La chica del vestido verde ¡BaekYeol!

La chica del vestido verde.

Hola, quiero aclarar que es mi primer escrito, así que si encuentran algún error o se dan cuenta que la narración es diferente, es por eso 😅.
Aún así, espero lo disfruten 🙂.

Estaba rogándole a mi novio por teléfono para ir a una fiesta de uno de mis mejores amigos.

— Pero Baek me lo prometiste —le dije por milésima vez.

— Ya lo sé Chan, pero mis padres me prohibieron todo tipo de salidas hasta que pase química.—hizo un puchero que aunque no lo pueda ver, ya lo imaginaba por su tono de voz.

— Bueno está bien, ya nos veremos en la escuela después del fin de semana —dije en tono triste.

— Pero si quieres ve tú.

— No será lo mismo babe —se quedó callado hasta que habló.

— Mmm... ya se, ve a la fiesta, diviértete un rato y convenzo a mis padres de salir el sábado.

— Ya veré si quiero ir sin ti.

— Chan ve a la fiesta, créeme te vas a divertir —colgó.

No entendía porque quería que fuera a una fiesta sólo, si siempre se enojaba si salia sin él.
No dije más y me metí a bañar, cambie mi ropa y me aliste para salir a la fiesta sin muchas ganas de ir.

Cuando llegue el ambiente estaba entretenido, me senté en la barra improvisada para las bebidas hasta que sentí como alguien estaba detrás de mí susurrando.

— Hola guapo ¿vienes solo? —cuando voltee no lo podía creer pues una chica con vestido verde, el cuál marcaba su cintura y cuerpo mucho mejor que cualquier otra chica en la fiesta, unas zapatillas que combinaban con su vestido, cabello ondulado negro, y un poco de maquillaje, contando que en sus labios llevaba un brillo rosa que me invitaba a besarlos.

— Ehh... este... —lo admito quede tan sorprendido que hasta ni hablar, podía. Ella solo sonrió haciéndola ver aún más hermosa.

— Bien, tomaré eso como un "Si, vengo solo" —se sentó a lado de mi, mientras yo solo la veía —Ok, ¿que tanto tengo en la cara que no dejas de verme?

— Es que eres la cosa más hermosa que eh visto.

— ¿Cosa? Já, soy una chica sabes, bueno al menos esta noche puedo ser una chica mala si tú quieres —dijo casi en un susurro.

— ¿Con que una chica mala eh? —si iba a jugar, entonces que comience el juego.

— Claro, solo tu nombre para empezar.

— Mmm no, si vamos a jugar quiero que sea con mis reglas —no lo podía creer, pero después de pensarlo unos segundos, acepto.

Me levante llevándola a la habitación más cercana, ya dentro empezó el juego. Primero besándola lento para después subir de tono.

— Mhm... espera... — no me detuve, pues no tenía planeado parar.

— No... puedo ni quiero.

— Pero solo quiero saber una cosa —me alejo un poco.

— ¿Qué?

— Quiero dejar en claro que esto será sin compromisos —me reí —no entiendo tu risa estoy hablando en serio.

— Bien, se puede saber ¿por qué?

— Porque por lo que se tú tienes novio y no quiero tener problemas con nadie.

— ¿Tú tienes novio?

— Sip si tengo y tampoco quiero tener problemas con él.

— Ok, me parece bien ¿podemos continuar? —sonrió asintiendo y continuamos el juego.

Al llegar a la cama, la recosté poco a poco sobre esta, todo iba bien hasta que al momento de tratar de desabrochar su sostén me desespere, como diablos se quitan eso, ella solo se rió y se lo quito lentamente, creo que quería matarme pues me estaba desesperando, así que termine por desabrochar el vestido lo más rápido que pude.

— Tranquilo grandote —dijo entre besos.

— Es que me encantas como para ir lento —cuando iba bajando el vestido me encontré con algo —mira lo que tenemos aquí —era su miembro más que despierto.

— Mhm... cállate y haz lo que tienes que hacer.

— ¿Cuál es la palabra mágica? —quería hacerlo enojar

— ¡Ninguna!

— No, esa no es pero... —me beso de una manera desesperada y me aventó a la cama para terminar de desvestirme.

— Hablas demasiado.

— Si conocieras a mi novio, él habla hasta cuando duerme... —se metió mi miembro a su boca pero después de un rato sentí que iba a terminar en su boca y lo pare, si me iba a correr sería en su hermoso y redondo trasero, ya quería meterlo, pero no quería lastimarlo.

— Mmhhmn... hazlo ya Chan.

— Pero... —empujo su trasero y comenzó un vaivén, al principio lento, pero se hizo más intenso con el paso del tiempo.

— Creo que voy a term...

— Yo también —termine por correrme como quería en su interior y él en nuestros abdómenes, cayo rendido sobre mí y después de salir de su interior se acomodó a mi lado, quedándose dormido al instante.
Al despertar vi que eran las 6am y supongo que se salió de su casa sin permiso así que lo desperté con cuidado.

— Baek... bebe... tienes que regresar a tu casa —por más que lo movía no respondía, me espante y lo moví más fuerte —¡Baekhyun!

—¿Que? —grito enojado.

—No te movías y me espante jejeje de todos modos ya son las 6am y no tenías permitido salir.

— Vísteme —se volvió a acomodar para dormirse de nuevo.

— Sabes que si hago eso, te haré mío de nuevo y tardaremos mucho más en salir de esta casa

— Bien, lo haré yo.

Después de que se terminara de vestir y  de tener que contenerme porque en cualquier momento lo aventaría de nuevo a esa cama y lo dejaría sin caminar por un buen rato, salimos silenciosos de la casa, se veía que el cumpleañero y su novio se acababan de dormir en su pequeño sillón, ya que la cama la ocupamos nosotros, después le agradecería con algo.

— Llegamos babe —se notaba triste —¿Qué pasa?

— No nada, nos vemos después — no lo deje salir y lo besé.

— Dime, no me enojaré, si es lo que piensas.

— Es que... me tarde tanto en hacer esto para ti y tu solo te ocupaste de quitarlo y ni si quiera me dijiste algo lindo en toda la noche —no sabía si reír o besar ese tierno puchero.

—Bebé, eres la persona más hermosa que he conocido tanto por dentro como por fuera y si no te dije nada es porque me calienta tanto verte así... pero en verdad sabes que te amo y me encantas como te ves con ese atuendo, úsalo más seguido —solo se rió conmigo y me beso hasta que vimos como la luz del cuarto de sus papás se encendía.

— Es hora de irme —salio del auto, pero regreso a darme otro beso —yo también te amo.

Sonreí como tonto y vi como luchaba con el vestido para subirse a su cuarto por el árbol que está pegado a su ventana.