¿Y si te digo que me gustas? -Juanpa Zurita

Segundo acercamiento

– Inhala, exhala, inhala, exhala... —comencé a decir rápidamente hasta que me interrumpió Lucía.

– Kiara, me estás volviendo loca hace más de media hora, BASTA. —dijo un poco cabreada.

– Perdón. —me disculpé con un poco de vergüenza— Pero no puedo creer que Juanpa vaya a venir a mi casa. ¡Es que es algo increíble!... Y realmente incómodo también.

– ¿Por qué? —me preguntó Lucía riendo, mientras iba a sentarse al sillón que estaba ubicado en el living,  dejándole a mí sola en la cocina preparando el almuerzo.

– Incómodo, porque me va a ver en bikini y estoy gordita e increíble, porque Juanpa me gusta hace mucho y no sé en qué momento en mi loca cabeza se me ocurrió hacerte caso de invitarlos a la casa y peor, para que me vea en bikini. —dije poniendo la carne a cocer.

– Primero, no seas exagerada y no estás gordita. Tener curvas, no es sinónimo de ser gorda; y segundo, tampoco estás loca e invitaste a Juanpa porque algún día tienes que hablar con él para saber si sientes sólo atracción o de verdad te gusta en serio. —dijo Lucía como si fuera lo más normal, desde el sillón. Ahora poniendo sus pies en la mesa de centro que había frente al sillón.

– Lucía, baja tus pies de ahí, mi mamá me matará si queda una marca o raya en su mesa. —dije mirándola desde la barra americana— Y... Estoy gorda y eso nadie me lo saca de mi cabeza. —dije ahora sacando tomates y zanahoria para la ensalada.

– Mujer, ¡que no estás gorda! Tienes un cuerpo envidiable. Ya quisiera tener yo tus curvas, pero, como dice mi mamá: "Cada loco con su tema".  —dijo ahora echándose de lleno en el sillón— Kiara, tengo hambre.

– Si me ayudaras a hacer la ensalada,  creo que comeríamos antes. —dije un poco irritada.

– Ya te pareces cada vez más a mi mamá. Si sigues así, te dejare de invitar a mi casa, porque pasar tiempo con mi mamá te está haciendo más renegona y gruñona. —me sentenció, pero seguía en el sillón acostada y ahora con sus pies en el sillón, sillón que era blanco por cierto.

– Hablo en serio Lucía, necesito ayuda con el almuerzo si quieres que esté listo ya y puedas comer. —dije rallando la zanahoria y observando la carne que aún se estaba cociendo.

– Ya mamá, ya voy. —dijo pero no se movió de su posición. Aveces Lucía me ponía de tan mal humor.

– ¡Lucía! —dije llamándole la atención.

– Necesitas un novio o algo que te quite lo gruñona y mandona. —dijo parándose del sillón, por fin, y viniendo a ayudar— ¿Qué hago, mamá?

– Fíjate de la carne, mientras que termino de hacer la ensalada. Cuando se termine de cocer, pon la mesa. —dije mientras que picaba los tomates en rodajas.

– Pero Kiara, la mesa ya está puesta. —dijo ella moviendo la carne para que no se quemara.

– Lucía, sabes a lo que me refiero. —dije rodando los ojos.

– Si sigues haciendo eso, se te quedarán así algún día. —dijo ella riendo— Ya sé porqué estás tan gruñona, estamos cocinando sin música. ¿Dónde está el parlante con cable auxiliar? —dijo Lucía robándome una rodaja de tomate y llevándola a su boca para comersela.

– Está a un lado de la televisión, pero, el cable auxiliar está en mi cuarto ya que si no recuerdas, se fregó la última vez el mío. Pero, tiene Bluetooth. —dije yendo a la despensa a sacar Maíz enlatado de allí.

– Bueno. —Dentro de pocos segundos se escuchó la canción "Sorry" de Justin Bieber, canción que a Lucía la volvía loca porque ella era Belieber desde hace años y simplemente ese personaje la volvía loca— Ahora sí se puede cocinar a gusto.

– Bueno, ¿quieres queso en la ensalada? —le pregunté sacando un recipiente para verter la zanahoria y el tomate.

– Obvio, eso ni lo preguntes. ¿Te paso el queso? —me preguntó ella,  mirándome mientras hacía la ensalada, normal en ella.

– Obvio, eso ni lo preguntes. —dije imitándola, para después reírme.

– Cocinar con música te pone de buen humor. —dijo ella yendo a la heladera a sacar el queso.

(...)

– Lucía, ¿puedes cargar mi celular? Me olvide de cargarlo anoche y mis papás me pueden llamar en cualquier momento. —le pedí cuando estaba casi terminando de lavar los platos.

– Bueno. —me respondió ella, al mismo tiempo que sonó el tiembre.

Yo ya sabía quiénes eran o por lo menos, lo presentía.

– Yo abro. —dijo ella con mi celular en su mano— Hola Andy y Juanpa, pasen están en su casa, Kiara está terminando de lavar la losa pero ahorita se nos une, ya vuelvo. —la escuché hablando muy rápido y dejándoles la puerta abierta para que pasen, mientras ella iba corriendo por mi cargador a mi cuarto.

– Hola, Kiara. —me saludó Juanpa entrando a la cocina— ¿Te ayudo?

– No, ¡qué vergüenza! Ustedes son mis invitados. —dije y en eso entró también Andy a la cocina.

– Hola, Kiara, ¿qué haces? —dijo Andy.

– ¿No ves, bruto? —le respondió Juanpa por mí, a lo que rió fuerte después, haciendo sonrojar a su hermano.

– Hola, Andy. —lo saludé amablemente— Aquí, terminando de lavar. —dije secándome las manos, pues ya había acabado— ¿Quieren algo para tomar?

– Pues, más bien, queríamos saber si podemos meter unas cervezas a tu heladera. —mencionó Andy rascándose la nuca.

– Claro, métanlas. Están en su casa. —dije sonriéndoles en señal de que debían sentirse cómodos.

– Ya volví. —dijo una Lucía sonriente y recién perfumada— ¿Nos metemos ya a la piscina? —dijo poniéndose a un lado de Andy. Pude notar que traía dos toallas, supuse que una era para mí y otra para ella, además traía consigo el bronceador.

– Claro, vayan yendo. Llevaré algo para picar y gaseosas dentro de un rato. —dije abriéndoles la puerta de la cocina que daba al jardín, donde se encontraba la piscina.

– Yo me quedo a ayudarte. —dijo Lucía, pero Juanpa la interrumpió diciendo:

– No, yo me quedo. —eso lo dijo con una hermosa sonrisa, haciendo que mi corazón comenzara a latir aun más rápido.

Hola, este es el nuevo capítulo, denle amor, comentándolo y votándolo <3

Estamos muy emocionadas con este nuevo "proyecto", por llamarlo así :)

Gracias por sus comentarios y votos en las partes que hemos publicado, son unas delicias de personas :3

Hasta luego,

Con mucho amor:

-Xoxo & Lachicadelosuenios