Hace mucho tiempo vivía con una chica, que era una absoluta fan de Hello Kitty. Tenía la mas increíble colección de la simpática gatita. Su habitación parecía mas bien un museo, que un cuarto de una niña de su edad. Era una chica tímida, y muy reservada, y su extraña afición puso en el punto de mira de un grupo de chicas indeseables que habían en su escuela.
Este era un grupo de delincuentes juveniles que se divertían golpeando, robando y humillando al resto de muchachas, pero en su caso el acoso era continuo y diario. Sabían que ella nunca diría nada, ni a sus padres, ni a los profesores, y eran lo suficientemente listas como para golpearla en lugares en los que no quedara marca, o se taparan con la ropa. Tan continuo fue el acoso, que acabo acostumbrándose, y cuando la empezaban a molestar se alejaban del dolor pensando en su adorada Hello Kitty. En sus fantasías recorría un idílico mundo, donde nada ni nadie podía hacerle daño, y de esta forma aprendió a ignorar el dolor, y la humillación.
Las abusadoras vieron, como los llantos y quejidos, se convirtieron en una cara inexpresiva, y lo que más la inquietaba era que sus ojos parecían como muertos, vacíos e indiferentes a las palizas que recibía.
La líder del grupo comenzó a darse cuenta de que su comportamiento le hacia perder el respeto de las demás, que veían como era incapaz de doblegarla. La chica no se resistía, no luchaba, no lloraba; era como si simplemente la ignorara. Pero lo que era aún peor... ¡Le daba miedo!.
No sabía el porqué, pero esos ojos inexpresivos con los que la miraba cuando la estaba golpeando, simplemente, le helaba la sangre. Un día decidió acabar con el problema y organizo a su banda para seguir a la chica hasta su casa. Aprovechando que sus padres llegaban tarde del trabajo, pretendían infligirle tanto dolor que temblara cada vez que se acercaran a ella. Sabia que eso no lo podía hacer en la escuela o en la calle, porque siempre podría haber alguien que las delatara.
La Chica al llegar a su casa, lo primero que hizo fue colocarse su pijama Favorita de Hello Kitty, como cualquier día normal. No habían transcurrido ni tres minuto, cuando el timbre de la puerta sonó. Sin pensarlo abrió la puerta, y antes de que pudiera reaccionar, dos integrantes del grupo violento, la tenían inmovilizada por los brazos. Un momento después, la líder entro a la casa con una risa burlona. -¿No te han enseñado a preguntar antes de abrir la puerta?-. Sin mediar una palabra mas, la golpeo fuertemente por el estomago, dejándola sin aire, y en rodillas al frente del recibidor de su casa.
Las delincuentes entraron a su casa, y cerraron la puerta asegurándose que nadie las hubiera visto. Arrastrándola, la subieron hasta su habitación, y comenzaron a burlarse de su colección, mientras que destrozaban una por una sus figuras, sábanas, o cualquier otro tipo de colección de Hello Kitty.
Pero la chica ya se había evadido mentalmente. Sus ojos una vez se habían vuelto inexpresivos, y parecían ajenos a todo dolor o vejación. Probaron apagándole cigarrillos en la pierna, con cortes en su piel, saltando sobre ella... pero todo parecía inútil. Esos ojos fijos, pero perdidos, empezaron a atemorizar a todo el grupo, y algunas de ellas comenzó a decir que era mejor irse, que alguien podía llegar, o inventando cualquier otra excusa para ocultar la realidad -¡Se morían del miedo!-.
La líder no podía dejar las cosas así, y decidió acabar de una vez por todas con el problema. -¿Sabes que fue lo que dijo Hello Kitty?- le dijo mientras metía una mano en el bolsillo.
La chica no contestó y continuo inmersa en un mundo de fantasía. -No puede decir nada- dijo la jefa del grupo- ¡¡¡Porque no tiene boca!!!- y de repente sacó una navaja abierta del bolsillo, con la que le comenzó a arrancarle los labios de la chica. Dejando su pijama, sus sábanas, y toda su habitación de Hello Kitty, cubierta de sangre.
