Capitulo 3

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-¿Delincuente? –Pregunto Elsa incrédula.

-Si –Asentí.

-¿Qué hizo?

-Nose, no me quieren decir –Me encogí de hombros.

-¿Cómo que no te quieren decir? ¿Tu padre tampoco?

Negué.

-¿Por qué?

-Cuando le pregunte a mi padre el porque de su estadía el nos interrumpió y dijo que no era de mi incumbencia –Rodé lo ojos –Aunque obviamente que es mi incumbencia, que yo sepa el esta en mi casa.

-Pues... -Lo pensó un rato.

-¿Qué pretendes?

Elsa cuando se mete en su papel de detective es capaz de hacer terribles cosas. Cuando entro un nuevo chico a nuestro instituto con un tatuaje en su brazo "Si me miras te mato", Elsa le dijo al director que un grupo de chicas estaban fumando en uno de los baño y que tenían de rehén a un chico de primer año; al final se metió en la oficina donde estaban todas las fichas de los alumnos y no descubrió nada, solo que era de Canadá.

-¿Por qué no buscamos su nombre en Google? –Me miro con una sonrisa picara -¿O ya lo hiciste?

-No, no lo hice, todavía.

-Todavía.

Buscamos mi portátil y pusimos en la barra de búsqueda "Dante Standes"

Mis uñas comenzaron a doler de tanto que las estaba mordiendo, no tenia ni la menor idea de lo que iba a salir en el buscador.

-Lo encontré –Grito victoriosa mi amiga.

-¿Qué encontraste? –Pregunte con interés.

-Dante Standes a cuatro años de la fuga de su padre, David Standes, tras ser uno de los narcotraficantes mas buscados del país, fue encontrado en los suburbios de Fresno con varios kilos de estupefacientes de diferentes clases, entre ellos, marihuana, cloroformo, cocaína y demás sustancias toxicas.

Al ser menor de edad deberá estar en arresto domiciliario hasta que cumpla la mayoría de edad.

Una de las preguntas que mas me molestaban no saber era aquella, saber el porque de su estadía en mi casa.

-Bien -Comencé.

-Ya sabes porque el está aquí y que fue lo que hizo tan grave como para terminar en prisión domiciliaria.

-Si –Me quede pensando unos segundos hasta que Elsa hablo.

-Yo que vos aprovecho el tiempo.

-¿Aprovechar el tiempo? –Pregunte.

-Si –Asintió con mirada traviesa -¿No quieres recordar tus diecisiete años con alguna gran locura?

-No –Negué rápidamente –Nada de locuras que lo único que ocasionan son problemas.

-No ocasionan problemas –Regañó.

-Si, demasiados.

-Amy –Me hizo mirarla a los ojos –No puedes tener una vida perfecta y detalles acomodados para un fruto cuando no sabes con quien vas a terminar.

En cierta parte Elsa tenia razón, uno no sabe con quien puede terminar, si llego a terminar sola y con un gato mis planes van directo a la basura.

-Pero puedo tratar.

-No, el futuro es confuso, no es sensato, hoy puedes caminar por la cornisa con habilidad y mañana caer por el precipicio.

-Pero yo no quiero caer, yo me quiero sostener.

-Eso es lo que te estoy explicando, uno no sabe que hay mas allá, ¿Quién dice que al final del precipicio no esta exactamente la muerte sino algo mas grande, algo mejor?

-Bueno –Me levante de la cama y me mire en el espejo -¿Vamos a algún antro esta noche?

-¿Por qué no hacemos noche de películas y mañana vamos?
-Si –Acepte –Suena mejor.

El teléfono de Elsa comenzó a sonar, ella miro la pantalla y luego me miro asustada.

-Es Jake, ¿Qué hago?

-Contesta.

-Bueno –Acepto la llamada y empezó a hablar con el.

Luego de un rato de hablar colgó y me miro con la sonrisa más brillante.

-Vamos a juntarnos mañana.

-Bien, a que hora.

-A las cuatro de la tarde.

-Esta bueno el horario para hacer el trabajo yo con mi compañero todavía no definimos nada, total tenemos tiempo.

-No nos vamos a juntar para hacer el trabajo.

La mire confundida.

-¿Entonces?

-Nos vamos a juntar en su casa para la pileta.

-¡Que bueno!

Asintió entusiasmada.

-Me dijo que podía llevar a alguien ya que es como una fiesta entre amigos.

-Genial –Me alegraba saber que a Elsa en realidad le gustaba alguien, aunque ese alguien sea un mujeriego.

-Tu –me señalo – Vas a ir conmigo a esa fiesta.

-¿Por qué? –Chille –No soy amiga de ninguno de esos niños pijos.

-Pero sos mi amiga y te necesito, no pienso pasar toda la tarde con ellos.

-¿Entonces para que aceptaste? –Al ver que no contestaba seguí: -Si, porque escuchar a unos mujeriegos y unas zorras hablar sobre como son sus "perfectas" vidas con dinero y estando en la cama con cualquiera suena tentador.

-Capaz que tenga alguna oportunidad con Jake pero si llego a hacer el ridículo quiero que alguien me detenga y esa persona serás vos.

-Pero hace frio.

Estábamos en primavera pero igual no hacia el calor suficiente como para meterse alguna piscina.

-Tiene piscina climatizada y si tienes frio solo no te metes.

No me resigne, igual no tenia nada más que hacer el día siguiente.

-Bien, pero me la voy a cobrar.

-¡Si! -Grito entusiasmado –Sos la mejor amiga que existe.

***

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