El despertador suena y me levanto de la cama al primer timbrazo, me siento emocionada, mi hermoso Arturo me hizo entender que esto no será problema para mí.
-Eliana abre los ojos -digo y abro las persianas de su cuarto.
-Esto es muy raro, acaso ¿estamos en el cielo?, no es normal que Martina Arboleda Sarmiento se despierte antes que yo... ¿otra vez diarrea? -pregunta divertida alzando las cejas.
Tiro una carcajada falsa y digo:
-Hoy te corresponde preparar el desayuno a ti mi querida -concluyo y salgo de su cuarto.-¡Noooo! no es justo, hazlo tú por favor -ruega gritando.
-Lo siento, ya estoy en la ducha -digo triunfadora.
-Te odio.
-Me amas.
Salgo de la ducha y decido alaciar mi cabello, o mejor dicho melena, logro hacerlo, me maquillo muy poco y treinta minutos después ya estaría desayunando los pancakes de Eliana.
Voy a mi habitación y elijo un vestido negro floreado de manga larga que llega más arriba de las rodillas y unos botines color café, hacía un día soleado. Veo que Eliana sale de la ducha, se dirige al sofá y agarra el control remoto de la televisión y la enciende...
"Hombre de aproximadamente veinticuatro años fue encontrado mutilado severamente a la orilla de un río ésta madrugada por una mujer que salía al trabajo. ¿Crimen pasional? ¿Venganza?...
Informe completo en la emisión de noticias del mediodía".Las imágenes eran más que desgarradoras, eran perturbadoras, el hombre estaba literalmente partido por la mitad y sus genitales habían sido arrancados como sus tetillas, pero la escena estaba limpia, el cadáver estaba limpio no tenía ni una gota de sangre, inmediatamente llegaron a mi cabeza las mismas imágenes de Elizabeth Short o mejor conocida como "La Dalia Negra" hace meses realicé una larga y detallada historia sobre su vida y asesinato...
-¡Dios Santo! -exclamé tapando mi boca con mis manos.
-Obviamente tenía el diablo dentro, sea quien sea -dice Eliana negando con su mirada en el suelo.
-Si ya lo creo -admito temerosa. -Hey ¿a dónde vas? -pregunto a Eliana quien sigue en shock.
-Iré a correr con Tomás -responde levantando su mirada del suelo y dándome una pequeña sonrisa.
-Perfecto, Arturo y yo iremos a la biblioteca y luego iremos a su trabajo ya que tiene que hacer algunos trámites antes de irse para México -digo con mucha tristeza esto último.
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Enamorada tal vez, obsesionada si.
Teen Fiction-Pero ¡¿QUIÉN DIABLOS ERES?! -nunca había sentido tanta satisfacción como aquella al escucharlo gritar tan aterrorizado. -Cariño, no es suficiente si te dijera que soy peor que el monstruo al que tanto temías cuando eras un pequeño...