Carta a Serena

Desconocida

—¿Cuales han sido tus objetivos más importantes?—pregunto mientras me apuntaba con una luger lendorgana.

...

—No lo se, quiza el cortarle la garganta a tres cortesanas asesinas, clavar una espada en el ojo a un dictador, dispararle a un capitán corrupto, ahorcar a un presidente avaricioso, o el simple hecho de asesinar a un almirantazgo junto con la mayoría de sus hombres—El simple hecho de haberle respondido eso causó un enojo en ella, la cual no merecía más explicaciones que eso, al ser que ella no sabe de que asuntos nos encargamos nosotros.

—¿Y a cuántos has matado?—me pregunto de una manera amenazadora e inquisidora, pobre, la compadezco.

—El número no importa, lo único que importa es que están muertos, usted ha de creer que soy una mala persona la cual no merece ni las mas minima clemencia, pero si tan solo lo viera, ¿A cuantos?, ¿A que tantos he matado?, no mas que un gran numero de asesinos, secuestradores y violadores, y no solo eso, los gobiernos incluso nos temen, temen, porque saben que tipos de objetivos tomamos, sin importar que sean políticos o nobles, morirán, ya sea un simple ladrón hasta un gran linaje de aristócratas—le respondí sin más—Se que me arrestaran, pero aunque lo hagas esto no parara, los demás terminaran lo que yo inicie, lo que intente, lo que ellos han hecho desde un largo tiempo, la única manera de que esto termine es que la gente como ellos desaparezca, pero ambas sabemos que nunca pasara eso.

—¿Cual es tu verdadero nombre, tu verdadera identidad?—Se quedaba sin preguntas.

—No soy Renata Kashmir, cómo puedes saber, al haber descubierto el numero de cambios que realizamos con nuestras identidades, son una infinidad claro está, conoceme como Andrea Valakof, o prefieres Elena Jones, Jessica Lendion, Mirage Tarsez, Alexandra Velekovna, o quiza algo refinado como Lady Sofia D'Amaccio—Le respondí con varias burlas y persuasiones las cuales hacían que su enojo aumentara.

—Mejor cuenta la verdad, al fin y al cabo este sera tu ultimo dia en libertad.

—Serena Navarro, a tu servicio, ahora, tu me contaras si es que crees que iré contigo.

—En definitiva, al no arrestar, esto no parará, tu y los demás serán capturados y juzgados.

—Nos dejas fácil la posibilidad de escapar debido a que lo que haces es extraoficial.

—Cualquier intento de huida de su parte será fútil.

—Eso depende, si tu...