No Pidas La Luna, Consiguela.

Hablame de ella.

-Hablame de ella.
-¿De quién?
-¿De quién va ser? De la chica de tus escritos.
-No se de que me hablas.
-¿Por qué te cuesta tanto hablar de ella?
-No lo sé, hay cosas que mejor no saberlas.
-Pues yo creo que la amas y que darías lo que fuera por estar con ella.
-Quien sabe, todo es posible.
-Tú lo sabes, pero sigues siendo la misma niña asustada, sino ya estarías con ella.
-No tienes ni puta idea de lo que dices.
-Te conozco demasiado y aunque tu creas que lo estas dando todo por ella hay una pequeña parte de ti que dice que te equivocas y sabes que es verdad. No quieres que te vuelvan a romper y por eso no te arriesgas del todo.
-Soy un desastre de mente y corazón y ella... Ella es increíble. Me hace temblar joder y siempre que la veo es como si la viera por primera vez y me bloqueo. Es imposible que ella quiera tener algo serio conmigo y menos siendo la gilipollas que soy ahora.
-Deja de compadecerte y ve a por ella de una puta vez.
-Las cosas no son fáciles ¿sabes?
-Nada en esta vida lo es pero si luchas puedes conseguir lo.
-Pero hay cosas que dependen de dos personas.
-Te mereces ser feliz y ella te hace feliz y ya. Cuando has dicho como es ella se te ha iluminado la cara, la quieres y de verdad no es una tontería cómo las anteriores, asique lucha cómo lo hacías antes y si te metes la hostia más grande de tu vida por lo menos sabrás que no fue por tu culpa perder al amor de tu vida.
-Odio que me conozcas.
-Es lo que tiene llevar casi una vida juntas.