Capítulo 8

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Después de haberse enterado que iba a ser padre, una sonrisa se mantenía en su rostro. Por toda su depresión y problemas en el trabajo, ni cuenta se había dado que los papeles no eran suyos. Pero se preguntaba, ¿Dónde estarían sus papeles entonces?
Habían pasado exactamente tres meses desde que se entero de aquella noticia y dos meses de su matrimonio con KiBum. No le encantaba la idea de que su esposo aún viera por negocios a WooHyun, éste podría estar casado y disfrutando de su hija pero aún así le preocupaba que intentara algo con KiBum.

KiBum se llevaba bien con Myung, esposo de su ex prometido. Cuidaba de la hija de éste cuando iba a visitarlo a la empresa para los negocios importantes de su padres. Onew le ayudaba con los papelos y cosas que necesitará, más aún sus raros antojos, mientras su esposo trabajará no podía verle hasta en la noche.
KiBum tomó asiento en el sofá, se paso una mano por su cabello y suspiro. Se sentía cansado. A penas tenia cuatro meses y medio de embarazo y su vientre ya comenzaba a hincharse, se despertaba por las noches obligando a que JongHyun le comprase cosas dulces, no era muy amante de las cosas dulces, pero, ¿Qué más le quedaba que comerlas? Si su bebé las pedía, tendría que comerlas. Un extraño antojo llego a él, volteo a ver a su hermana que estaba a un lado de él y pronunció.

“¿Podrías traerme banana milk. . .?”

***

Eran exactamente las 2:52 PM y KiBum iba en camino al consultorio de su esposo, en cuestión de minutos iban a saber el sexo de su bebé, KiBum necesitaba saberlo, estaba impaciente por comenzar a comprarle las cosas, ya tenían los biberones y la pañalera, algunos trajecitos y algunos gorritos. Pero el decía que “eran muy pocas cosas”.

Dio el último sorbo a su leche de plátano y tiro el vaso en el cesto de la basura más cercano que encontró, sobo su vientre y entro a la sala de consultas, JongHyun ya se encontraba a un lado del doctor que les atendería, hablaba con éste, seguro de cosas médicas, podía notarlo desde lejos. Debía admitir que se veía bien con su bata médica, siempre que le veía así, un extraño escalofrío recorría su cuerpo. Quizá era por lo que había pasado meses atrás o quizá, por tener tanta acción sin esperar a que se quitará está, de tan solo recordarlo, sus mejillas enrojecían.
Se acercó hasta ellos e hizo una pequeña reverencia en señal de saludo. JongHyun se acerco a él y le abrazo por uno de sus costados, dejando su mano en el vientre hinchado de KiBum.

—Tom. Él es KiBum, mi esposo. —Dijo, a lo que el doctor, extendió su mano, estrechándola con la de KiBum—. KiBum, él es Tom, mi amigo y especializado en casos como éstos, él llevará tú embarazo y nos dirá los cuidados y día de nacimiento de nuestro bebé.

—Así es, es un gusto KiBum. Espero nos llevemos bien durante éstos meses que seré su doctor, JongHyun, me ha contado mucho de ti. —Sonrió. Hizo una seña con su mano hacia el pasillo—. Vamos a mi consultorio, mientras más rápido mejor.

Ya dentro del mismo. KiBum vio el lugar, había fotografías de mamás con sus hijos en brazos, carteles con cuidados especializados en bebés, medicaciones y como eran los partos. Algo parecido al consultorio de JongHyun. Al otro lado de éste, se encontraba una camilla en color negro, a su lado una máquina especial con una pequeña pantalla, una mesita con algodones, pañuelos y varios utensilios más.

La voz del doctor le saco de sus pensamientos.

—Bien, JongHyun me ha dado tú carpeta con información. Por lo que veo ya tienes cuatro meses y medio de gestación, lo que quiere decir que podemos saber el sexo del bebé y el día especifico en el que nacerá. Podemos poner fecha a la cesárea si gustas después de la consulta. —Volteo a ver a su compañero, cuando tomo la mano del rubio. Sonrió y les llevo hasta la camilla donde llevaría acabo la consulta—. Bien, KiBum. Necesitó que te acueste y levantes tú camiseta un poco.

El rubio hizo lo que le habían ordenado. Con ayuda de JongHyun subió a la camilla y se recostó, levantándose la camiseta hasta el principio de su vientre, tomo la mano de su esposo y la apretó fuerte, estaba nervioso. Seria la primera vez que vería a su bebé y ya sentía la necesidad de ponerse a llorar por la felicidad.

JongHyun por su parte, vio como Tom colocaba un poco de gel especial sobre el vientre de KiBum y pasaba el apartó especializado para su trabajo sobre el mismo, esparciendo el gel de forma lenta. Su mirada se dirigió a la pantalla pudiendo apreciar por fin el pequeño cuerpo de su bebé, sentía que lloraría por la felicidad. Había anhelado tantas veces con ser padre que ahora que lo estaba siendo se sentía el hombre más feliz de todos.
Apretó la mano de su esposo fuerte para después dejar un beso sobre el dorso de su mano. A lo que KiBum respondió con una sonrisa.

Tom apunto con su dedo índice la pantalla, enseñándoles su hijo.

—Aquí está su cabeza, sus pulmones están bien y su corazón late con normalidad. Al parecer quiere que sus papás sepan que es un hermoso varón. —Rió, notaba que el bebé dejaba al descubierto sus partes intimas por estar jugando con sus pies.

—Jongie. . . Tendremos un varoncito. —Pequeñas lágrimas de felicidad brotaban por los ojos gatunos de KiBum, apreciaba el pequeño cuerpecito en la pantalla sin evitar que su sonrisa se ampliará.

—Gracias, KiBum, gracias. . . —Le beso.

La felicidad no cabía en ellos. El pequeño fruto de su amor seria un hermoso varón. Uno que ya amaban desde que se enteraron de su existencia.
JongHyun, después de tantos años de estar sufriendo al pensar que nunca podría llegar a servirle a alguien como hombre, daba gracias al destino. Uno de sus más grandes sueños estaba haciéndose realidad. ¿Qué más podía pedir?
Tenia un buen trabajo, una familia que le amaba, amigos que le apoyaban, unos suegros maravillosos y una cuñada que le quería, pronto sería tío, ya que TaeYeon estaba embaraza de GwiBoon, dos meses para ser exactos. Tenia al mejor esposo del mundo y ahora a su pequeño niño que esperaba con ansias.

Sin duda alguna, la vida le había vuelto a sonreír.

¡Hola, personitas del mundo! Después de siglos de ausencia regreso. ⊂(^・^)⊃
Quiero darles las gracias por seguir mis historias por más locas que sean y algunas veces sin razón lógica. ¿? Pido disculpas si no he venido seguido, he tenido algunos problemas con mi trabajo y por ende vengo hasta ahora.
Espero sigan disfrutando de ellas y sigan dándole apoyo, eso nos ayuda a crecer más.
Pasen una linda noche, disfruten de sus días, sigan escuchando a esos chicos locos que amamos y ¡Nos vemos pronto!♡

Arrepentirse el día de la boda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora