Eterna Condena

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Aclaraciones

- No me estoy metiendo en nada religioso

- La idea está basada en Ghost Rider pero obviamente no es lo mismo.

- Odié poner a Kurama de malo, porque es de mis personajes favoritos

Ahora... ¡Disfruten!

A duras penas podía levantarse, se sentó lentamente, tratando de parar el mareo que estaba sufriendo y abrió los ojos.

Miró sorprendido cómo estaba en recostado en una elegante habitación, algo oscura pero perfecta.

Escuchó como abrieron la puerta y dirigió sus hermosos orbes color ónix hacia allí.

_ ¿Uh? - por la puerta entró un rubio con tres marquitas muy acentuadas en cada mejilla, alto, fornido y con los dientes caninos más grandes de los que usualmente son, pero eso no era lo más intimidante de ese chico desconocido, lo más intimidante eran sus ojos, de un tono rojizo que se asemeja al color de la sangre y rasgados, como los ojos de algún felino - ¿Quién eres? - preguntó el chico acercándose a él.

_ Sasuke - respondió con voz ronca.

_ Ah, claro, ¿él chico que hizo un trato por su hermano, no?

Sí, así es. Un trato por Itachi.

Flashback

Los doctores habían dicho que no sobreviviría la noche. No había más que pudieran hacer.

Sasuke estaba devastado. Itachi era lo único que tenía, pues sus padres habían muerto cuando era pequeño, pero tenía tuberculosis e iba a morir.

Un chico de diecisiete años, completamente solo.

Ahora se encontraba en la habitación de hospital de su hermano, escuchando su respiración acompasada.

Entonces, un extraño se acercó lentamente, un hombre pelirrojo.

_ Es una pena, era tan joven - esbozó una sonrisa siniestra - ¿Te gustaría que viviera, no es así?

Sasuke no respondió. La respuesta era obvia.

_ Te ofrezco un trato - continuó el extraño - Te ofrezco salvarlo.

_ ¿Cómo haría eso? - levantó la cara.

_ Tengo mis métodos y sólo tienes que firmar - y sacó un pergamino.

Sasuke tomó el pergamino, entonces sintió un dolor agudo en su dedo, se había cortado con el papel.

Por acto de reflejo, apartó la mano y las gotas de sangre cayeron sobre el papel.

_ Gracias, con eso es suficiente - aquel extraño tomó el pergamino y sonrió mientras sus ojos se teñían de un color rojo - Eres mío, Uchiha Sasuke.

Y todo se tornó oscuro.

Fin del Flashback

_ I-Itachi, ¿dónde está? - trató de levantarse pero estaba muy débil - ¿Dónde estoy? El extraño pelirrojo... dijo que lo salvaría - comenzaba a desesperarse y a hiperventilar.

_ Hey, tranquilo, está bien, tu hermano está bien - lo tomó por los hombros con delicadeza y le frotó los brazos.

De repente, una tercera persona hizo acto de presencia.

_ Naruto-sama, Kurama-sama solicita su presencia, y la del... humano - entró una chica pelirrosa y bajó la mirada el sentir la mirada de su señor en su persona.

_ Gracias, Sakura - sonrió seductoramente y se acercó a ella - Oye, cuando termines, necesito verte en mi habitación, no tardes - se dirigió a Sasuke - Ven.

Sasuke pudo levantarse ésta vez y se dirigió al chico que al parecer se llamaba Naruto.

Caminaron por los largos pasillos en silencio, hasta que llegaron a un enorme salón, dónde se encontraba un zorro de al menos 30 metros (N/A: ni idea de su altura), con nueve colas que se alzaban orgullosas.

_ Naruto, veo que ya conociste al Uchiha - habló con voz de potestad.

_ Así es, Padre - respondió Naruto - ¿Puedo saber el periodo de tiempo de su estancia?

_ Lo que le falta a Sakura.

_ ¿Qué? - Naruto frunció el ceño - Padre, con todo respeto, no creo que éste sea lugar para un crío como éste.

_ ¿Crío? - Sasuke se molestó - Tenemos la misma edad - frunció el ceño.

_ Oh, ¿en serio? ¿Tienes diecisiete años? - Sasuke asintió - Bien, muy bien, pues yo tengo más de mil años. Eres un crío aquí, hasta la inútil de Sakura...

_ Sakura llegó a los dieciséis, un año menor que este chico - Kurama intervino - Y nunca te vi tan conmocionado, hasta me pediste que fuera tu criada y tu juguete... además, le prometí a Shukaku un chico joven...
_ Dale la mía - interrumpió Naruto.

_ ¿Qué? - Kurama lo miró incrédulo.

_ Dale a Sakura, y yo me quedo con él - señaló a Sasuke con un movimiento de cabeza.

_ Bien - aceptó Kurama - Has lo que quieras con él, no me importa, ahora váyanse, tengo que hacer una reunión para ver a Shukaku.

Naruto asintió, tomó a Sasuke del brazo y se lo llevó a su habitación.

_ Tranquilo - le habló a Sasuke - No te haré nada... a no ser que me lo pidas - sonrió zorrunamente.

"Vaya dobe" pensó Sasuke.

Abrió la puerta de su habitación, encontrándose con una Sakura sonrojada con una bata verde olivo.

_ Naruto-sama, estoy lista - jugó con sus dedos nerviosamente.

_ Olvídalo, Sakura, te vas con Shukaku en unas horas, recoge tus cosas y consíguele unas nuevas al chico - habló severamente - No quiero dramas.

Sakura asintió con lágrimas en los ojos y se retiró para hacer lo que le ordenaron.

_ Puedes sentarte ahí - miró a Sasuke y señaló el pequeño sofá azul marino - En lo que cambian la cama y algunas cosas - y salió de la habitación.

Sasuke se sentó y se inclinó un poco hacia un lado, recargando su cabeza en un cojín, y se quedó dormido.

[...]

Naruto entró a su habitación para verificar que Sakura haya hecho lo que le ordenó y entonces se encontró con una curiosa imagen; el azabache dormido en el sofá, se veía tan pacífico, tan tranquilo... así que no pudo evitar cargarlo y acostarlo en la cama nueva.

Se sentó en la silla y lo observó dormir.

Después de unas horas, Sasuke abrió los ojos lentamente y sintió la mirada de Naruto.

Se levantó lentamente y se quedó en silencio hasta que la duda surgió.

_ ¿Qué pasará conmigo? ¿Qué me hará tu... padre? - ante esa última pregunta, Naruto golpeó la mesa con su puño.

_ Primero, no estás con él, estás conmigo, y ya te lo dicho; no te haré daño. Segundo... Él no es mi padre - espetó - Al igual que tú, estoy aquí condenado por un trato que hice.

_ Bueno, si voy a estar contigo por una eternidad creo que... me gustaría empezar a conocerte.

Naruto lo miró sorprendido y se decidió por contarle.

En El Infierno O En El CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora