At first sight.

Capítulo 4. La vecina nueva

Vacaciones, una pequeña e insignificante palabra que engloba muchos significados y sentimientos. En mi opinión una de las mejores palabras que existen y que el ser humano pudo haber inventado.

Siempre tendré la idea en la cabeza de que las vacaciones son como las estrellas fugaces. Llegan y  dan una gran satisfacción, una alegría momentánea, pero se esfuman y desaparecen tan rápidamente como llegaron. La única diferencia entre ellas y las estrellas fugaces es que las vacaciones son cíclicas y predecibles, las estrellas no. Debes tener mucha suerte para toparte con una.

Aquel hermoso día de vacaciones (tan único como cualquier otro) me levanté "llena de emoción y alegría" (sarcasmo, por si no lo notaron). Me levanté temprano, sí, pero ese no era el problema, el verdadero problema lo presenciaría dentro de unas horas más tarde. 

Esa mañana fui alertada por mi despertador. A las 5:30 (aproximadamente) sonó mi celular estruendosamente con la canción "She looks so perfect", en ese preciso momento quise no existir.

Tomé una larga ducha de agua tibia y salí rápidamente, me coloqué un pantalón ancho de diseños aztecas (el cual estaba muy acorde a la temporada de calor) y un top color menta ceñido al cuerpo, todo iba muy bien en conjunto de mis alpargatas rosa-chicle.

Creo que ya todos se imaginan que era esa cosa tan "hermosa" que me esperaba allí afuera... No, no era una reunión de amigos (imposible), ni mucho menos una fiesta o algún tipo de reencuentro de ex-alumnos ¡NO! ¡CLASES! Aburridas clases de nivel pre-universitario. Sí, mis padres sí que se preocupaban por mi futuro, pero tal vez prefería mil veces esperar a que iniciara el año para comenzar de nuevo con los estudios y no sacrificar mis valiosísimas y ansiadas vacaciones. (es la costumbre del inicio de clases en el colegio lo que me hace pensar así) 

Tras un muy breve desayuno "gourmet", tomé el bus de camino a lo que nosotros los jóvenes conocemos como la "PRE", preparatoria obviamente. Estaba ansiosa, nerviosa, algo enojada y un poco cansada.

----- 3 horas más tarde  -----

-Bienvenidos sean, mis queridos jóvenes -Profirió una voz muy suave y aguda, casi tan parecida a una joven más de la clase -Mi nombre es Acacia Simpson Murphy, tengo 34 años y seré su maestra de Literatura. 

Alguien levantó la mano.

-Dígame, señorita... -esperó a que completara su nombre.

-Arena, Arena Silvio Santos.

Se escucharon multiples risillas y murmullos.

-¿Arena? Ni que fuera playa jajaja -Dijo algún bravucón, cuyo nombre desconozco.

-¡Silencio clase! -Replicó la maestra enfurecida, con una voz que, a pesar de ser muy suave, se había transformado en un vozarrón potente y autoritario. Inmediatamente todos se callaron.

-Continúa, tienes un muy hermoso nombre -Le regaló una sonrisa a aquella inocente chica.

-Gracias... Emmm, tengo una pregunta ¿Qué obras ha leído? o... Mejor dicho ¿Qué obras me recomendaría leer de los clásicos?

Se pudo oír a alguien decirle: "Nerd"

E inmediatamente, todos rompieron en risa. Algo muy idiota en mi opinión ¿Qué hay de malo con que una persona quiera leer buenas historias de los clásicos? Tras unos segundos de burlas, todos callaron, como esperando ver un nuevo chiste en su serie de comedia.

-Que agradable pregunta señorita, servirá además para toda la clase. Bueno, yendo directo a su pregunta, pues he leído muchos que de seguro le encantarán. En la lista tenemos a "Romeo y Julieta", muy cierto y obviamente un gran clásico de Shakespeare sobre Tragedia y amor, o si no es de su gusto, también está: "Cien años de soledad" por Gabriel García Márquez, "Ulises", "Las mil y una noches", "Moby Dick", "Hamlet" por Shakespear otra vez, "Los tres mosqueteros", "Viaje al centro de la tierra", "El Perfume", "Don Quijote de la Mancha"...Bueno, creo que me detendré porque de lo contrario nunca acabaría, hay muchas hermosas obras que se encuentran dispersas esperando que alguien las lea, espero que de verdad lo haga, señorita Arena.