de colegio y fue ella la única de clase que me habló. Y hoy en día me sigue cegando el reflejo de su pelo rubio brillante con olor a caramelo. El año pasado pensé en declararle todo mi amor antes de que terminaramos 3 de la ESO pero me siguen faltando huevos hasta el día de hoy. Me he decidido, me voy a acercar a ella y se lo digo.
-Oye Lucas,-ni me dejo abrir la boca-¿esta tarde estarás en el local no? Es por si me podía pasar por allí esta tarde con una amiga y tal...
-Saray eres una abusona, pero si, ya te aviso.-Y me voy, una vez mas y como un tonto, me voy.

En la caída del sol llego Saray con Maria. Saray llevaba sus típicos pitillos verdes que me recordaban a los abetos de navidad y una sudadera azul marino con salpicaduras. Las Vans que no había cambiado desde hace 2 años pero que sin embargo estaban nuevas. Y luego estaba su amiga Maria que llevaba unas mallas negras, unas zapatillas de Nike y una sudadera color crema.
Su amiga acabó yéndose con uno de mis amigos supuestamente al bar de al lado(todos sabemos que acabaron en algún sitio haciendo cosas peores) y Saray y yo nos quedamos jugando a la play hasta que ambos volvieron.

IroníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora