Cartas a un amor desconocido

Empezar desde cero

Slof...tú que opinas,???

Nada

Por favor...aunque sea dime algo...

Solo ... espero que le vaya bien..., adiós

Pero Slof..........él dijo que te amaba

Agarré mis maletas y me enfoque en aquella vista..., era impresionante, me di cuenta que era un edificio de tres pisos, pero que desde adentro del taxi parecían incluso más...

Los detalles en el edificio eran hermosos...aún no podía entender cómo había pasado todo esto... era tan fascinante... todo...

Noté que Thamb estaba igual que yo, pero Franklin estaba a nuestra espera...creo que lo entendí perfectamente, digo, cuando todos tus pasajeros reaccionan igual no hay ninguna diferencia, sin embargo sonreía como si en realidad fuera la primera ve que esto pasara...
Pero sin embargo para mí si lo era...

Siempre me he preguntado todo lo que llegar a este día me ha tomado, piede que sea algo extraño pero en realidad es algo que cuesta....y mucho

Thamb de pronto chasqueó sus dedos para hacerme dsspertar de mi imaginación, parpadeé rápidamente antes de contestarle...

-Oye, en qué estas pensando señora
-¿Qué? Oh...mmm...en nada
-Claro...bueno no vas a entrar
-Sí, solo estaba admirando el paisaje
-Ajá, cree lo que quieras
-Pero es la verdad
-Y acaso yo he dicho lo contrario...

Por alguna razóm Thamb siempre actuaba a la defensiva, con sus padres, hermanos e incluso con sus amigos, a veces creía que estaba en otro mundo, siempre le gustó romper las reglas, algo que yo casi nunca hize... por que es imposible que alguien no haya roto las reglas,... otra cosa es que no los hayan descubierto...

Decidimos entrar luego que Franklin dijo que lo siguiéramos, el edificio era grandioso, una obre de arte impresionante, sus vistas, maeavillosas; a mí me encantó, Thamb nunca me dijo cómo le pareció, probablemente hubiera dicho que es una tontería comprar tantas cosas para simplemente adornar, estoy que ella estaría feliz simplemente con su celular y Wi-fi...ella siempre fue así, pero aún siendo así me obligó a hacer lo que ella amabal lo que ella quería...

Franklin nos llevó a un pasadizo amplio, que posiblemente tenía alrededor de cuatro puertas a su alredor, cuando Franklin se paró al frente de una de estas un escalofrío me invadió, quién sabría lo que había dentro... y sin embargo quería saberlo...

Simplemente todo era perfecto, eso es todo lo que podía decir, Franklin dejaba las maletas en un rincón de la sala de estar, me dejó la llave en la mesa de madera y se quedó observándonos...

Nos quedamos viendo todo hasta que una sonrisa nos llevó de vuelta al mumdo real...

-Saben, nunca me canso de ver las reacciones de las personas al ver su nuevo hogar - dijo Franklin
-Disculpa, pero es que es realmente magnífico -respondí
- Bueno, eso no fue lo que respondió el joven del cuarto de al lado, simplemente dijo que todo era horrible
-Si él dijo eso debió estar mal, o simplemente no tiene sentido de la moda- respondí

Franklin se rió, su risa era hermosa, me hacía recordar la de mi abuelo, pero era ya hace mucho tiempo que no lo escuchaba, había fallecido de alguna enfermedad rara de esas que hacen que uno envejezca rápidamente, mi pade había estado devastado, yo también lo estuve, solo que para ese entonces ya había aprendido a esconder mis sentimientos, para alguien que vivió para estar en tantos velorios es... triste

La muerte no es algo con lo que me he llevado bien, por alguna extraña razón siempre los veía sufrir, pero casi nunca lo demostraba, la primera vez que pasó sí lo hize, pero en las demás no, porque entendí que uno puede causar dolor con solo ese gesto, porque somos una bomba...una bomba que puede llevar tristeza o alegría, pero una bomba de todos modos...