2015

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Este año me ha dado buenos y malos momentos.
Me ha enseñado a no confiar tanto en la gente.
En que a veces necesitas llorar para limpiar te por dentro.
Que no todo aparenta ser lo que tú crees, aunque lleve contigo mucho tiempo.
Que los para siempre y las promesas siempre se quedaran en palabras.
Que los que menos dicen son los que más cumplen.
Que los de siempre, siempre estarán haya pasado el tiempo que sea.
Que querer a veces significa decir adiós aunque te rompas.
Que sonreír no significa ser feliz.
Ni llorar estar triste.
Que hay más peces en el mar dispuestos a ser pirañas por una muestra de cariño.
Que a veces lo que parecen más fuertes son unos cobardes, y los más débiles, los valientes que se atreven a todo.
Que ser un caos de cabeza y corazón solo significa que no tienes ni puta idea de lo que ronda en ellos, pero eso no te impedirá ser feliz y hacer lo que quieres en cada momento.
Que nunca estaremos protegidos.
Que nunca dependa tu feliz de nadie porque entonces significa que le necesitas no que le quieres, y eso es un gran error.
Que los imposible son posibles que solo hay que hechar les un poco más de valor.
Que todo el mundo te acabará fallando.
Que si hablan a tus espaldas es solo por envidia, ya que estas por delante de ellos.
Y que siempre hay que ir con la cabeza bien alta y afrontando todo lo que viene en este 2016.

No Pidas La Luna, Consiguela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora