12 de Marzo de 1993

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Miami, Florida.

Estaba sentado ahi, en un bar a dos cuadras y media de la base donde me hayaba prestando servicio. Tomaba una cerveza con un amigo que conocí en el centro donde entrené, se llama William Cárter, es buena persona, y tiene una madre que cada 30 días le escribe.
-Ey Andrew! Tomate una más. Me dijo muy eofurico bajo los efectos de 3 cervezas, 4 wiskys y un Brandy ofrecido por la casa.-Mira que esta puede ser nuestra última noche de permiso en mucho tiempo.
-Tienes mucha razón Carter

Agache la mirada y mire mi cerveza. La tome y la bebí de un solo sorbo. Cuando estaba a punto de terminarla, fui interrumpido por una voz muy familiar.

-Buena manera de pasar su día de permiso. Dijo el sargento Dallas con un tono fuerte pero un poco gracioso.
-Sargento, señor!. Lo dije con la lengua medio enmudecida del alcohol y al tiempo con Carter.
-Descansen soldados. Dijo el sargento en medio de risas. -Han bebido mucho soldados?
En ese momento no sabía si decirle que si, o decirle que no y que pensara lo peor de mi.
-Señor, no mucho pero lo suficiente como para ir a nadar desnudo entre tiburones.
-Soldado Scott. Dijo el sargento entre risas y seriedad. - Ahora si explico el motivo de mi visita acá. Saco un sobre de papel con unos documentos muy importantes, o no lo se. Estaba muy ebrio para saberlo. - Estos documentos son pruebas acusatorias de soldados que en Irak, han abusado sexualmente de menores y madres iraquíes.

Mi ebriedad se vio disipada en la medida en la que el sargento iba dociendo mas cosas.
-En estos momentos. Continuó el sargento. -Tenemos un abogado el cual fue trasferido de Francia, especializado en violaciones de derechos humanos. Te esta esperando en la bahía Lincon, para que le entreges este sobre.

El mayor revisó que en la barra de bebidas no hubiera líquidos derramados y lo puso encima, pasándomelo muy disimuladamente. -Señor. Pregunto con un tono un poco indagador. -Este tipo de información... Porque siento que la maneja con tanta discreción?
-Soldado, este es un tipo de información clasificada. Respondió el mayor con un tono autoritario.-A veces hay cosas tan importantes, que no requieren mayores prioridades.
Se levantó el sargento de la barra y se despidió saliendo muy serenamente por la puerta.

Me tomé un momento para asimilar la cerveza que me había tomado hace un momento junto con la rara conversación con el sargento Fallas.
-Carter... Ehm... Eso fue real?
-Creo que si, aunque estoy muy ebrio para decirte la verdad. Terminó diciendo eso con una carcajada irónica. Tenia razón, estábamos muy ebrios.

Continúe bebiendo cuando recordé algo... "Te esta esperando en la bahía Lincon".
-Diablos! Me están esperando con este sobre!.
-De que demonios hablas Andrew?. Me dijó Carter en un tono un poco extraño.
-La conversación de ahorita! No era ninguna alucinación... Mire hacía la barra, y vi el sobre con un poco de cerveza derramada sobre el. -Mierda! El sobre!.
Lo tomé rápido y lo limpie.
-Que vas a hacer Andrew?
-Debo ir a la bahía Lincon ya!
-Te acompaño?
-No tranquilo Carter, quedate bebiendo. Tranquilo. Le respondí mientras sacaba dinero para pagar mis cervezas y ayudarle a pagar la cuenta a Carter.
-Esta bien, suerte.
-Gracias, nos vemos luego.

Y salí con prisa hacia la bahía Lincon que quedaba a mas de 9 cuadras.

Memorias De Un Corazón IlusionadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora