Ellos eran inconscientes de la vida
Todo pasaba y aquellos eran los últimos en dar razón
Ella no pensaba en otro por que no habría razón de hacerlo
Los dos eran sordos a las personas cuerda
Pero alguien se resbalo y todo decayó
Las platicas ya no existían
Aquellos momentos felices se arruinaron
Y no hubo remedio disponible para tan grande herida
Todo eso llevo a la despedida rotunda que ni siquiera dejo cenizas de aquel amor tan grande que un día existió.