days.

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—Hey granjeros—dije con una sonrisa de lado viendo como Erick y Rick cuidaban a los cerdos—¿Qué tal el día?

— Bueno pues Valentina no quiere comer—Erick señaló un cerdo y yo reí.

—Vamos deja a la pobre Valentina—contestó Rick—¿Has visto a Carl?.

—Si esta con su amigo Patrick.

Rick asintió y se fue buscando a su hijo.

—¿Cómo has estado Erick?—le quite su sombrero para verle más sus ojos, su cabello creció notoriamente.

—Bien, desde que le gente de Woodbury llegó todo a cambiado demasiado creo que a Ana le hubiera gustado—se rasco su cabello y le tome el hombro.

—Vamos deberías comer un poco— el asintió y se fue donde estaba el comedor.

Me senté junto con Daryl y Patrick se acercó.

—Señor Dixon, le agradezco que haya casado ese ciervo—dice Patrick en respuesta Daryl sólo asintió y siguió comiendo— me gustara estrechar mi mano con la suya.

Alce una ceja, Daryl chupo sus dedos y las estrecharon, el chico se fue muy feliz.

—Que asco— solté y el río.

—Hoy iré a buscar provisiones, podrías ayudar a Carl con sus malos humores, Rick me comentó de que últimamente anda muy tenso— se levantó y camine atrás de el.

—Solo ten cuidado vale— dije con un suspiro cerrando mis ojos, hasta que sentí un beso en la mejilla.

—¿Te veo en nuestra celda?—pregunta sonreí y afirme con un movimiento de cabeza— Te veo al rato

Sonreí y él se dio la vuelta a su motocicleta, con el equipo de búsqueda, me dediqué a buscar a Carl y lo encontré en su celda.

—Hey vaquero—dije cuando estaba en el marco— ¿Puedo?- el sólo asintió y pase.— ¿Qué sucede?

—Nada—contesta  demasiado brusco.

—A mi no me engañas Carl— se volteó bruscamente dándome la espalda.

—¿Por qué no te vas?

—¿Qué carajo te pasa?— jamás use palabras así con Carl, pero parece que sólo está enfadado conmigo.

Se volteó y me miro con enojó.

—Pasa que no quiero que te me vuelvas acercar, porque no te vas con Lizzy o Mika, porque no te vas como lo hizo mi padre, desde que ellos llegaron el grupo se desintegró, ya no valgo nada para ti ni mi padre, dime desde cuando no hablamos ¿Un mes quizá?—se empezó a poner rojo— Lárgate, abandoname, me acostumbré a estar solo.

—Carl, pero sabes que siempre estoy para ti.

—Ojalá nunca hubieras entrado a mi vida— fue lo único que dijo antes de desaparecer de mi vista.

Sentí como una lágrima recorrió mi mejilla, la limpie rápido y me fui a mi celda quedando profundamente dormida, con un dolor en el pecho.













La sensación de un cuerpo a lado mio me hizo abrir mis ojos; Daryl se acostaba viéndome fijamente un poco decaído.

—¿Qué pasa Daryl? —pregunte haciendo que el desviara su mirada.

—El novio de Beth...—negó con la cabeza.

—¿Estás Bien?

—Solo estoy cansado de perder gente eso es todo— soltó un suspiro, y acaricie si mejilla.

—Yo también pero es la ley de la vida—nos acostamos los dos—Me alegro que nunca nos despedimos... odio las despedidas.

Sonrió.

—Yo también las odio.—fue lo último que escuche para volver a quedarme profundamente dormida.

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