Pero contra todo pronóstico, la chica se inmutó y continuó mirándola con esos ojos sin vida. La líder de la banda asustada comenzó a apuñalarla en el pecho, le clavó incontables veces la navaja hasta que murió escupiendo sangre, y con los pulmones totalmente perforados.
Las demás integrantes de la banda salieron corriendo, pensaban ir a asustarla, en ningún caso habían ido para asesinarla. Pero igualmente eran cómplices y sabían que todas ellas podían ser juzgadas. Para ocultar las pruebas que hubieran podido dejar. La líder prendió fuego a la habitación, y en pocos minutos, era toda la casa la que estaban en llamas.
Pero por más que corrieran, o se ocultaran, nunca podrían escapar de lo que habían hecho; y sin saberlo, habían despertado una sed de venganza que la chica no pudo cobrarse en vida, pero si lo haría en la muerte.
Todas ellas empezaron a tener horribles pesadillas, en las que podían ver los ojos inexpresivos de la chica asesinada mirándolas fijamente. Pero eso no fue más que el principio, cuanto más fuerte era el fantasma, más poder podía ejercer sobre ellas, y un día comenzó el verdadero sufrimiento.
Sin saber cómo, las asesinas comenzaron a sentir que cada vez les costaba más abrir la boca, hasta que un día despertaron con la boca como si estuviera sellada: no podían hablar, no podían comer, ni beber, y por mas que intentaban forzar las mandíbulas, no eran capaces de despegarlas.
La líder fue la primera que sintió el efecto, y la primera en darse cuenta de que su boca parecía difuminarse, como si se estuviera borrando, hasta finalmente desaparecer. Parecían un dibujo de Hello Kitty, en el que no existe la boca en el rostro de la gatita. Por supuesto, nadie más aparte de ellas podía ver que su cara no tenía boca. Era como si el fantasma jugara con su mente, con el fin de solo torturarlas.
En un par de días, las abusadoras se empezaron a sentir mal, no podían beber, y comenzaban a sentir los síntomas de la deshidratación. Tenían terribles dolores de cabeza, y en sus delirios, veían los ojos inexpresivos de la chica, mirándolas fijamente en cualquier lugar. Podían sentir como las golpeaban, pero no podían gritar; y lo que era aún más inquietante, una especie de fuerza malévola les impedía pedir ayuda. Poco a poco fueron sucumbiendo, riéndose al dolor y sus ojos fueron perdiendo brillo, perdido vida, y volviéndose tan inexpresivos como los de la chica a la que humillaron, golpearon y finalmente asesinaron.
Cuando se iban riendo, su mente abandona su cuerpo, y entraban en un coma irreversible. Su mente se evadía, y llegaban a un idílico lugar lleno de flores y pequeñas muñecas de Hello Kitty, las cuales jugaban y saltaban divirtiéndose. Era el mundo imaginario en el que la chica asesinada se evadía del dolor.
La líder de la banda, fue la última en doblegarse y caer en un coma profundo. A los pocos segundos de llegar a aquel paradisíaco lugar, el cielo se oscureció, y las decentes de Hello Kitty que jugaban distraídas, se giraron hacía ella, mirándola fijamente, con los mismos ojos sin vida que los de la chica.
Había comenzado su verdadero sufrimiento, pues este mundo no había como escapar del dolor; y la chica torturada se aseguraría de que no cesara el dolor hasta que alguien las desconectara de las maquinas que las mantenía con vida en el mundo real, en un coma profundo del que nunca despertarían.
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Holaa, Gran historia la de esa extraña Gatita, no ?
Cuantas fans de Hello Kitty hay? Comente y digan "yo"
Lectores(as) fantasmas, me ayudarían con una estrellita ;) , se les quiere :)
Saludos,
Jaber Hamzi
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Historias de Terror
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