Oh Jefe

El comienzo parte II

-Joselyn Miller
Me levante de inmediato al oír mi nombre. Agarre mi maletín y camine hacia la gran puerta.
-Pase por aquí por favor.
-Gracias.
Me adentre un gran e iluminado pasillo con dirección a la oficina. La luz que entraba por el ventanal a mi izquierda hacia que el lugar sea agradable. Seguí a la pelirroja que me llamo hace unos minutos y llegamos a dos puertas más, tomo la manija de la puerta más grande y me hizo pasar primero.
Al entrar nos recibió una  habitación muy iluminada y pulcra. La mujer se acerco al escritorio y el hombre que estaba sentado en la silla se dio vuelta al fin.
Unos ojos verde esmeralda me dieron la bienvenida.
-siéntese señorita... Miller ¿verdad?
-Si, Joselyn Miller
Él sonrío.
Tomé asiento en la butaca frente a su escritorio.
-Creí que el señor Albert Schroeder me entrevistaría hoy
-El señor Schroeder solo vino a verificar que la empresa estuviera en condiciones, yo estoy a cargo ahora. ¿Tiene algún problema con eso?-preguntó mirando directamente a mis ojos.
-Para nada señor, solo preguntaba. 
Decidí que lo mejor seria cerrar mi bocota mientras el revisaba mi currículum. Lo que me dio tiempo de apreciar su belleza. Tenía el cabello corto a los lados y un poco más largo arriba lo que le daba su toque  profesional. Su piel apenas bronceada hacia resaltar más sus ojos oscuros y la barba de un par de días hacia que quisiera tocarle.
-veo que ha tenido bastante experiencia en este campo, y sus referencias son muy buenas. Que la hizo dejar de trabajar para "Twexy" es una empresa muy buena, además de ser nuestra principal competencia.
-El joven Rick tuvo que despedirme porque su prometida creía que se acostaba conmigo.

Él pareció quedar sin palabras por mi sinceridad. 

-¿Y eso era cierto?- pregunto con su mirada penetrante.

-Claro que no, yo solo me limito a hacer mi trabajo señor. Y créame que no es agradable perder el empleo por algo así.

-entiendo-respondió finalmente. Repaso una vez más el currículum y finalmente hablo.

-Bien, nosotros la llamaremos si tenemos novedades señorita Miller

-Um esta bien, un placer señor...

-Ian, Ian Schroeder.

-Ian Schroeder-murmuré- que tenga un buen día. Me levante, hice un gesto con la cabeza en señal de despedida y salí de allí lo más rápido que pude.

Joder, la había cagado con este hombre. Pero al menos mantuve la calma y no me tire a su yugular, porque  había que admitirlo, el tipo estaba bien bueno. Me reí. Y todos las personas en la sala me miraron. Cuando el ascensor al fin había llegado una voz detrás de mi hizo que me girara.

-Señorita Miller, temo que se ha olvidado su maletín en mi despacho. 

-Oh gracias señor, yo...lo siento.. no quería robar más de su tiempo-tranquila Joselyn a menos que el lea los pensamientos no te escucho.

-Claro.. Tenga más cuidado.

Nos quedamos mirando directamente a los ojos unos minutos, y cuando él estaba a punto de decir algo, vino la pelirroja a irrumpir en nuestra burbuja.

-Señor Schroeder tenemos que seguir con las entrevistas-le dijo mirándome con desprecio 

Me miro unos segundos más, que parecieron eternos al menos para mi y luego simplemente se despidió.

-Que tenga un buen día señorita, con permiso.

Salio directamente hacia su despacho sin darle si quiera una mirada a su asistente, quien luego de una mirada rebajadora, lo siguió como un perrito faldero. Perrita diría más bien.

-¿Señorita, baja?- Un hombre canoso me pregunto desde el ascensor quitándome de mi ensoñación 

-Si, claro.

Al cerrarse las puertas supe de inmediato que debía conseguir otro empleo.