Primera Carta

18 0 0
                                    

Hola apasionados de la lectura ^~^
Este va a ser mi primera historia, ya esta subida de antes a mi blog, pero he decidido que me apetecia tenerla aquí también, espero que os guste.

17-12-2015

Querido A,

Ha sido ponerme en el ordenador y quedarme en blanco, tenia tantas cosas que contarte, aunque luego lo pienso, y en realidad que importa estas simples palabras; qué más da lo que te cuente. Simplemente soy una mínima parte del mundo, ni si quiera una milésima, todo lo que me rodea es mucho más grande que yo, o incluso que tú.

Quiero decirte que tus palabras es algo que me ayuda en mis noches y en mis días, me alegran el alma. Antes tenía mi mundo de fantasía en cada libro que leía, y antes de eso, no sé qué hacía, no lo recuerdo. Ahora, los libros se volvieron poca cosa, y por ello tuve que buscar algo... algo que me llenara; algo que me hiciera olvidarme de mis problemas. Así te encontré a ti. Hace nada, me di cuenta de eso; que tus palabras en momentos de debilidad me hacen parar de llorar. Me animan a ser más fuerte. A seguir mi camino. Tengo gente que me quiere y sé que me ayudarían si se lo pidiera o si yo les mostrara la verdad, pero hay veces que ni yo misma me entiendo; como para que me entiendan otras. Otras veces llego a pensar que en realidad estoy sola en el mundo, que no he llegado a encontrar a alguien con la que poder llegar a ser yo; que en realidad no es problema mío no ser capaz de abrirme. Que todas aquellas personas a las que consideró amigas, simplemente, creen que por ser una ilusa pueden reírse de mi, haciendome creer que se ríen conmigo. Que el interes mueve al mundo y que yo por tonta dejo que eso suceda. 

Me he dado cuenta de muchas cosas, una de ellas es que siempre paso por un edificio lleno de espejos, pero nunca me he mirado, siempre miro de re-filón sin atreverme a verme entera. Puedo mirarme en los espejos de mi casa, pero ahí nunca me atrevo. Paso de lunes a domingo, una vez al día, e incluso a veces dos, y es en el único sitio donde no puedo mirarme reflejada. Me he dado cuenta de que estoy llena de prejuicios, no me atrevo a ser yo misma, tengo miedo de lo que dirá el mundo. Si una amiga me pide ayuda yo le diría las cosas mas bonitas del mundo, olvidándome de mis dudas y dejando mis temores a un lado. Le ayudaría sin dudarlo siendo una hipócrita. Soy positiva hacia ellas, pero pesimista en cuanto se refieren a cosas mías. Trasmito cosas que yo misma no me creo, porque se que es eso  que yo debería estar pensando y es lo que ellas quieren escuchar.

Tengo miedo amar, porque no soy capaz de quererme a mí misma. Tengo miedo de mostrarme como soy, de abrirme, tengo miedo de no lograr lo que quiero, de mostrarme como soy y que se rian de mi; que no me acepten. Se que tú lo estas pasando mal, eso que tanto te cuesta a ti, yo ya lo conseguí, de vez en cuando pienso que recaeré y sueño con ello, pero mis sueños son solo eso. Lucho cada día para no recaer. Sin embargo, lo que tu lograste yo no puedo. Para mí eso es peor que cualquier droga. Mientras te escribo estas palabras he pasado por ese espejo y he creído conseguirlo, pero no. Mi corazón se ha agitado fervientemente, y he vuelto a bajar la mirada. Solo hasta que he pasado ese edificio no he podido respirar correctamente, puedo ver el reflejo de mis zapatos, como siempre, pero no llego a alzar la vista hasta ver mi rostro. Voy a seguir luchado y pienso lograrlo, puede que no sea hoy o mañana, pero lo conseguire algún día y, así, cuando te vea puede decirte que lo logre. Que logre que la gente me vea como soy, que logre llegar a como yo quiero que me vean, física y mentalmente. No pido lo imposible. Voy a ir a por todo lo que deseo porque para eso es la vida. Voy a luchar por dejar de esconderme por deja de tener miedo, por mostrarme como tal cual soy.

Quiero dejar de llorar por cosas que no entiendo, dejar de agobiarme por vivir la vida, porque eso no es tener vida. Quiero que esa sonrisa que antes tenía, vuelva. Siempre pensé que esa sonrisa era falsa, pero no es verdad. Esa sonrisa que muestro a la gente es lo que soy. Me encanta sonreír y ver como esa sonrisa provoca otra en sus rostros, aunque no me apetezca; quiero sonreír porque es lo que más me gusta de mí. Me doy cuenta de este mientras ando hacia ningún lugar concreto. Me doy cuenta de esto mientras intenta trasmitirte mis pensamientos. En estos momentos en los que mi mente esta sola, cuando mi mente divaga, es cuando reflexiono sobre mi vida, aunque luego llego a casa y poco a poco esos pensamientos se van haciendo pequeños en mi mente. Por eso los escribo en ese mismo instante, para no olvidarlos

No sé cuando perdí esa sonrisa en mi rostro, ni si quiera me di cuenta, solo se que la echo de menos y que solo en esos momentos en los que te escucho puedo reconocer esa sonrisa en mi rostro. 

Otra cosa que me he dado cuenta es que he dejado de componer, hará un tiempo, me encantaba gritarle a la luna, contar mis historias mediante melodías. Salia a la calle y no dejaba de pensar en canciones, no paraba de escuchar melodías en mi mente. Hace unos días, volví ha cantar, lo intente, intente ordenar mis pensamientos y dejarme llevar, sin embargo, sentí como si me estuviera ahogando, no conseguí llegar a flote, esa sensación que yo recordaba de liberación, se volvió agobio; un sentimiento extraño. Ahora lo pienso y no se si echo de menos cantar, ahora que tengo las palabras para ayudarme. No se, es raro. Echo de menos tantas cosas, tantos momentos, pero a la vez, me parece que si volvieran a mi serian extraños. Por eso, voy a vivir el presente seguir con el pasado no es vivir. Voy a seguir adelante. Voy a luchar por todo lo que te he dicho y más, por cumplir mis metas y por llegar a donde nunca antes he llegado.

Gracias por leer esta carta, no se si la recibirás, pero sonreiré al ponerle el punto y final a este momento; a este instante. 

Un beso, 

Kyofu. 

CartasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora