Por la noche, Agustín deja de filmar para ver lo que había registrado durante el día, pero deja la grabadora funcionando. Él describe las manchas oscuras que tiraban de Tomas y Sandra y dice que va a dormir en la furgoneta, y que no saldrá de allí hasta que hayan salido de la ciudad. Apagan la grabadora y dejan la cámara funcionando.
Una vez más colocan la cámara en el trípode y la dejan grabar durante la noche. Y la fogata permanece extrañamente encendida como la noche anterior.
DIA 3
Sandra y Tomas van a la ciudad solos. Caminan por las calles, hablando de los fantasmas que esperan encontrar, Tomas va con la cámara.
Entran en otra casa. Sandra dice que parecía que las casas habían cambiado de lugar en la ciudad. Tomas ríe.
En el interior, se separan. Tomas, llevando la grabadora, sube y deja en la planta baja a Sandra con la cámara.
Ella camina por los alrededores de la casa utilizando la visión nocturna porqué las ventanas de la casa estaban cerradas y selladas con tablas. Ella afirma que no ve casi nada .
De repente, se oye la voz de Agustín diciendo: – !Será mejor salir de la casa!
Sandra responde: – !No, cobarde! Tenemos que investigar toda la ciudad. Si no quieres estar aquí, ¿por qué has venido? Sal de ahí, Agustín.
Mientras esto ocurría, Tomas, con la grabadora, tropieza cayendo al suelo. Se escuchan el ruido de sus manos tanteando el suelo, tratando de encontrar el objeto en la oscuridad. Se oye un ruido, alguien levanta la grabadora.
Continúa