Epílogo

33.1K 1.7K 223
                                    

Espero que no me maten.. jajajja :$ pronto sabrán sobre la segunda parte!!

Gracias por todoo!!!!

****************************************************************

                                                          Epílogo.

KATHIA (P.D.V)

- Natasha, sal de ahí -Dijo mi tío Mauro a mi madre.

- No -Dijo mi madre dándose la vuelta y clavándo sus ojos azules en él.

Sonreí. El temperamento de mi madre estaba saliendo y cuando eso pasaba, nadie se atrevía ha contradecirla.

- Ettore -Susurré intentando no dejar escapar ninguna lágrima.

Mi primo estaba ahí justo delante de mi dedicándome una gran sonrisa.

- Kitty -Dijo con una sonrisa mientras avanzaba hacia mi.

Empujé a mis hermanos que se habían puesto delante de mi y nos fundimos en un abrazo.

- Te he echado tanto de menos -Susurré mientras me apretaba contra él.

- ¿No estás enfadada conmigo? -Susurró en mi pelo.

- Jamás podría estarlo -Dije con una sonrisa enorme.

- Natasha, ¿por qué está Ettore aquí?¿por qué estás tu aquí? -Gritó mi tío a un palmo de la cara de mi madre.

Al momento mi padre,mis hermanos y yo levantamos un arma y le apuntamos.

- Aléjate de mi madre -Susurré mientras me apartaba de mi primo y caminaba hacia ellos.

Detrás de mi oí como le quitaba el seguro a un arma y cuando me giré vi a Ettore apuntando a nuestro tío también.

- Bajen las armas, estoy perfectamente -Dijo mi madre sin mirarnos a ninguno. Solamente miraba a Mauro.

Mi madre era una veldad rubia de unos profundos ojos azules, alta y estilizada con una sonrisa que la asemejaba a un ángel, pero que si tocabas a su familia, podía convertirse en un demonio.

- Mauro, aléjate de mi mujer.. estamos aquí por otras razones -Dijo mi padre.

Mi padre era alto y corpulento.Ojos marrones verdosos y de pelo castaño. A simple vista da muchisimo miedo, pero es el hombre más bueno que hay sobre la faz de la tierra. Aunque jamás dudaría en disparar un arma para defender a su familia.

- Enrico, tú mujer está interfiriendo en nuestros planes, ha sacado a un prisionero y además, tus hijos están desobedenciendo mis órdenes -Dijo mi tío mirándole de reojo.

Aquella situación resultaba casi cómica. Estaban dos grandes mafias presentes en aquel momento solamente para una entregarnos a la otra y lo que había ocurrido es que ahora mitad de una mafia y mitad de la otra nos estaban protegiendo.

Mi tío al momento sacó un arma y me apuntó con ella a la cabeza. Sonreí. Mi arma apuntaba igual a la de él.

- Como te atrevas a disparar esa pistola, te juro por lo más sagrado que te voy hacer sufrir lo impensable -Dijo Byron posicionándose a mi lado.

- Byron, no te metas en esto -Dijo su madre.

- Cállate -Dijo él dirigiéndo los ojos hacia ella- esta chica es la persona a la que amo y tú por tus putas ganas de tener más poder o por lo que quiera que haces esto, no voy a permitir que muera.

- Chico, no sabes dónde te estás metiendo -Dijo Mauro.

- Se perfectamente donde me estoy metiendo y tú no eres nadie para apuntar a tu sobrina -Dijo él seguro mientras agarraba mi mano.

- Esta chica mató a mi hijo, ese chico que está detrás de ella.. la ayudó y la chica que está detrás de todos ustedes, huyó con ella, por lo cuál.. es cómplice -Dijo Mauro casi en un grito.

- Mauro, baja el arma y deja de apuntar a mi hija -Dijo mi madre mientras pegaba su pistola a la cabeza de mi tío.

- Es una asesina -Rugió él mirándonos a todos.

- No, no es ninguna asesina, hizo lo que hizo porque tú hijo era un auténtico hijo de puta -Gritó Paul. 

Entonces todo ocurrió muy rápido. Mi tío giró la dirección del arma y se oyó un disparo.

Paul cayó al suelo.

- ¡Noooooo! -Gritó Erika Wayland antes de avalanzarse sobre mi tío.

Prácticamente se desató una guerra allí dentro.

Disparos, puñetazos, gritos.. aquello estaba siendo una auténtica masacre.

- ¡Quietos! -Gritó mi padre.

Giré mis ojos hacia él y lo vi agarrándo a Byron mientras le apuntaba con un arma a la cabeza.

- Papá ¡suéltale! -Grité mientras me dirigía a él. Entonces una mano me agarró y sentí un arma presionándose contra mi sien.

- Suélta a mi hijo o fundo a tu hija de un solo balazo -Dijo Robert Wayland detrás de mi.

Todo el mundo estaba quieto.

Veía gente sangrar. Veía a mi hermano Edoardo presionarse el costado mientras la sangre le manchaba las manos. Veía a Mel con la cara llena de sangre al igual que las manos. Vi a Michael arrodillado al lado de su hermano mientras intentaba taponar la herida. 

Muchos estaban heridos y yo no estaba mejor. Me habían pegado un tiro en el muslo y tenía un corte en la palma de la mano.

Byron me miró fijamente a los ojos y sonrió.

- Te quiero -Deletreó.

Yo le miré y una lágrima descendió por mi mejilla.

- Dame a mi hija y te doy a tu hijo -Dijo mi padre.

Poco a poco Robert empezó a empujarme para que caminase, al igual que hacía mi padre con Byron. 

Robert de un empujón me soltó y mi padre hizo lo mismo con Byron.

Pasó por mi lado y nos paramos para mirarnos a los ojos.

- Si te tocan, me hundo -Susurré abrazándole.

- Si te tocan, les hundo -Dijo antes de besarme.

*

Sin saber como estaba sepultada bajo los abrazos de mi familia, besos, risas y de todo estaban encima de mi.

Yo lloraba al igual que hacían ellos.

Miré a mis padres y lo decidí.

- ¿Nos vamos? -Pregunté mientras mi padre me echaba el brazo por encima.

- Volvemos a casa, pequeña -Contestó mientras caminabamos hacia el coche.

- ¿Qué pasará con todo? -Pregunté.

- Nos explicarás todo lo que pasó y aclararemos las cosas, Mauro no te hará nada hermanita -Dijo Edoardo mientras me abrazaba por detrás antes de subir al coche.

- ¿Kathia? -Dijo Byron mientras intentaba acercarse- ¿a dónde vas?

Me giré y le miré por última vez.

- Lo siento Byron -Dije antes de que la puerta del coche se cerrara.

Italia estaba esperando a que la Joya Benedetti volviese a casa.

                                                                                      FIN

Rompiendo las reglas #1 *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora