Capítulo 3

110 3 0
                                    

Estoy en la oficina de la trabajadora social quien siempre le presta más atención a su computadora. No es la primera vez que estoy aquí, el semestre pasado el señor Morgan siempre me enviaba y parece que volvemos a lo mismo. Normalmente termino aquí por hablar sin pedir permiso, pero es que Morgan nunca me da la palabra.

La trabajadora social dirige su mirada hacia mí.

-De nuevo aterrorizaste a toda tu clase, ¿cierto?
Doy un suspiro mientras dejo mi mochila en el piso.

-Dar mi opinión no es un acto terrorista.
-¿Cómo diste tu opinión a Daniel Jones?- Por suerte su testículo pudo ser salvado con cirugía...-Dice sarcásticamente.
-Aún mantengo que él sólo se dio el golpe.- El chico llevaba semanas molestándome y nunca entendió lo que es un no.
-El punto es- Dice mientras da un suspiro y toma su taza de café- que eres percibida por los demás como...
-¿Tempestuosa?
-No exactamente.-No necesita decirlo, los he escuchado.- ¿Tal vez quieras hablar de eso?-Dice mientras le da un trago a su café.
Un pequeño silencio inunda la habitación. ¿Quiero hablar de eso?... tal vez sí, ¿pero qué podría decir? Mi cerebro sigue procesándolo cuando suena su teléfono.

Ella contesta, parece que hay un problema y la necesitan en otro lugar.

-Lo siento Kate, será otro día. Si quieres puedes venir después de clases, pero ahora tengo que hablar con el director.

-No se preocupe, seguramente el miércoles nos veremos aquí.-Digo con ironía, el miércoles tengo literatura de nuevo. Me levanto de la silla, pongo mi mochila en mi hombro y salgo de la oficina.

Narra Liam*
-¿Quién es ese? – Le pregunto a Niall.
Es la hora de salida y dos chicos del equipo de americano, están enfrente de nosotros a cinco metros.
-El de rulos es Harry Styles es... un idiota y el capitán del equipo de americano, a lado de él está Louis Tomlinson, todos le dicen Tommo, es su mejor amigo y también está en el equipo.
-Ohh ¿él estaba con los que saludaste en la mañana?
-Así es, todo aquí gira en torno a él... o al menos eso es lo que cree.- Niall ríe.

Veo como Bianca sale por la puerta principal con su amiga.

-Mírala amigo- Le doy un codazo a Niall.-Es siempre tan...
-¿Egocéntrica?.
-¿Qué dices? Ella es tan...
-¿Engreída?.- Me interrumpe.
-¿De que estas hablando? –Me apresuro a decir- No es como tú crees. Mira... mira cómo sonríe y mira esos ojos, es una chica muy dulce y sencilla. No sabes apreciarla.
-No, no, no Liam - Dice Niall regañándome. - lo que hay ahí es sólo una chica vanidosa, que usa un vestido corto para que chicos como nosotros nos demos cuenta de lo inalcanzable que es y que sólo chicos como Harry se atrevan a intentar conquistarla.- Dice mientras el tal Harry se acerca junto con su amigo a hablar con ella.
-No, no es como tú crees, bueno tal vez parezca vanidosa pero no lo es.
-¿Ah si? lo quieres intentar, pues inténtalo.-Hace una pausa, como cuestionándose si es correcto decirme lo siguiente.- Necesita ayuda en francés.- Dice resignado.
-¿Es enserio? Eso es prefecto.
-¿Tú hablas francés?- Dice sorprendido.
-Bueno no... no todavía.- Sonrió.


Narra Kate


Es la hora de la salida y Sarah camina a mi lado. Ella es mi única y mejor amiga, es un poco más alta que yo, cabello negro largo, de tez morena. Vamos caminando en silencio por el estacionamiento que esta abarrotado de estudiantes y vehículos que lo comienzan a abandonar. Nos dirigimos hacia mi auto cuando un convertible rojo se acerca a nosotras. Nos asusta y paramos.
-¡Hey, Kate! Me gustabas más cuando usabas vestidos. - Me dice el estúpido de Harry. ¿No puede dejarme en paz?

-¡Lárgate!-Le grito. Sarah y yo seguimos caminando.
Harry suena el claxon, pero lo ignoramos y se va. Subimos a mi auto y cuando ya estamos mirando hacia enfrente... Ay no puede ser.

-¿No es increíble?- Me dice Sarah con sarcasmo.
Ambas miramos como mi hermana se sube al convertible de Harry junto con su amiga.
-Es repugnante. - Digo mientras pongo el auto en marcha para salir del estacionamiento.
-Pero...- Sarah se calla cuando me freno de repente, un chico en una moto se me atraviesa cuando estoy yendo en reversa y por poco lo atropello. Siento que se me sale el corazón.

-¡Mueve el casco detus ojos y luego conduce!- Le grito sacando la cabeza por la ventana.
El chico asiente con la cabeza nervioso y sigue su camino zigzagueando. Evidentementeno sabe conducir una moto. Cuando se quita, por fin salgo del estacionamiento.

10 cosas que odio de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora