Unexpected (Connor Ball fic)

Capítulo 26

Connor

Hoy es el último concierto en Europa antes de irnos hacía Sudamérica, hoy tocamos en Bruselas, tengo ganas de volver a casa unos días, quizás tendría que hablar con Luísa y dejar de evitar este tema. 

Pero cuando nos hacen subir al escenario, dejo la mente en blanco, me relajo y listo para dar el concierto.

Los primeros y últimos conciertos son los más especiales, ver la reacción de las fans al escuchar las canciones por primera vez en directo, la gente que no puede venir al concierto y lo ven a través de una pantalla, la gente que se emociona y llora con las primeras notas de sus canciones favoritas... todas estas sensaciones son geniales, y recibirlas de un modo u otro es genial.  

Después de este concierto algo es diferente, cuando acaba no salimos corriendo para el bus, hacemos todo lo contrario, nos quedamos en el camerino durante horas, se nos pasa el tiempo volando, tanto que cuando llegamos al hotel vamos directamente a dormir, pero antes de nada paso por la habitación de Olga, vacilo unos momentos si llamar a la puerta y sin darme cuenta estoy llamando. Tarda unos segundos en abrirme  la puerta y se dibuja en la penumbra una Olga despeinada, soñolienta y con el pijama más horrendo que he visto nunca.

-¿Que pasa?- Dice pronunciando mal la S y entonces me percato de los aparatos de noche

-Nada, pensaba que aún estabas despierta, siempre sueles llegar a horas intempestivas

-Bueno, no tenemos un vídeo programado para ya, y hemos decidido darnos un descanso, y estoy tan cansada que no he tenido ni ánimos para deciros de hacer algo 

-Siento haberte despertado, ya me voy. Buenas noches - Le doy un beso a la mejilla

-No, entra. Total ya me he desvelado- Me tira del brazo hacía dentro de su habitación.

Nos sentamos en la cama, y ella se tapa con el edredón, aunque es Abril, por la noche refresca.

-¿Crees que algún día serás capaz de hablarme de Estados Unidos?- Pregunto tembloroso. Miro su expresión y de repente se pone tensa, y los ojos se le empañan. 

-Te lo puedo contar ahora, aunque no se como voy acabar ¿Listo para acabar aguantando una llorona? - Antes de que pueda decir algo  ella empieza- Me fui ahí cuando mis padres decidieron que sería una buena manera de que mi hermana y yo aprendiésemos inglés, mis padres encontraron trabajo los dos, teníamos un visado especial de dos años, pero a los pocos meses todo se torció, en el instituto conocí a un chico, era genial, me trataba de diez, muchas veces de sorpresa aparecía en mi casa, cada mañana me venia a buscar para ir juntos al instituto, en definitiva lo que era un chico de diez. Un día me dijo que iba con unos amigos que harían una fiesta, y yo fui con él, era la fiesta americana que siempre sale en las películas y que yo siempre quería ir. Exactamente no me acuerdo mucho de esa noche, solo se que me levanté con morados por todos lados, no me podía mover, me dolía mucho  todo y lo más extraño, no estaba ni en mi casa, ni en la de mi novio, así que averigüe como pude donde estaba y fui para mi casa, e investigando, y con unos análisis de sangre supimos que me habían drogado y eso explicaba todos los morados y que no me acordara de nada. A partir de ese momento me pase meses que no salía de casa, me tenían que acompañar al instituto o a cualquier parte que fuera. Y tenía miedo de encontrarme a mi novio. Pero eso no paso, después de esa noche no lo volví a ver más, hasta después de un año o así conseguir dar con él, pero obviamente lo negó todo. Por eso les tengo tanto asco a los americanos y prefiero evitarlos. 

Quedo estupefacto delante de la historia, y con la entereza que lo cuenta sin romper a llorar, no se si yo seria capaz de hacerlo. Sólo soy capaz de mirarla y recordar la primera noche que pasamos juntos que me contó que lo había pasado muy mal por culpa de un chico, me pregunto si es este chico.

-Sí, es este el chico del que te hablé cuando nos conocimos -Responde de repente

-Pero si ni siquiera he formulado la pregunta. ¿Sabes que? Si un día nos encontramos a este chico, tu avísame que le voy a cantar las cuarenta, ya verás como se le pasaran las ganas de seguir tocando las narices, te lo prometo. 

Esboza una sonrisa y me abraza, pero lo hace más fuerte que nunca. 

-¿Puedo saltar un tópico? - Pregunta con la cabeza hundida en  mi cuello

-Suéltalo 

- Tu y los otros habéis conseguido que vuelva a confiar en los chicos. Toma tópico- Se ríe deshaciendo el abrazo

- Será un tópico, pero si es verdad, es menos tópicos. Me voy a dormir, que tu estabas durmiendo 

- Hace unos días que tengo pesadillas, ¿Te quedas hasta que me duerma? 

-Claro que sí, venga acuéstate

Me da las gracias, me da un beso en la mejilla y se tumba cogiéndome la mano, yo me tumbo con medio cuerpo fuera de la cama y empiezo a acariciarle la cabeza. 

Abro los ojos y esta todo oscuro, voy vestido y me doy cuenta que estoy en la habitación de Olga, supongo que acabé por dormirme yo también. Me deshago de ella con cuidado le beso la frente, ella se remueve un poco y me voy  para mi cuarto.