Unexpected (Connor Ball fic)

Capítulo 11

Olga

No ir a cenar con los chicos me da rabia, pero no puedo olvidar una cosa: he venido aquí para estudiar.

- ¿Desde cuando tienes tanta pasión por el audiovisual? -pregunta Dean

  - Que yo sepa desde que tengo uso de razón, desde que cogí una cámara con diez años, no la he vuelto a soltar, y no entre en mis planes dejarla, siempre que íbamos de vacaciones era yo quien hacía las fotos, grababa todo y luego montaba un pequeño vídeo, un día decidí empezar con un canal de youtube, en un principio sólo quería subir pequeños cortos, odio ponerme delante de una cámara, pero ahora subo videos de todo tipo - Le confieso y creo que nunca le había contado a nadie de dónde venía mi pasión, y que sea  Dean el primero en saberlo se me hace raro.

- Creo que nunca había conocido a una chica tan joven hablando con tanta pasión del audiovisual y que seas capaz de pasarse tantas horas editando y con tanta pasión - él también es sincero

- ¿Es un elogio? -pregunto Incrédula, creo que nunca nadie había reconocido mi trabajo y esfuerzo

- Lo es. Va ves a dormir yo termino de editar

- No me importa quedarme y terminar

- No hace falta, hoy ya has hecho mucho

 - De acuerdo, como quieras. Buenas noches Dean - Le digo mientras me levanto y me voy.

- Buenas noches Olga

Y con mis pintas: unas mallas, una sudadera enorme, el pelo recogido en un moño deshecho, las gafas, mis botas-zapatillas y un portátil en la mano, recorro los pasillos vacíos del hotel hacia la habitación, donde lo más probable que me encuentre sea a todos cinco durmiendo, realmente son las cinco de la madrugada, ya toca descansar un poco.

Abro la puerta con mucho cuidado para no despertar a nadie. Cuando me aseguro de que todos están dormidos, Me siento en mi cama con las rodillas dobladas abro el portátil dejando que la pantalla me ciegue, y cuando mi vista se acostumbra a tanta luz, abro un documento en blanco y dejo que mis manos floten por el teclado escribiendo mi historia, como empecé, de donde saco mi inspiración, es una redacción para Dean, dice que se ha quedado con ganas de saber más de una pasión que tenemos en común y que quería que practicara la redacción.

- ¿No crees que es hora de dormir ya? - De repente una voz me susurra y hace que yo salte del susto. Giro la cabeza para encontrarme los ojos azules claros del señor Ball fijados en mí.

- ¡Casi me matas del susto! ¿Que haces tú despierto? Son las cinco  de la madrugada - Digo gritando pero a la vez hablando bajito

- Te quería espera despierto, me sabía mal que nosotros nos estuviéramos pasándolo bien y tú trabajando

- Eres burro, no pasa nada, tengo asumido que durante la gira me tendré que perder más cenas con todos, por suerte o desgracia, estoy haciendo una carrera a distancia y sé que si quiero aprobar y con buena nota tendré esforzarme mucho, pero siempre podemos organizar cosas cuando no haya conciertos, así yo podré venir.- Sugiero, y se que cuando estamos todos juntos nos lo pasamos genial

- Así será y ahora a dormir, dentro de tres horas  hemos de levantarnos y hoy llevas un buen trote encima.

- Quiero acabar esta redacción, serán 10 minutos si nadie m'entretiene así que tú a dormir. Además, tú  has hecho más que yo, seguro que acabáis reventados - Intento que se vaya a dormir

- Si, pero me quedaré despierto hasta que tú te vayas a dormir.

Visto su terquedad del niño, gruño y vuelvo  el portátil e ignorando que unos ojos azules muy claros me están mirando decido coger los auriculares poner la playlist de mis canciones favoritas, entre las que hay alguna de ellos.

- ¿Quieres uno? - Digo ofreciéndole un auricular, él asiente y se lo pone. La primera canción que suena es Risk it all

¿De verdad, tenía que ser esta? Noto como hace una sonrisa de "Si sois fans nuestras" pero decido ignorarlo, mi prioridad ahora es terminar la redacción y acostarme lo antes posible.

Unos treinta minutos más tarde por fin he acabado la redacción, son casi las seis de la madrugada, y el despertador sonará dentro de unas dos horas, así que mejor si me pongo a dormir ya. Giro la cabeza y veo que Connor ya se ha quedado dormido,con  cuidado le saco el auricular,le tapo con algo dejo el portátil encima una mesa y me voy su cama, cuando me muevo siento que murmura algo pero no se despierta, seguramente está soñando.

Resbalo entre las sábanas, dejo las gafas en la mesilla de noche y arrojo los calcetines en el suelo me tapo hasta arriba y al instante ya estoy sumergida en un sueño profundo.

(...)

Escucho un ligero ruido que creo que es el despertador y aunque yo doy la orden a mi cerebro de que abra los ojos, se niegan a hacerlo.

- ¿Ves como acostarse tan tarde no es bueno? Va levántate - Escucho que Connor me llama, pero aún así mi cuerpo no responde. El único que consigo es emitir un sonido troglodita y creo que con esto se da cuenta de que sigo viva.

- Va Olga levántate de una vez que tenemos hambre- Y creo que ahora es Brad quien se queja de mi incapacidad de movimiento, y una vez más la única respuesta que obtienen es un gruñido por mi parte.

Medio segundo más tarde, un gran frío que me abraza y se que alguien me ha quitado el edredón de encima, consigo medio abrir los ojos y adivino las siluetas  Brad, Connor y Alba y entre ellos es lanzan una mirada cómplice y de repente unos brazos me cogen de los brazos y otros de las piernas y me levantan de la cama.

 - Tios más vale que me dejéis en el suelo sana y salva o os aseguro que esto acabará muy mal. -amenazo, Pero no sirve y si de por si ya me levanto de mala leche, hoy más, y que me despierten de estas maneras es peor.

 - Llevamos un buen rato esperando a que la princesita dormilona se levante, así que ahora te toca sufrir - protesta  Brad

Aunque sigo protestando, no me hacen caso y cuando sé cuál es mi destino, el lavabo, mis protestas aumentan, pero una vez más no sirven de nada, termino en la bañera y cuando  Brad observa que intento escapar se las ingenia para aguantarme y abrir el agua y que me moje a mí y él no.

Las gotas de agua fría hacen que escalofríos me recorran por todo el cuerpo, durante unos instantes vacilo si protestar o no decir nada, y acabo optando por la segunda opción.

Cuando ven que no digo nada más, se marchan del lavabo y aprovechando que estoy en la ducha, me quito el pijama empapado y hago una ducha rápida.

Salgo a la habitación envuelta en una toalla, voy a mi maleta y cojo la ropa para vestirme, todos me miran y vuelvo al baño para terminar de arreglarme.

- ¿Tanto hambre que teníais y ahora estáis todos quietos? -Inquiero una vez ya estoy lista.

- Va vamos - Dice Alba

Todo el mundo me mira extrañado de mi calma, pero sólo es una apariencia: la guerra sólo ha hecho que empezar.