Capitulo 15

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[Thunder]

Woobin me está devorando el cuello, me estremece, acariciándome el torso, juega con mis pezones sensibles, mientras sus besos bajan más y más por mi abdomen, mi pelvis y besa mi hombría. ¡OH my God! ¡La ha metido a su boca! Sus dedos en mi entrada, arqueo mi espalda por la sensación, mi respiración se acelera al ritmo del movimiento de su boca subiendo y bajando por mi erección, me aferro a las sabanas elevando mi espalda por instantes en donde este placer desconocido me domina, no sé en qué momento mis jadeos se hicieron intensos, puedo sentir su lengua recorriendo mi hombría en cada movimiento, golpeo su garganta cada vez más rápido, Woobin succiona mi miembro como si así consiguiera beber de él, lo peor de todo es que lo lograra, mi pelvis me duele avisándome que la excitación me está matando. Sus dedos juegan en mi interior moviéndose como tijeras entrando una y otra vez, no sé porque no sigue, ya no voy a soportar más pero no quiero verme como un desesperado al pedírselo. Es una tortura el juego de su lengua con mi pene, estoy tan erecto que me está doliendo, Woobin se arrodilla entre mis piernas después de liberar mi hombría, me mira con sus labios entrecerrados, su cabello esta húmedo por el sudor, la manera en que me mira solo me hace desear que siga, ¿por qué se detiene me está volviendo loco?


[Woobin]


Que hombre tan sexy, jamás lo imagine, tan perfectamente marcado, sus hombros anchos, esa delgada cintura y vaya su erección. Levanto la mirada descubriendo a CheonDung mirarme fijamente, su pecho se eleva mil veces por segundo, se sienta como puede quedando su rostro frente a mío. Sus ojos se encuentran con los míos, me mira sin parpadear llevando sus manos a mi cadera, y yo solo miro sus labios deseando apoderarme de ellos pero solo los contemplo. En cámara lenta sus labios se unen con los míos jalándome mi labio inferior con los suyos para después moverlos besándole con necesidad, correspondo a cada movimiento que da, sintiendo el palpitar de sus labios entre los míos y el encuentro entre nuestras lenguas me estremeció. Sus manos se posan en mi cadera bajando por mi piel llevándose con ellas el bóxer, me toma mis nalgas con ambas manos, me causo risa pero solo seguí besándolo, lo tomo del cuello acercándolo más a mí, ladeo mi rostro invadiendo su boca, dominando su lengua sin siquiera darle descanso, el sabor es único, la sensación supera todo lo vivido, sus manos con torpeza me acarician mi trasero y con brusquedad acaban de tomar mi hombría, lo que puedo sentir es que es su primera vez tocando a un pene que no es el suyo.

[Thunder]

Me pierdo en sus besos, sus labios tan carnosos y cálidos, amo como me besa, amo como me sostiene del cuello como asegurándose que le pertenezco, amo sentir su piel, su bien formado cuerpo, tener su erección en mis manos es una sensación única, esta así de duro por mí, yo lo provoco demasiado y esto lo confirma. Sus dientes acaban de capturar mi labio inferior jalándolo hasta separarse de mis labios, lo mire con la necesidad de más acercándome a sus labios, juntando los míos a los suyos.
¿estás listo?—me cuestiona moviendo sus labios, amo como se rozan sus labios con los míos, no quiero siquiera pensar en una respuesta solo lo beso con desesperación, debe de entender que el lugar de sus labios están sobre los míos.—CheonDung~—se atreve a interrumpirme una vez más.
sshh~ sí—asegure apoderándome de su labio superior jalándolo entre mis labios. La sensación fue fascinante, mariposas en mi estómago...eso fue lo que sentí con este beso. Me sonríe tomándome de la cadera, en un movimiento rápido me acostó boca abajo, ahora que lo pienso...¿cuál fue la pregunta? Sus besos se instalan en mi nuca, bajando con besos por toda mi espalda haciéndome estremecer, sus dientes se hacen notar en una de mis nalgas, una suave mordida que solo endureció más mi hombría. Mi respiración se acelera al ya no sentir sus labios. Un gemido se escapa entre mis labios cuando su pene se hizo notar entre mis nalgas, separándolas y frotándose, me aferro a mis almohadas, mi miembro duele al ser aplastado contra el colchón, su hombría se frota sin detenerse en todo mi trasero, justo ahora esta jugando alrededor de mi ano, mis gemidos son constantes y fuertes, separa mis nalgas con ambas manos...—Woobin~—fue un intento de grito que lucio como gemido cuando su glande se introdujo en mi entrada, oh no, no puedo respirar, aprieto con fuerza las sabanas, se ha quedado inmóvil, mi cuerpo se contorsiona, mi orificio se dilata apretando esa parte que me ha invadido. Woobin me toma de la cadera elevándome solo un poco para ir penetrándome lentamente, siento como si en cualquier instante me rompiera, lo hace despacio, duele, quisiera llorar pero esta aceleración me lo impide y solo deja escapar gemidos de mis labios. Woobin me besa el cuello, depositándome pequeños besos, sus manos acarician mi cadera y piernas, mi ano se contrae reconociendo su invasión, no se ha movido. Woobin me rodea de la cintura con ambos brazos acostándose de lado, pegándome a su cuerpo, sus labios se apoderan de mi cuello, lo muerde a su antojo, lo succiona y hace con él lo que se le viene en gana, su pelvis se mueve provocando que mi trasero sea golpeado por sus testículos, una de sus manos juega con uno de mis pezones por momentos y en otros me acaricia el torso mientras la otra mano me está estimulando mi erección. Giro mi rostro lo más que puedo encontrándome con sus labios, me mira tan sexy que me es incapaz negarme a besarlo. Sus ojos me contempla, lo sé, al igual que los míos a los suyos, roza sus labios con los mios, haciéndome estremecer, juega de esa manera, obligándome a entre cerrar los ojos al engañarme que me besara, solo los frota contra los míos convirtiéndose en una tortura, su mano recorre lentamente mi erección poniéndome tan duro, su miembro está en un vaivén en cámara lenta, intento respirar con normalidad pero los gemidos me lo impiden, no soporte más esta tortura y lo beso, apoderándome de sus labios, exigiendo atención de su lengua, mis manos acarician sus brazos. Me pierdo en su beso, se mueve con mayor rapidez dentro de mí, parece como si mi beso le diera energía para volverse más feroz, aferrándose a mi erección como si fuera lo único en que sostenerse, mueve su pelvis tan rápido que mi cuerpo brinca con cada embestida profunda, me vuelvo torpe ante sus besos, no soy capaz de controlarme, mi cuerpo está experimentando cosas que jamás había sentido, no pensé que el roce de sus labios en mi mejilla provocaría la salida de mi liquido pre-seminal. Su nariz recorre mi cuello hasta llegar a la nuca, mis gemidos siguen con fuerza, me aferro a sus muñecas negándome a tenerlo lejos de mí.

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⏰ Última actualización: Jan 10, 2016 ⏰

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