Capitulo IV. Pellas y Josh.

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Viernes
Josh en multimedia.

Mañana es la supuesta fiesta.

Creía que Amelia me mataría por ir.

Pero es mucho más rebelde de lo que me esperaba.

Supongo que ella también quiso tener una vida normal.

Obvio.

Hoy ya es Viernes.

Viernes 13.

Me levanto lentamente de la cama y miro el reloj.

6:45

¿6:45?

Faltan 15 minutos para que suene mi alarma,pero la cancelo y me levanto.

Miro mi teléfono y ya tengo 2 WhatsApps.

El nombre de Adam Williams aparece en los dos mensajes.

¿Te paso a recoger dentro de media hora y desayunamos?

Ultima vez de albina...a las 11:59,que malota😏

No puedo evitar rodar los ojos.

El mensaje es de dos minutos,así que le contesto.

Te espero a las 7:20 en el portal de mi casa.

Se podría decir que yo y Adam somos amigos.Algo así.

Me levanto de mi cama de madera chirriante y me visto con una sudadera granate de Oxford,unos vaqueros negros rotos por las rodillas,y mis force blancas,voy rápidamente al baño,me hago una coleta tranquilamente y miro el reloj.

7:10

Hago mi cama bien estirada y mi madre ya me esperaba con una taza de café en la cocina,así que cojí mi mochila,mi móvil,y entre en la cocina.

-Mama,hoy no me hagas desayuno-digo mirando al reloj de pared de encima de el banco de la cocina...las 7:17-

-¿Porque hija?¿Porque estas vestida y arreglada tan pronto?-dice mientras me escanéa de arriba a abajo-

-Voy a desayunar con Adam-se me escapa y me cierro la boca al instante-

Bomba maternal en...

3...2...1...

-¡Hija,preséntame a tu chico!-exclama y enseguida hago una mueca de asco ante las palabras "tu chico"-

-Mama,me está esperando abajo,y no es mi chico-pongo los ojos en blanco y suspiro-es un amigo.

-Quiero conocerle y ni una palabra más-sentencia con una voz eufórica y me agarra del hombro mientras abre la puerta de casa y nos dirigimos hacia el ascensor para bajar-

La que me espera...

Cuando salimos de el ascensor,puedo ver la silueta de Adam esperándome tras el cristal de la puerta de mi casa.Miro a mi madre por un segundo y puedo jurar,que su sonrisa da miedo.

Mi madre abre la puerta de casa y le mira de sus force blancas,si,como las mías,hasta sus ojos bicolor.

El en cambio mira primero al moño mal echo de la cabeza de mi madre,que era así como un estropajo rubio encima de su cabeza.

Te congelaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora