Zane estaba helado, ¿Cómo que casi esposa?, buen momento eligió Alexis para despertar.
-¡Que ex novio, casi esposa, ni que ocho cuartos!- Grito enojado -Aléjate maldito acosador-.
-Vamos bombón sabes que siempre quisiste- Dijo con tono juguetón pero sin malicia, es decir no parecía que iba a lanzarse a violarlo.
-Claro, por supuesto, siempre te quise- Respondió lentamente mientras retrocedía hacia Zane y su casa -Te quise en otro país muy lejos de mi loco travesti-.
Fue lo último que gritó mientras corría con Zane sobre el hombro al interior de la casa; ese último comentario dejo con los ojos abiertos y la quijada caída Zane...¿Travesti?, tan asocial como era, sabía lo que significaba en este contexto, solo significaba una cosa, su sensual y cotilla vecina en realidad era un...!Hombre!
Cuando la puerta se cerró con estruendo y viendo como la rubia o es el rubio, ya ni sabía, le despidió con un beso soplado.
-¿Trap? - Pregunte a Alexis con los ojos todavía algo grandes por la sorpresa.
-Yep, fue la reina Trap de la ciudad por varios años hasta que tuvo que ir al extranjero por trabajo; es genetista y si sorprende, yo casi me desmayo cuando lo descubrí, esa vez casi terminamos en la cama, pero digamos que es muy domínate- Dijo con un escalofrío y cara plana Alexis.
Zane creía saber de dónde Sandra había pensado que Alexis era sumiso es las relaciones.
Alexis cerró la puerta, esos dos no eran más que molestos, uno se convirtió en un acosador y el otro salió sin invitación, igual que siempre, lo había conocido en la universidad, eran mejores amigos, claro, hasta que quiso propasarse siendo mujer, de día un científico de noche una atrapa hombres.
Pero eso no importaba ahora, por fin habían logrado estar a solas, a solas con Zane.
-Demonios ¿Ahora qué hago?- Se preguntó mentalmente Alexis.
Todo estaba bien mientras corría decididamente a declararle su amor, luego vio al acosador marijuano y su amigo travesti, su mente no cuadraba, no podía despejar la incógnita.
-¿Cómo es que uno declara su amor?- Los antiguos filósofos de nombres impronunciables, dicen que todo llega a su tiempo, y que cuando el momento llegue uno sabrá que hacer, incluso Yoda dice "-Que la fuerza te acompañe-" pero no es lo mismo al estar frente a frente; sus rodillas temblaban, y sabía que si comenzaba a hablar su voz también lo haría, estaba en un dilema -¿Debería iniciar una conversación? ¿Con que debería empezar? Haber, tal vez... ¿Cuál es tu color favorito? ¿Programa favorito? ¿NÚMERO FAVORITO?- Todo eso recorría su cabeza, mientras veía la extrañada expresión de Zane, el silencio se comenzaba a tornarse incómodo, y ya entrando en ese pozo sin fondo, no habría salida, esto era más difícil que la vez que se acostó con él, que hermosos recuerdos eran para Alexis, los atesoraría mucho, ya que se veía en el camino del rechazo, comenzó a recordar.
-ESPERA- Grito de la nada Alexis, sobresaltando a un despistado Zane.
-Ok, espero... ¿Que espero?-.
-Hace rato, tu, tu dijiste-.
-Si ¿Que dije?-.
-Dijiste que me amabas- Solo esa oración bastó para pasmarlos a los dos, el pelirrojo, literalmente había gritado sus sentimientos mientras se aferraba al cuerpo de Alexis, ahora era aun mas incomodo, le habían robado la oportunidad de tener una declaración llena de romance y cursilerías, y la idea de confesarse de forma roquera y llena de actitud...bueno, quedaba descartada después de lo rojo que se veía su cara.
-Se que nunca hemos hablado claramente, y menos estos últimos días- Por fin logró conjugar algo coherente -Pero la principal razón por la que corrí desde mi casa hasta aquí, no era para golpear a tu ex novio, tengo que dejar en claro nuestra relación- Dijo lo más calmadamente posible, mientras tomaba dulcemente los hombros de Zane.
-Sé lo que tratas de decir- Se vio interrumpido por su compañero -Tú principalmente no eras...ya sabes, homosexual, y las veces que tuvimos relaciones, obviamente estábamos borrachos, me incluyo; que tu intención nunca fue acercarte de esa manera a mí, que probablemente deseas ser solo amigos, eso lo entiendo, nunca estuve dispuesto a gritar de esa manera mis sentimientos por ti, me disculpo, ahora si me permites, quisiera descansar después de todo este alboroto, puedo llamar un taxi para que regreses a tu casa...-.
-Te equivocas, completamente estas equivocado. Yo vine aquí, para decir que si, en efecto, no soy homosexual- Contesto mientras tomaba del brazo a Zane quien había roto el contacto y se dirigía a la puerta mientras sacaba el celular de su bolsillo -En efecto, no soy gay, soy bisexual- Término de conjugar, dejando a Zane aún más atónito -La razón por la que lo descubrí, fue porque un pequeño hombrecillo sin tolerancia alguna al alcohol, decidió recogerme a la fuerza en un bar, y pensó que era una grandiosa idea golpearme mientras los dos estábamos borrachos, y aún más grandiosa idea meternos en la cama, y levantarnos sin siquiera saber lo que habíamos hecho, pero, solo para aclarar, la primera vez que tuve sexo contigo, o con cualquier hombre, fue la vez de aquella cena, y lo hice consciente, no solo de mi mente, si no de mis sentimientos, yo desde ese momento supe, que me gustabas, que estaba enamorado de ti, que no podía sacarte de mi cabeza, por eso he venido hoy a decirte, o más bien a preguntarte ¿Quisieras salir conmigo?-.
-¿He?- Fue lo único que pudo contestar un muy rojo Zane, quien ahora tenía los ojos vidriosos y parecía contener las lágrimas -Sabes, para ser un científico genio, eres muy estúpido...Mi respuesta, obviamente, es...sí- Dijo finalmente el muchacho de pecas mientras sonreía.
El corazón de Alexis no podía ser contenido en su cuerpo, como era que una sola respuesta, una sola palabra, dos letras, una sílaba podían hacer tanto efecto en una persona; sin poderse contener más, abrazo a Zane, con tanta gentileza, más gentileza que si tuviera una delicada rosa, claro su pareja era un hombre, pero no quitaba el hecho que quería proteger a esa persona con toda su alma, inhalo lentamente, tenía fragancias mixtas, tal vez de siempre trabajar con perfumes, no le importó, era característico de Zane, su cabello hacía cosquillas en su nariz, era muy suave, no quería soltarlo, fue intensificando el abrazo, uno nunca podría pensar que tan apasionado puede llegar a ser un abrazo, pero ahora a tan cercana distancia, Alexis podía escuchar el corazón de Zane, latiendo con mucha fuerza, complementando el ritmo de su propio corazón.
![](https://img.wattpad.com/cover/53596438-288-k675353.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Si tomas NO me beses
Teen Fiction¿Sabian que...el amor y el alcohol NO se mezclan? Tal vez ese fue nuestro error. Él era alguien con la actitud del demonio y cerebro de genio, un chico; y yo, era alguien casi normal...otro chico. Nadie nos advirtió que entre el amor y el odio había...