Poco había pasado desde ese día en que la vi, caminaba aterrado de encontrarme con ella en la calle.
Tenía escasos recuerdos de su rostro sólo la ferviente mirada en mi memoria permitía que el sentimiento siguiera vivo dentro de mi.
Mi departamento segui habitable ya que sólo un par de muebles y mi presencia lo adornaban.
Abría poco las cortinas , sentía miedo,pero sólo porque había finalmente encontrado un motivo para seguir viviendo pero sólo veía un cuadro a medio terminar.
Estaba soleado afuera y decidí que era hora de salir a comprar algunos víveres.
El supermercado no estaba abarrotado de gente y sólo oía el resonar de mis pasos por las góndolas.
Me pare junto a un chico que estaba eligiendo una botella de jugó y fue ahí cuando sentí que lo conocía de algún lugar.
Llevaba unos auriculares de vincha grandes , un jean azul oscuro , una remera gris y una camisa que era larga, el cabello corto y castaño.
Fue cuando me observó que los colores se me subieron al rostro y la botella de vidrio que estaba sosteniendo hizo se estalló contra el suelo.
- no...puede....ser....- Murmuré lentamenteFue cuando sonrió que me di cuenta que no era un chico sino una joven.
Era ella.
Uno de los chicos de limpieza me reprendió con la mirada por el desastre que había causado , pero no podía hacer otra cosa que admirar como me veía reflejado en esos ojos ambarinos de los cuales me había enamorado.