Unexpected (Connor Ball fic)

Capítulo 1

Olga

Octubre

Hace un momento que noto que el aire del mundo, no está hecho para mí, lo único que noto son las gotas que salen de mis ojos. Cualquier gota de aire que tengo alrededor no es para mí, todo el mundo a mi alrededor puede respirar; yo no. Ni siquiera soy capaz de acordarme como se hace. Y por más que lo intente soy incapaz de coger la más mínima gota de aire.

No sé si llevo sentada aquí diez,  veinte minutos o menos tiempo, pero encontrar una solución ahora me parece imposible y sólo tengo una cosa clara: quiero salir de aquí, no me quiero quedar toda una noche en esta estación de trenes, no nos podemos quedar aquí toda la noche.

-  ¿Estás bien? - Dice una voz desconocida pero  familiar a la par que  me pone una mano encima de la cabeza que tengo entre mis rodillas.

-  No - Es el único que soy capaz de responder aunque no estoy segura de haber querido contestar.

Me obligo a levantar la cabeza para encontrarme con una cara totalmente familiar. Es él. El cantante de mi banda favorita, The vamps. Lo tengo delante. Me pensaba que nunca lo conocería, ahora está preocupado por mí y que nos pasa.

- Va dime que te pasa, tal vez  puedo ayudar en algo, me encantaría poder hacerlo.

- Hemos perdido el último tren a casa, no tenemos a donde ir, y el próximo tren no sale hasta mañana a las siete de la mañana, no tenemos ningún familiar que nos pueda venir a buscar o quedarnos a dormir a casa de alguien, y sólo tengo clara una cosa: que aquí toda la noche no nos podemos quedar, es un lugar peligroso para dos chicas solas. - Por un momento tengo una pequeña esperanza de encontrar una solución ahora que estoy más calmada, pero tampoco puedo parar de llorar debido a la sensación de impotencia. ¿Cómo puede ser que un "desconocido" me esté calmando?

- ¿Por qué habéis perdido el tren? - El otro chico, James, dice antes de dejar que Brad vuelva a hablar. Antes sólo eran ellos dos, pero ahora estan todos. Tristan y Connor ya se han unido para ver qué pasaba.

- Hemos ido a vuestro fanfest, nos hemos entretenido a la hora de hacernos las fotos con vuestro cartón, y también hemos querido esperar por fuera a ver si os veíamos, y con todo esto hemos llegado justas aquí, pero pensábamos que cogíamos el tren, pero no ha sido así.

Justo en el momento en que  acabo de explicar todo esto, la cara se le desencaja y en sus ojos puedo ver cómo se siente culpable, pero no sólo él se siente culpable, los otros tres también. Alba se gira y ahora nos observa, parece que ella sale ahora de su trance y que ahora sé da cuenta de quién nos rodea, pero se queda como una mera espectadora, como si ella no formara parte de esta situación.

- ¿Hablas enserio? ¿Habéis perdido el tren por nuestra culpa? - Creo que no suena muy convincente lo que digo.

- Lo digo de verdad. Bien vuestra culpa no ha sido, más bien nuestra por entretenernos.

Y de repente Brad y James se marchan, y nos quedamos Alba, Connor, Tristan y yo allí.

De fondo escucho que James y Brad se están discutiendo con alguien, y escucho que  le dice que  no pueden dejar aquellas dos chicas aquí solas toda la noche, que por favor las tenemos que llevar a casa. Busco los ojos de Connor preguntándole con la mirada si de verdad he escuchado lo que he escuchado, pero la única respuesta que obtengo es una cara de no saber lo que está pasando y un encogimiento de hombros.

Y con este gesto suyo, todo mi miedo, la impotencia, la rabia y el desconcierto que me invadía, desaparece totalmente. Ya no lloro y ya sé cómo volver a respirar, así que cojo una gran bocanada de aire, un aire que hasta ahora no me había dado cuenta de que era congelado y me quema los pulmones, es una sensación casi agradable.

-Toma. Ahora mismo los necesitas más tú que yo. - Connor por fin deja que escuchemos su voz y con mucha amabilidad y una gran sonrisa me da un paquete de pañuelos de papel que yo acepto encantada.

-Gracias - Le contesto tímidamente

Y desde que han aparecido ellos cuatro, ahora por primera vez la mirada de Alba y la mía se encuentran. A nuestro alrededor sólo hacen que aparecer cada vez más interrogantes de lo que está pasando. Si lo piensas la situación es bastante ridícula , pero ya no intento comprender lo que pasa a mi alrededor, desde que hemos salido del fan fest nada ha tenido sentido.

- Chicas, tenemos buenas noticias para vosotras, nuestro representante, Joe, ha decidido de que os llevamos  nosotros a casa, con nuestro bus.

- No, eso no lo podemos aceptar - ¿Alba ha hablado?

- Si por favor aceptar nuestra ayuda, es lo mínimo que podemos hacer después de que hayais perdido el último tren a casa por culpa nuestra. -En La voz de James busco algo, pero sólo proyecta desesperación. Desesperación por qué aceptemos su oferta, y por un momento dudo en sí aceptar.

- Es mucho, además, vivimos a una hora y media de aquí - Alba sigue insistiendo en no acceptar su ayuda

Durante un momento delibero si rechazar su ayuda, pero seamos honestos, es la unica manera de no quedarnos aqui toda la noche.

Sé que a Alba no le hace ninguna gracia, pero he acabado por convencerla de que es la única opción de llegar a casa.

Tras que Joe nos haya pedido de que no contemos nada de nada de lo que está pasando, y hacernos firmar un acuerdo de confidencialidad, ya estamos en el bus que siempre hemos soñado subir ha punto de dirigirnos a casa.

Cuando llevamos diez minutos en este bus, tengo mucho calor, y no me puedo sacar la sudadera, porque si lo hago seré la auténtica fangirl con la camiseta de la banda frente a los chicos, y sería la diana de todas las bromas del trayecto, pero llega un punto que se nota demasiado que tengo calor y no me queda más remedio que quitarme la sudadera, y cuando ven la camiseta todo son risas disimuladas en sus caras y mi cara encendida por la vergüenza que estoy pasando ahora mismo.

- Por cierto, no os habéis presentado, como os llamáis? - Pregunta Tristan en un intento de reprimir una carcajada.

- Yo soy Olga - Digo sin ningún tipo de emoción

- Yo soy Alba

Pero con estas dos frases un silencio incómodo nos rodea, y no hay cosa que odie más que los silencios incómodos.