Capítulo 3

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Me miró al espejo y no veo absolutamente nada diferente a lo que vi ayer y probablemente a lo que veré mañana es tan frustrante querer hacer más por ti pero no poder, a veces me siento tan impotente de no poder mejorar ningún aspecto en mi vida.

En este país no eres nadie si no tienes dinero en las cuentas de banco y digamos que no soy nada porque mis cuentas están llenas de deudas que pagaré hasta el día de mi muerte.

Tengo 1 mes trabajando para Styles Royals, es un buen empleo me pagan bien por solo hacer varios papeleos y quedarme 3 veces por semana en el casino.

No hago nada más que vigilar a los empleados; eso si es aburrido, el trabajo es bueno así que mínimo mi refrigerador ya no es un asco y tengo comida decente en mí alacena, al parecer las cosas van bien pero lo único que me inquieta en el trabajo es que ni una sola vez he visto al dueño, solo escucho sobre él pero en realidad nunca me lo he topado...dicen que es atractivo y con rulos sobre sus hombros y unos ojos color verdes pero con muy mal carácter y por lo mismo me da el presentimiento que prefiero quedarme como estoy.

Lleva más de 3 noches viéndome desde su asiento y no sé cómo hacer que pare de verme, no me habla ni me hace señas solo me mira, detenida y fijamente a mis ojos, prefiero que me mire a los ojos que a mí cuerpo sin forma, no soy ni esquelética o con cuerpo de revista pero tampoco estoy fuera de mi peso normal aún así me molestaría que me mira, no puedo hacer nada para que pare solo volteo mi cara para otro lado y ruedo los ojos pero no sé quién es, necesito saber quién es él.

Cuando menos lo pienso está caminando hacia mí pero no puedo crear conversaciones con los que vienen al casino así que trato de ignorarlo pero fracasó triunfalmente

—H-hola me llamo Harold pero todos me dicen Harry—dice tartamudeando y ofreciéndome su mano para estrecharla
—Hola, puedo ayudarle en algo?—Me mira directo a los ojos...con esos ojos verdes
—¿Sabes si puedo saber tu nombre?—Es un hombre atractivo y creo que lo he visto en alguna otra parte pero no sé dónde
—Lamento decirle que no puedo darle mi currículum a desconocidos señor Harold—Sus labios intentan decir algo pero lo reflexiona y los cierra de inmediato
—Creo que en ese caso nos veremos pronto Alissa—Dice con una sonrisa de oreja a oreja que casi se me contagia
—¿Cómo sabe mi nombre?—Me tiene demasiado sorprendida su interés en una empleada como yo
—Esta en su gafete señorita —logró ver que se le tensa la mandíbula y su voz se torna gruesa

Después de tanto tiempo viviendo con mierda todo el día, un tiempo sin ella se vuelve como no estar en casa.

Me gusta mi trabajo, me volví amiga de una recepcionista muy linda llamada Verónica, parece unos cuantos años mayor que yo pero aun así es agradable, al parecer es latina ya que tiene tez morena y tiene un acento raro cuando intenta maldecir algo siempre se le salen cosas como 'Vete a la concha' 'No mames' 'Chinga' y no entiendo nada de lo que dice aunque es divertido

A él tipo del casino no lo volví a ver y ya pasaron 3 meses desde la ultima vez, al parecer le enfado lo que le dije, lastima, era bastante guapo alto, ruloso, ojos verdes; bastante atractivo como para fijarse en mi.

Mi casa es un bonito lugar a pesar de la horrorosa calle donde vivo, ya nunca fui al psicólogo que me recomendaron y mucho menos volví a ver a mis antiguos amigos ni a nadie, pero creo que así está bien no quiero recordar algo que no vivi, aunque eso sea lo que más me atormente.

"Alguna vez ha sentido que quieres desaparecer de la faz de la tierra pero no puedes, yo lo he sentido miles de veces pero no tengo el valor para hacerlo, soy demasiado cobarde como para intentarlo, tú crees eso Verónica?"

Existe un café cerca del casino donde trabajo, es algo pequeño pero aún así es cómodo y rústico, los miércoles siempre vamos Verónica y yo a tomar un café y hablar sobre lo que nos ocurrió en la semana, pero esta semana decidí preguntarle si creía que era cobarde o mis acciones lo eran; su respuesta fue no.

Me acerqué a ella, era estatura mediana y tenía unos hermosos ojos, parecía de ascendencia latina, no sé cómo o porque pero ella se me hacía una afición, tanto como el poker, ella iba a ser mi próxima presa
Le hable por unos minutos y fue cuando me di cuenta que era diferente y terca también, ella era como un Az, muy difícil de encontrar pero muy sutil al ataque, podría ser capaz que ella, una empleada mía me gustará, eso no podría ser posible pero; lo era, ella me gustaba, Alissa Parks me gustaba.

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⏰ Última actualización: Feb 05, 2016 ⏰

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