Capítulo 2

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Kate*

Conduzco a la escuela escuchando música a todo volumen. Freno en un semáforo en rojo, siento la mirada de las chicas del carro de al lado. Volteo para verlas, son las porristas de la escuela, le mantengo la mirada a Olivia hasta que gira los ojos y mira al frente. Miro a las demás y también dejaron de verme.

No tengo la mejor reputación en la preparatoria, un día me di cuenta de quien quiero ser y con quien quiero estar. Y la mayoría de las personas en la escuela están en la lista de "con quien no quiero estar".

Dejo mi auto en el estacionamiento de la escuela y antes de entrar al edificio me encuentro con un cartel del baile de fin de curso, lo arranco de la pared y lo tiro en el suelo. Sigo caminando y a lo lejos escucho a alguien reclamándome, no le tomo importancia y sigo continuo hacia mi primera clase, literatura.
Tomo asiento y saco mi cuaderno, mientras se escucha el timbre que marca el inicio de la tortura.
-Atención, por favor- dice el profesor. - ¿Quién quiere opinar sobre "Al romper el alba"?

"Al romper el alba" es un soneto que debíamos leer durante el fin de semana. Una chica de cabello rojizo alza la mano.
-Me encantó es tan... romántico.- Dice suspirando.

Alzo la voz sin pedirle permiso al profesor.
-¿Romántico? ¿Hemingway? Era un misógino alcohólico que pasó su vida atosigando a Picasso.

El maestro rueda los ojos ante mi comentario.

-Por lo menos no era un amargado que no tenía amigos. -Dice una voz que proviene detrás de mí. Inmediatamente me giro para mirar a Harry, quien después suelta una carcajada junto con sus tres amigos y choca los puños con uno de ellos, Louis. Son insoportables.
-Silencio, Styles.- Dice el profesor. Harry, cuyo apellido es Styles, calla enseguida.
-Creo que esta sociedad a los hombres cretinos- hago un énfasis y me volteo para verlo- les dedica mucho tiempo.
Se escucha una bulla por todo el salón -¿siempre tienen que hacer eso?- pienso.
-¿Qué hay de Sylvia Plath, Charlotte Brontë o Simone de Beauvoir?- Digo.
Se escucha la puerta. Es un chico, está agitado. Lleva puesta una chamarra de cuero y jeans negros ajustados.
-¿Puedo pasar?- dice de pie cerca de la puerta.

-Pasa.- Dice el profesor y luego me mira.

-La educación patriarcal opresiva...-Me interrumpen.

-Señor Morgan –Vuelve a decir el estúpido de Harry levantando la mano- quiero sugerir que Kate tome sus medicinas antes de venir a clase.- ríe, mientras yo lo fulmino con la mirada.
-Si te ponen una paliza no esperes que haga algo para evitarlo.- Dice el maestro y Harry para de reír.-Y Katherine quiero agradecerte por tu opinión.-yo asiento con la cabeza ante su comentario.- Debió de ser difícil superar esos años de opresión de la clase alta, pero la próxima vez que protestes sobre cualquier complejo femenino o lo que sea que pienses reclamar primero pregúntate porque no compran libros escritos por gente de color.- dice apoyándose en mi pupitre. Cabe mencionar que mi maestro es negro.

-Sé que la opresión hacia gente de color es un tema muy fuerte pero las mujeres también...
-Ve a la oficina de la trabajadora social, ya me colmaste la paciencia-Dice señalando la puerta.
-¿Qué? pero señor Morgan...-Digo al no comprender, pero él me interrumpe.
-Hasta luego.- dice despidiéndose de mi con la mano.
Tomo mi cuaderno y mi mochila. Escucho una risa. Harry eres odioso, así que cuando paso junto a él le pego con mi mochila, escuchando un "auch" de su parte que me hice sonreír. Es un IDIOTA.

10 cosas que odio de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora