En El Infierno O En El Cielo

No Es Suficiente

_ Mis verdaderos padres se llamaron Kushina Uzumaki y Minato Namikaze, éramos una familia muy unida... un día, cuando cumplí dieciséis, me dijeron que tenía que darles herederos, así que empezaron a elegir a algunas chicas para que las desposara, la única que llamó mi atención fue una que ni siquiera se había presentado en esa larga fila, se llamaba Hinata, Hyuuga Hinata... - Sasuke lo siguió escuchando con aún más curiosidad - me enamoré de ella, era leal, inteligente y dulce... pero un día, alguien la envenenó, estaba a punto de morir hasta que se me acercó un extraño pelirrojo y me ofreció un trato, le pedí que le quitará el veneno y lo hizo, por una razón que no comprendí al principio, no me llevo, pero al día siguiente fue asesinada y fue cuando me ofreció el trato de traerla de regreso para que viviera su vida como se suponía que haría, pero a cambio, tendría que convertirme en su heredero, su primogénito... No me quedó más elección que aceptar, no tenía más alternativas - Naruto suspiró con tristeza - Desde ese entonces, he estado aquí, condenado por toda la eternidad...

_ ¿De qué color eran tus ojos? - preguntó Sasuke.

_ ¿Uh? - Naruto lo miró atónito.

_ Es obvio que tus ojos no eran así cuando eras humano - señaló Sasuke - ¿Cómo eran entonces?

_ Azules, como el zafiro - respondió después de unos segundos.

_ Hn, dobe - sonrió ligeramente y Naruto correspondió a esa sonrisa.

[...]

Ya habían pasado meses, meses desde que estaba en aquella prisión, pero no la sentía así.

_ ¡Ha! ¡Te gané, dobe! - exclamó el azabache al tocar la figura de piedra que se encontraba en el jardín.

_ Teme, hiciste trampa - el rubio hizo un pequeño puchero.

_ Te jodes, usuratonkachi - respondió burlón.

El rubio sonrió zorrunamente. Y...

Se abalanzó sobre Sasuke.

_ ¡D-Dobe! - exclamó el azabache ante el acontecimiento de tener a Naruto sobre él - Tengo una pregunta.

_ Siempre tienes preguntas - sonrió - Adelante.

_ ¿Qué era la chica pelirrosa para ti? - Naruto se sorprendió con eso.

_ Verás, a veces, cuando mi padre traía a algunos chicos y chicas, lo hacía para dárselos a sus ocho hermanos... o a mí. Sakura era como la criada con la que el jefe tiene sexo, no me servía para nada más, y no hubo nada romántico, en caso de que te lo preguntes.

_ ¿Y qué soy yo para ti?

_ Eres mucho, mucho más que eso, Sasuke - se acercó a él y besó la mejilla de Sasuke con dulzura, demasiada para el hijo adoptivo de un demonio.

La mejilla de Sasuke era tan suave, así que siguió dando besitos hasta que llegó a los labios de Sasuke.

Los besó, pero eran muy diferentes sus labios, eran deliciosos, adictivos, simplemente no deseaba probar algo más.

Y desde ese momento, cambió todo.

Desde ese momento, ya no se veían con los mismos ojos, cada vez que peleaban o discutían o simplemente estaban juntos, terminaban besándose de una forma apasionada y salvaje.

Pero ambos deseaban aún más...

_ ¡Ha! ¡N-Naru! - jadeó el Uchiha al sentir la lengua de Naruto, recorriendo el tronco de su miembro y empujó las caderas hacia Naruto en un intento de sentir más esa lengua juguetona.