Capitulo 2

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Cuando ya iba por la mitad del pote de helado y había encontrado una peli que me gustara, alguien apago la TV.

Me doy vuelta y encuentro a Dante cambiando de canal.

-Nose si te diste cuenta pero estaba mirando una película.

-Luke muere y Ana cría sola a su hijo –Dijo despreocupadamente sin mirarme.

Me quede atontada con su voz, era grave y raspa pero no llegaba a ser fea.

Puto

Bufe, ni siquiera había llegado a la parte en donde Ana quedaba embarazada.

-Ni siquiera había llegado a la parte en donde Ana quedaba embarazada –Dije cruzándome de brazos.

-Ya ibas a llegar.

Rodé los ojos y me fui a la cocina, saque la botella de jugo de naranja y mire la hora, dentro de un rato llegaría Elsa.

La puerta de la cocina se abrió y Dante entro en la cocina, dios, que hombre.

Aunque la curiosidad me carcomía y no dejaba de preguntarme que abra echo para terminar en mi casa.

Lo tenia claro el estaba en prisión domiciliaria, pero en vez de su casa, en la mía.

Tantas preguntas y pocas respuestas.

Lo mire disimuladamente, pero grave error, el estaba mirándome con una sonrisa burlona en el rostro.

-La curiosidad mato al gato –Acto seguido salió de la cocina con nada mas ni menos que con una botella de cerveza.

¿De donde la saco?

En mi casa nunca se acostumbra a beber alcohol, por lo tanto nunca hay ni una botella de vino en la heladera, normalmente las cosas que contienen alcohol están en la bodega y se sacan cuando mi padre se junta con sus amigos o hay eventos familiares.

-No comas ni bebas arriba del sillón –Dije cuando lo vi tumbado en el misma lugar en el que había estado anteriormente mirando la peli.

El chico me ignoro completamente y se estiro más en el sofá.

-¡Hey! –Lo llame –Te estoy hablan...-

-Déjalo Amy –La voy de mi padre me interrumpió.

¿Y a este que le pasaba?

-Per...-

Mi padre me hizo una seña para que me calle.

Dante seguía tirado en el sofá como si no tuviera nada más que hacer.

No tiene nada más que hacer idiota.

Buen punto conciencia.

-Hermano –Mi padre lo llamo –Baja las patas del almohadón y convídame de la cerveza.

Ok, si lo otro me había dejado atónica esto no tenia explicación.

¿Desde cuando mi padre esta tan buena onda con un chico de mi edad?
La ultima vez que estuve con un chico en casa, mi padre le dijo que le iba a cortar los testículos y hacérselos comer si volvía a aparecer en mi casa, si, el chico venia a pedirme las hojas de Química.

Bufe y subí a mi habitación.

Me acosté en mi cama y empecé a escuchar música.

(...)

-Hey –Alguien me movió el brazo –Despierta.

-¿Umm? –Respondí sin quitar la cara de la almohada.

-Despertarte, puta zorra, que tiene chicos lindos escondidos en su casa.

Abrí los ojos y me encontré con la cabellera rubia de Elsa.

-¿De que hablas? –Gruñí.

-Del nutella que tenés abajo.

Sonreí, ese es un apodo que Elsa les pone a los chicos que están buenos.

Me levante aun con la almohada pegada en la cara.

-¿Cuándo llegaste? –Pregunte peinándome con los dedos.

-Hace un rato, ¿Por qué no me contaste que tenías a ese chico en tu casa?

-¿Cómo entraste?

-Tu padre me abrió la puerta y cuando le pregunte donde estabas una luz ilumino al chico que me lo como con nutella que estaba mirando un partido de rugby sin camisa.

-¿No sabes que calzoncillos llevaba?

Asintió ansiosa.

-Unos negros de Calvin Klein.

Mi amiga siempre fue de fijarse bastante en los chicos, hasta tal punto en el que se fijaba si su ropa interior no sobresalía.

-Demasiada información –Respondí mordiendo mi labio.

-¿Qué hacia mi amiga un viernes a la tarde durmiendo con semejante hombre abajo?

-Elsa, trata de hablar mas bajo, Dante te podría escuchar y aumentaría su ego.

Si es que tiene

Obviamente que tiene un ego enorme conciencia, piensa un poco.

-Así que Dante, eh –Mi amiga empezó a hacer un baile con las cejas.

Largue una carcajada.

-¡Si! Te parece atractivo –Grito mi amiga.

Dante era un chico atractivo y mucho, sus ojos negros y su cabellos del mismo color todo revuelto le daba el aire de chico malo, aunque ya lo tenia, sus brazos tenían bastantes músculo, algo que dejaba claro que su torso también estaba marcado.

-Claro que no, no es más que un delincuente.

La sonrisa de Elsa desapareció, claro ella no sabia porque estaba el aquí.

***

U.


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