Capitulo 2 (lo que no mata)

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-Pensé que me dejarías plantado -me dice Michael en cuanto llego a la plaza y lo saludo con un abrazo.

-No debería preocuparte, eres tan guapo, seguro conseguirías a cualquier chica linda que quisiera pasar la tarde contigo -juego.

-Cierto... -sonríe y me vuelve a abrazar -Te vez muy bien, sexy, si es que me lo permites -dice dándome una vuelta.

-No seas tonto -lo golpeo en el hombro.

-Aush -se queja - ¿Entonces qué película quieres ver?

-No quiero ver películas -confieso -Eso es lo que he hecho el último mes, eso y dormir. Si me mantengo despierta mucho tiempo duele más -mi respiración se agita.

-Tranquila María Magdalena, vamos, jugaremos video juegos...

Cuando llegamos a la sala de video juegos jadeo.

Por Dios, esto es enorme.

-Lo sé nena ¿es genial, verdad? -Pregunta sonriendo -Tengo tarjeta V.I.P así que podremos jugar todo lo que queramos sin límite.

-Aquel -señalo viendo hacia un juego donde hay un par de pistolas y una mega pantalla que parece desatar una guerra dentro.

-Señorita violencia -niega Michael jugando -De acuerdo, vamos a matar a algunos soldados enemigos.

Y ambos corremos hacia el video juego.

- ¡DAMN! -Grita Michael frustrado -¿Cuántas veces habías jugado esto antes tramposa?

-Ninguna -le prometo.

-Esto no es ninguna, no he podido ganarte ni una sola vez... -se queja.

-Que mal perdedor eres -río.

-Pero al menos sigo siendo guapo -dice y río más fuerte - ¿O piensas negármelo?

-No, para nada -sigo riendo -Vamos, deja de llorar y sigue jugando...

Sin decir nada más él toma su pistola y comienza el juego.

Dos rondas después le sigo jugando y estoy a punto de pedirle cambiar de video juego cuando lo veo acercarse hacia nosotros y siento como todo el calor de mi cuerpo se viene a mi rostro.

Me mira a los ojos y me implora con la mirada pero yo no soy capaz de nada más. Ni siquiera de negarme y sin darme cuenta él ya se encuentra enfrente de mí.

-Hola. -Saluda tratando de sonreír.

-Dante. -Susurro.

-Lo lamento pero tenía que verte y...

- ¿Michael? -cuestiono temblando.

-No me voy a disculpar, nena. -Declara -Ustedes necesitan hablar.

Y entonces siento sus pasos alejarse y sé que se ha ido, que me ha dejado sola con Dante y que todo esto del invitación siempre fue con la intención de traerme hacia Dante.

-Por favor -susurra cerca de mi oído y tiemblo por su cercanía.

De inmediato me siento un asco, se suponía que solo Justin causaba estas reacciones en mí.

Pero él se ha ido. Me ha dejado.

-Aléjate de mí un poco, dame espacio -declaro y él obedece.

- ¿Quieres ir a tomar un café? -cuestiona y niego.

-Solo dime lo que tengas que decir y terminemos con esto -susurro y ahora es él quien niega con la cabeza.

-No, __(tn)__ entiéndeme, perdóname -ruega -No solo me gustas, contigo es diferente, sé que eres la persona con la que puedo pasar el resto de mi vida y yo tenía que intentarlo. Aunque fuera solo una vez tenía que hacerlo, antes de que te casaras con otro yo tenía que intentarlo e iba a hacerlo pero tú me sorprendiste con la noticia y entonces me quede sin oportunidad alguna pero cuando ocurrió todo eso...

Las lágrimas comienzan a derramarse por mi rostro y él me lo tomo con ambas manos.

-Créeme -ruega - No me lo perdonaría nunca si no aprovechaba ese momento, porque en el fondo de mí sabía que Justin no regresaría y sé que tú también lo sabías...

-Te equivocas -lo corrijo -Si yo hubiera sabido que Justin no iba a regresar hubiera aceptado casarme contigo. ¿Eso es lo que querías escuchar? ¿Qué me iba a portar como una puta egoísta y te iba a condenar a mí solo por venganza o algo así? -le susurro agresiva, fastidiada, harta del asunto de ser la plantada en el altar, la engañada por el hombre que más amo en su vida.

Me zafo de su agarre y respiro con dificultad y las lágrimas se derraman sin compasión.

Y entonces él también comienza a llorar.

-Si así hubiera sido -dice -Si tú me hubieras aceptado solo por lástima o venganza no me hubiera importado, porque al final de cuentas estaría contigo y eso me brindaría esperanza... -susurra.

Lo empujo más lejos de mí.

¿Cómo es posible que diga eso? ¿Qué siquiera lo piense?

- ¿Hundiste mi vida, sabes? -Lo cuestiono -Tú me robaste la esperanza a mí antes que Justin lo hiciera, tú fuiste el primero en ver la realidad, en ver los límites de Justin y los míos y eso fue lo que me mato, si hubieras sido mi amigo hubieras estado ahí para apoyarme y no para venirme a dar el golpe final -grito con los dientes apretados.

-Perdóname, por favor... -y entonces se tira al piso de rodillas frente a mí y me derrumbo.

No puedo dejarlo hacer esto. Es mi amigo y yo ya he perdido demasiadas cosas buenas, a este paso me quedare sola y no puedo permitirlo. Amo a esta gente, ellos estuvieron conmigo incluso antes de saber de la existencia de Justin y siguen para mí cuando él se ha ido.

Sollozo y me tiro al piso de rodillas junto con él, estando a su altura y lo abrazo haciendo puños con mis manos, aferrándome a las pocas gotas de felicidad que me quedan y lloro en silencio junto con Dante.

JUSTIN.

Quiero vomitar.

Esto es más de lo que puedo soportar.

Primero verla con aquel idiota llamado Michael que la miraba con apreciación, como si nunca en su vida hubiera visto una mujer. Disfrutando cada segundo que se paseaba a su lado, y después la manera en que __(tn)__ sonreía a su lado, sin ninguna preocupación en su bello rostro.

Luego Dante, él maldito bastardo que me robo su cariño, su pasión. Él de pie frente a ella. Frente a el amor de mi vida, rogándole por quien sabe qué cosa, lo más seguro es que haya cometido un error y __(tn)__ se haya molestado, por un momento alegría atravesó mi cuerpo.

Kilos y kilos de alegría atravesaban mi cuerpo.

Incluso más cuando ella lo aventó lejos.

Hasta que vi el rostro de __(tn)__ húmedo y entendí que estaba llorando y que eran lágrimas de dolor y no de alegría o coraje. Y hasta que la vi a ella caer de rodillas frente a él y abrazarlo. Entonces morí.

¿Por qué con él? ¡Maldita sea!

Siento como si sangre comienza a hervir, por mi mente pasan las imágenes donde ese maldito estaba haciendo suya a __(tn)__ y no puedo evitar sentir rabia y celos.

Era mía.

¡Maldita sea! ¡Era mía!

Salgo del escondite desde donde observaba toda la situación decidido a desquitarme con ese hijo de puta cuando alguien se limpia la garganta detrás de mí y anuncia algo.

-Yo si fuera tú no lo haría -dice y volteo para encontrarme con aquel chico moreno, Michael -No al menos de que busque que ella me odie más.

SORRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora