Ahí estaba yo;
Contando las estrellas y los días para verte
Pero tarde me di cuenta que las dos cosas eran imposibles
Las estrellas no se pueden contar y no te volveré a ver
Desterrada y sin alientos quede ante tu feroz huida
Lo único que no te llevaste fue la cajita de los recuerdos
Esos que se presentaban en mis pensamientos y sueños sin quererlo
Y Me hacían llegar a la conclusión de intentarte llamar.