XI

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Esa noche, mientras comía pan viejo, encogido de frío en la cama, pensaba que la soledad de cada uno era definitiva. Tenía la convicción de que la experiencia de los lagos había sido maravillosa y de que tal vez por eso mismo, todos los amigos, salvo Larsen, tratarían de ocultársela. Gauna se sintió muy resuelto a ver lo que había entrevisto esa noche, a recuperar lo que había perdido. Se sintió más adulto que los muchachos y quizá también que el mismo Valerga; pero no se atrevía a hablar con Larsen; tenía éste una incorruptible sensatez y era demasiado prudente. Se encontró, desde luego, muy solo.


El sueño de los héroes, Adolfo Bioy Casares.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora