- ¿a casa de tus padres?- pregunté estúpidamente
- bajemos - dijo sonriendo levemente y bajo - vamos mocosa... ¿o tengo que bajarte cargando?
- no pero...- dije con un escalofrío recorriendo mi cuerpo - ¿estarás bien?
- aquí la pregunta correcta - dijo ayudándome a bajar - es: ¿si tú estarás bien?
- supongo - dije al notar la majestuosa casa de dos plantas y el jardín lleno de pasto altísimo, no era la típica casa norteamericana, era del tipo inglesa, pero combinada con las cabañas suizas, era raro verla ahí en medio de todas las casitas iguales, destacaba, aparte del toque macabro de la cinta amarilla
- todavía estamos a tiempo para que te retractes - dijo mientras caminábamos lentamente por el camino de piedra, el cual estaba lleno de ramas y hojas secas
- es bonita - dije aun notando el color gris de las paredes del frente
- por fuera - dijo encogiéndose de hombros - veremos qué piensas del interior
- seguramente era linda - dije a tres pasos de llegar al pórtico
- debo advertirte que la policía no limpió nada - dijo cuando llegamos a la puerta principal, de roble con un cristal enorme al centro, animando a que mirásemos en su interior - no será algo lindo como esperas
- ¿a qué me has traído?- dije mirándolo y estaba extrañamente serio
- quieres ser una the killer ¿cierto? - dijo mirándome al fin
- si - dije pensando en mi propio pasado, quizás no era tan traumático como el suyo, pero tenía deseos de hacer justicia con mis propias manos
- esto te dará una idea de lo que te espera, si aún sigues con esa loca idea tuya de convertirte en una asesina - dijo abriendo la puerta y apreté su mano – vamos
Está de más decir que el ambiente olía a muerte, corría un frio sepulcral que calaba cada uno de mis huesos, el recibidor estaba oscuro, la puerta de madera con vidrio crujió aún más al cerrarla, frente a nosotros estaba una escalera imponente, del lado derecho unas puertas corredizas y del izquierdo estaba la sala, aún estaban los muebles y todo parecía estar detenido en el tiempo, había una cierta capa de polvo, el piso de madera había absorbido la sangre y se veían manchas por todos lados. La luz de a poco dejaba de filtrarse por los ventanales y entonces Jeff encendió una lámpara de mano, lo cual daba un aspecto aún más tétrico a aquella casa. Al llegar a la planta alta, aun se sentía el olor de la sangre impregnado en el ambiente, Jeff me miró y se detuvo unos instantes, pero le dije que avanzáramos y noté que su aspecto the killer comenzaba a hacer acto de presencia. Lo primero que vimos, fue el sanitario, él me animó a entrar y sentí las lágrimas querer escaparse, pero las contuve, debía demostrar valor, pero a cada paso que daba me sentía más cobarde, había manchas de sangre por todas partes, sobre todo en el lavamanos, en el piso pude ver un cuchillo manchado de sangre, miré a Jeff y él sonrió sarcástico.
· lo que estas contemplando, es mi sangre - dijo abriendo su boca y las "heridas" me mostraron su dentadura completa -aquí fue donde decidí hacerme hermoso
· ¿tus mejillas? - dije mirando el cuchillo
· si - dijo recargándose en el marco de la puerta y su mirada se perdió en los recuerdos - me desesperaba no poder sonreír todo el tiempo y decidí hacer mi sonrisa eterna, incluso (aunque suene loco de creer), quemé mis párpados, odiaba no poder contemplar mi bello rostro, así que decidí quemarlos y así siempre podría ver mi rostro
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All Nightmare Long (+18)
Fanfiction¿Quién eres?, ¿Que haces en casa de mi abuelo?...¡¿Eres mi tío?!, no me lo creo... ¡Eres un maldito pervertido Jeffrey Woods!.... Lo sé es un pésimo resumen, pero es mi primera historia con Jeff The Killer Advertencia: red flags, escenas de asesinat...