Capítulo 2: Enemigos muy cercanos.

25 5 8
                                    

Aquella mañana desperté como nueva, ya empezaban las clases y según mi cuaderno con el horario me tocaba pociones.

Así me arreglé el pelo con un solo encantamiento de varita y coloqué la habitación de igual forma con varios encantamientos, me gustaba usarlos dentro y incluso en mi casa también a mis padres aunque eran Muggles les encantaba verme hacer todo tipo de encantamientos, sobre todo se quedaban asombrados al ver levitar cosas en el aire, eso si que era cosa asombrosa para ellos al menos las primeras veces, el primer año que llegó mi carta de Hogwarts fue algo increíble nunca sabré explicar con exactitud como me sentí.

Porqué no hay palabras para describirlo, simplemente tienes que vivirlo.

Aunque a eso no viene ahora el tema, la cosa es que estaba terminando de organizar la habitación y de arreglarme colocándome la falda y la corbata roja que representaba a mi casa Gryffindor.

Tras terminar y bajar las escaleras hasta la sala común me encontré con Ronald y Harry que ya estaban esperándome, para ir a clase.

-Buenos días chicos; ¿cómo habéis dormido algún sueño agitado?: Estaban apunto de contestar cuando exclamé: -¡Por Merlín Ronald!- ¿Tú te has visto el pelo que llevas? –Tenía el pelo todo alborotado, como recién levantado, con ese color tan zanahoria anaranjado cabe decir que siempre me había gustado su color de pelo, pero era demasiado olvidadizo y vago.

-¿Qué demonios le pasa a mi pelo Hermione? Siempre tiene este aspecto. O eso creo, ¿Harry tú le ves algo raro?

-Yo lo veo, bien, supongo no sé, a mi no me metáis.-dijo Harry bajando ya las escaleras que daban hacía los demás pisos del castillo cuando de pronto cambiaron.

-Pero Harry hasta tú lo llevas mejor que él y eso que tampoco te has peinado. De vez en cuando podríais arreglaros así no vais a ligar con ninguna chica en vuestra vida. –Les solté sin pensar en lo que acababa de decir.

Me había enfadado para variar, así qué hice caso omiso y tras llegar con ellos medio escuchando y medio en mis pensamientos, hasta las mazmorras, una vez allí nos dirigimos hacía la clase donde el profesor Snape impartía pociones, todos los alumnos debían de llegar antes que él o no te dejaba entrar era una regla que el mismo, Snape había mandado desde el primer día de clase, en el primer año escolar.

Ya, una vez dentro ojee mi libro nuevo de pociones, y mientras miraba una receta de cómo hacer una poción envejece-dora alguien se me puso al lado a mirarme por el rabillo del hombro. Pensaba que era Harry o Ron pero al oler aquél jazmín, alcé la mirada de mis ojos encontrándome con los del pelirrubio,

-¿Qué quieres Malfoy?- le espeté para que me dejase empáz.

-Yo solo vengo a molestarte y a estos amigos tuyos , ¿qué tal San Potter y Weasley?, veo que Weasley no se ha peinado.- Jajajajjaa, empezó a carcajearse delante de sus amigos mientras nos miraba. Y sus secuaces Crab y Goyle también se reían. 

-¿Porqué te ríes tanto si tienes tú solo el circo en casa ?-señale desafiante hacía aquellos dos, que me daban tal repugnancia que les echaría una maldición si por mi fuese. - Volví a mirar a mi libro de pociones y dije: -Vete por donde has venido Malfoy y ten suerte de que aún no te he maldecido de verdad; sino, si que tendrías un problema.

Me miró con cara de despreció y volvió hacía su mesa juntos con Parkinson una chica de pelo moreno y de Slytherin, según se contaba había empezado a salir con ella, aunque a saber si era verdad, lo único que sé que seguía mirándome y carcajeándose, cuchicheando de nosotros a nuestras espaldas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 15, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

I wish you hate me, because I love you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora