¿Por qué yo?

Capitulo 11

[SeungHo]

Llegue a mi casa con Ellin, ya hay demasiada gente, todo le quedo perfecto a mi padre. Ellin se ve hermosa en un vestido negro corto y ajustado. Entramos a la casa, en las escaleras veo a mi padre con la señora Jung y supongo que el que esta de espaldas es su hijo. Subimos las escaleras, enseguida Ellin corre a saludar a mi padre.
—Felicidades suegro— me acerco hasta colocarme a lado de mi padre.
—ya estoy aquí papá—le dedique una mirada de desprecio a la señora Jung, enseguida volteo a ver a su hijo. Abro más los ojos al reconocerlo. Esto debe de ser una broma, él también luce sorprendido.

—Me alegro que ya estés aquí—me responde mi padre colocando su mano en mi hombro. Yo no quito mi mirada de él.—Él es Jung ByungHee, tu hermanastro.—Sonreí incrédulo—y este es mi hijo—le dice ganando su atención—Yang SeungHo.—Regresa su mirada a mí.
—oh, tú eres el chef—comenta Ellin. ByungHee la mira.
—¿ustedes se conocen?—pregunta mi padre.
—claro—respondió ByungHee—por él me quede sin trabajo—me mira fijamente a los ojos, molesto.
—Ailee, llegaste.—dice la Sra. Jung, ByungHee voltea para tomar de la mano a Ailee. Sin razón alguna sentí rabia al ver como entrelaza sus dedos con los de ella. Desvío la mirada realmente molesto.
—estás bellísima Ailee—cierro con fuerza mis puños al escucharle decirle eso tan seductor a esa... niña.
—es momento de empezar con el evento—dijo mi padre sosteniendo la mano de la Señora Jung, bajan las escaleras y detrás de ellos ByungHee y la tal Ailee. Los mire sin pestañar hasta sentir el abrazo de Ellin, la volteo a ver.
—tu hermanastro es tan poca cosa—no le respondí. Tome su mano, bajamos las escaleras siguiendo a mi padre y su nueva familia. Llegamos a la tarima, la orquesta deja de tocar, todos ponen atención a mi padre, solo subimos a la tarima mi padre, la señora Jung, él y yo. ByungHee está de pie a lado de su madre y yo de mi padre.
—presento ante todos ustedes a mi esposa Jung Jin Hee y mi nuevo hijo Jung ByungHee—todos aplaudieron, los reflectores no tardaron en molestar mi bello rostro, tengo que poner la sonrisa perfecta.

[Joon]

Estuve conduciendo hasta llegar al departamento, entro con el auto directo al lugar que nos corresponde del edificio. ¿De quién es el departamento? Estaciono el auto, sonrío a ver a Mir. Me acerco a él, tomándolo del cuello, llevándolo hasta mi rostro. Es para la diversión. Acorto el espacio entre sus labios y los míos. Besándolo con intensidad, adoro sentir el contacto de su lengua con la mía, la manera en que su cuerpo se estremece y se vuelve torpe cuando beso con mayor deseo. Termino el beso mordiéndole el labio, le sonrío coqueto.
—vamos.—Baje del auto rápido. Mi intención era abrirle la puerta pero él ya bajo del auto. Me mira con curiosidad.
—¿Dónde estamos?
—mi casa Mir—mentí sosteniéndolo de la mano.—Vamos. Estaremos cómodos.—me sonríe tan hermoso. Este niño realmente me vuelve loco con solo mirarlo. Lo llevo hasta el elevador. Solté su mano, tomándolo del brazo lo hago entrar al levador, las puertas se cierran, no le di ni un respiro, lo acorralo contra la pared, empezando a besarlo con necesidad, haciendo míos esos labios carnosos y delgados, apretándolos entre mis labios, succionándolos, reclamándolos como míos. Mi lengua no tarda en ir en busca de la de él, dominándola. Mis manos bajan por su cintura hasta su trasero, apretándolo con fuerza, lo hice estremecer y volverse torpe en el beso pero lo seguí besando, masajeándole el trasero, lo tiene grande y perfecto. El sonido del elevador me hizo detenerme, llegamos al piso, enseguida que salimos del elevador lo continuo besando, sus labios son adictivos, tienen algo que no me dejan separarme de ellos, lo llevo de espaldas hasta llegar al departamento, aun besándolo escribo el código. Se ríe entre los besos, esa risa es música para mí. Hasta su risa me excita. Entramos al departamento, cierro la puerta con mi pie, nos deshacemos de los zapatos, lo llevo hasta el sofá, lo aviento en este.
—Joon—se sorprende mirándome, le sonrío coqueto, acomodándome sobre él. Descendiendo a besarlo pero me detiene con ambas manos...—¿no me mostraras tu casa?
—claro—me levante, lo jalo de la mano para ayudarlo a pararse. Lo coloco frente a mí, dándome la espalda, llevándolo al comedor.—Este es el comedor—le digo al oído besándole el cuello, le muerdo el lóbulo, le beso su oreja, lo abrazo, acariciándole el abdomen sobre la ropa, sonrío al sentirlo estremecer.—Esta es la cocina —lo lleve solo a la puerta, él iba a entrar pero no lo deje, lo llevo directo a la habitación.—Y esta la recamara—le muerdo el cuello llevando mi mano sin descaro a su entrepierna.
—Joon—se aleja de mí.
—Mir—le sonrío coqueto acercándome a él, me miro sin decir nada, separando sus labios, tan excitante es esa expresión. Me acerco hasta él, abrazándolo, pegándolo a mi cuerpo, me apodere de sus labios. Haciéndolos completamente míos, dominando su lengua, Mir me abraza del cuello, acariciándome la nuca, jugando con mi cabello. Mientras mis manos se dedican a masajearle el trasero.