Capítulo 7

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Día I  Parte I
—¿Y acasó es que no me escuchaste?—Mí madre tenía el genio fuera.

—¡¡QUE TE SIENTES, YA!!—Grito.

La muchacha y él infante en cuestión de segundos estaban setandos en dos sillas de la sala de estar.

Mí madre las había intimidado igual que a mí, por poco y me siento con ellas también, en mí vida sólo me han gritado mis padres unas 3 veces y créanme que no me acostumbraba a esos cambios de humor de ellos y me sentía tan mal cuando lo hacían, me molestaba mucho.

No entendía el por qué mi madre se había puesto de esa forma, pudo haber sufrido en eso pero no era la forma de ponerse con ella, ya que ella era la razón por la que yo seguía viva, gracias a Sam yo seguía viva.

—Dime exactamente que fue lo que pasó en la ciudad.

—Ya le dije lo que sabía, no se más sino ya se lo hubiera dicho.

—Me importa un culo si ya me dijiste o no, repítemelo todo tan bien como puedas.

Pov's Sam

Era otro típico día en el que aburrirse era mi rutina, me aburría en todos los sentidos salir con mis amigos, ver televisión o incluso salir a hacer compras de verano con mi amiga Vera. De alguna manera todo se había vuelto para mi algo aburrido, no conseguía salir de mis pensamientos que para cualquiera serían algo raros y confusos y bueno para mi era una salida de lo aburrido.

La mañana fue lo usual me desperté y desayune un cereal y llame a Vera para saber que tendría planeado para mi hoy y bueno fue lo mismo que hicimos hace una semana salir de compras, era una de las cosas favoritas de Vera ella y yo éramos inseparables desde chicas y lo mejor era que ella vivía a dos cuadras de mi edificio así que venía cuando le gustase y yo se lo permitía.

Después de arreglarme y de dejarle un post-it a mi madre diciéndole:

Mamá ando con Vera vuelvo a las 7, la comida está en el refrigerador.

Con mucho ummm olvidalo.

Sam.

Al lado de las últimas palabras estaba un pequeño dibujo de alguien muerto con un letrero de DEATH. Tire el post-it encima de la mesa del comedor y me fui tirando la puerta.

En la parada de autobús había un vagabundo tirado bajo las sillas, no me atreví a sentarme y al igual que dos hombres me hice al lado de la acera a una distancia prudente del hombre, al fijarme en los murmuros de los hombres, supe que hablaban sobre su aspecto y un pequeño rastro de sangre como de pequeñas gotas cerca de su cara que ahora estaba cubierta con una gorra algo desgastada, su cuerpo se veía rígido e incómodo y de un momento su cuerpo se estremeció haciendo que varios de las personas en el lugar se exaltaran y se alarmasen un poco, segundos después él hombre empezó a doblar sus extremidades de formas extrañas a inigualables intentaba parase soltando quejidos desgarradores para mis odios.

—¿Está usted bien?—dijo un hombre que esperaba al autobús.

Intente enfocarme en algo más, distraerme en otra cosa para que no me pusiera nerviosa pero algo me hacía voltear tal ves la curiosidad o miedo, no entendía el por qué pero cada vez que volteaba a mirar de nuevo sentía el miedo que algo pasara, sentía el sudor en diferentes partes de mi cuerpo junto a algunos choques de energía, se sentían como las chispas de corriente reaninandome de mi "BLOQUEO" o bueno así le llamaba yo, pero no funcionó, solo pensaba en salir corriendo de allí lo más rápido que podía pero mis piernas no reaccionaban ante nada, el vagabundo se estaba logrando parar pero en seguida el autobús llego y abrió sus puertas y bueno los dos hombres subieron tras de mí, me senté en un asiento al lado de  la ventana para poder ver al hombre, pero este ya no estaba y la sangre tampoco solo habían unas personas sentadas como si nada esperando otro autobús.

—¿Qué rayos?—me dije, mire a mí alrededor pero tampoco estaba dentro del autobús, solo se había esfumado.

No hubo tanto problema para llegar al mall de la ciudad, ya que no había tráfico para ser una de las vías más transitadas de la ciudad, por la que toda persona con carro o no se movilizaban la mayor parte del día. Fue muy rápido llegar y mucho más encontrarme con Vera la había encontrado con dos bolsas una de zapatos y otra de ropa o eso supuse, caminamos un buen rato y compramos una variedad de ropa, la mayoría era de Vera pero no me quejo las compras no eran lo mío, después de terminar con las compras nos sentamos en la plaza principal donde había una pequeña fuente en la mitad, era una de las zonas verdes del mall y bueno a mí me encantaba sentarme allí a dibujar o a pensar, era un lugar relajante y lindo. Verá y yo nos comíamos un helado y todo estaba calmado, lograba pensar en lo que acababa de suceder esta tarde con el vagabundo, pude seguir fingiendo estar prestando atención sobre los dramas de amor de Vera pero unos gritos a lo lejos me despertaron de mis pensamientos y cada vez se hacían más y más intensos. Verá y yo no sabíamos qué hacer solo nos mirábamos y buscábamos el lugar de origen de aquellos gritos.

De repente de tras de una columna al lado de Vera salió alguien con una especie de hilo de sangre y el color de sus ojos era diferente eran como grisáceos, era como verle los ojos a un ciego su córnea era como una capa blanca que no dejaba verle bien sus ojos y de su aspecto corporal bueno era una mujer con una herida, bueno era, una mordida en su brazo izquierdo derramando sangre ¿Eso era posible? En lo primero que pude pensar era en un perro rabioso suelto que atacaba a los visitantes del centro comercial , Vera todavía no se había percatado de la presencia de la mujer, pensé que era una mala jugada de mis nervios, con lo del vagabundo, pero se veía tan real que le grite a Vera para que se quitase, está no entendía de que hablaba hasta que se volteó pero la mujer la alcanzó mordiéndole en el cuello.

En seguida la mujer se tiro al piso acercándose al cuerpo de mi amiga, ella seguía mordiéndola, comiéndose cada pedazo de ella, mi amiga gritaba del dolor, debía estar agonizando del dolor, no supe cómo reaccionar, no me lo creía, solo veía cómo se comían a mí amiga. Sorprendentemente Vera se paro y se veía igual que la mujer, era una especie de muerto que tras esa pérdida de sangre seguía al frente mío parándose como si nada.

—Vera.—dije asustada—Vera, por favor mírame todo estará bien, solo cálmate, quédate aquí iré por ayuda.

Tras eso salí corriendo pero en todas partes habían de esos muertos unos tirados en el suelo, otros intentando pararse y otros atacando a más personas, corrí lo más que pude, de un momento a otro las luces dejaron de funcionar y lo único que me brillaba era el sol y la luz de mi celular, corría y corría como nunca antes lo había hecho, me perdía varias veces cuando una de esas cosas me perseguían hasta que cerca de una pequeña boutique encontré a un hombre de seguridad, no me había dado cuenta que el sol ya había bajado más y no podía ver con tanta claridad como antes, el hombre me daba la espalda y no se movía, buscaba algo desde el exterior de la vitrina y de repente una mujer apareció dentro de la boutique haciéndome señas de que me fuera, el hombre al ver a la mujer se abalanzó contra la vitrina y ahí me di cuenta de que el no era humano.

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⏰ Última actualización: Jan 10, 2017 ⏰

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